BANCOS
Los tres riesgos para los bancos colombianos en 2021, según S&P Global Ratings
Las campañas de vacunación y el futuro de la pandemia del coronavirus influirían en el desempeño de los bancos nacionales.
La calificadora de riesgo S&P Global Ratings publicó un documento en el cual identifica tres riesgos para los bancos de Colombia y las economías emergentes: el deterioro esperado en los indicadores de calidad de los activos, a medida que se eliminan las medidas de tolerancia regulatoria; un entorno geopolítico volátil o incertidumbre en las políticas nacionales, y la vulnerabilidad a movimientos abruptos en los flujos de capital.
Según la firma, la pandemia del coronavirus y sus consecuencias seguirán afectando la historia crediticia de los mercados emergentes en 2021.
“Los riesgos relacionados con la distribución de vacunas y un aumento en los casos de covid-19 siguen siendo graves para los mercados emergentes; esto puede retrasar el repunte económico y aumentar los riesgos para sus sistemas bancarios”, agregó la calificadora.
Debido a lo anterior, S&P considera como “probable” que los bancos centrales del mundo mantengan una política monetaria expansiva, con el fin de impulsar la recuperación económica en sus respectivas naciones.
“Dadas las tasas de interés excepcionalmente bajas en varios mercados desarrollados, esperamos que los bancos de mercados emergentes con fundamentos crediticios sólidos mantengan un buen acceso a los mercados de capital internacionales”, resaltó la calificadora.
Deterioro en la calidad de los activos
Los bancos colombianos y de economías emergentes sufrirán un deterioro en la calidad de sus activos por el levantamiento de las medidas de “tolerancia regulatoria”.
“Esperamos que los préstamos en mora continúen aumentando y el costo del riesgo se estabilice en niveles altos, a medida que los bancos centrales comiencen a eliminar las medidas de tolerancia regulatoria en algunos de los mercados donde se implementaron”, comentó S&P.
Y es que, al igual que sus pares en los mercados desarrollados, los bancos centrales de los mercados emergentes actuaron rápidamente mediante una combinación de eliminación de algunos requisitos regulatorios (en particular para el reconocimiento de préstamos problemáticos) e inyección de liquidez para ayudar a los bancos a hacerles frente a las severas contracciones económicas.
“Esperamos que el choque económico relacionado con el coronavirus sea un evento de rentabilidad y los sistemas bancarios de mercados emergentes aún muestren resultados netos positivos en 2020-2021. Sin embargo, algunos bancos reportarán pérdidas debido a su mayor exposición a los sectores más afectados”, aseguró.
La pandemia también haría que la rentabilidad de los bancos de mercados emergentes se mantenga por debajo de los niveles históricos debido a tasas de interés globales más bajas.
Volatilidad geopolítica
Si bien se espera que la relación entre China y Estados Unidos mejore con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, S&P cree que un aumento en las tensiones podría afectar la cooperación internacional.
“El aumento de las tensiones obstaculizaría la inversión transfronteriza, las cadenas de suministro, el acceso a la propiedad intelectual y a los mercados, aumentando así el riesgo de interrupción del negocio y la pérdida de la confianza de los inversores”, afirmó la calificadora.
La elevación de las tensiones entre Rusia y Estados Unidos es una de las principales amenazas que ve S&P para los bancos emergentes, pues una escalada de estas podría afectar la recuperación económica global.
“Los riesgos de estabilidad política y social dentro de los países y a través de las fronteras podrían interrumpir los sectores bancarios de los mercados emergentes de diversas formas, incluido un retraso en la recuperación económica esperada o focos de riesgo más localizados a través de movimientos en los precios de las materias primas, o cambios en las condiciones de liquidez”, explicó.
Movimientos en flujos de capital
El coronavirus también fue el responsable de que algunas economías emergentes vieran salidas de capitales, debido a la volatilidad y la incertidumbre internacional que provocó la pandemia.
“Debido a los impactos de la covid-19 y los episodios de menor apetito por el riesgo de los inversores, muchos mercados emergentes experimentaron salidas de capital en 2020, aproximadas por las compras netas de acciones y los bonos de mercados emergentes por parte de no residentes”, argumentó la calificadora.
Esta salida de capitales, o los ingresos más bajos que se tuvieron en comparación con 2019, afectan el desempeño de los sistemas bancarios porque disminuye la liquidez que hay en el mercado.
“Una materialización inesperada de riesgos geopolíticos o un cambio en la dirección de la política de los países podría empujar a algunos inversores a buscar otros mercados más estables”, concluyó.