ARGENTINA
Petrolera argentina YPF sorprendió a sus tenedores de bonos por posible default
La crisis económica y la falta de dólares en Argentina están afectando fuertemente las finanzas de la petrolera estatal. Ahora, sus tenedores de bonos se preocupan ante una posible cesación de pagos.
La crisis de deuda Argentina, la escasez de dólares en el país y el desplome de los precios del petróleo tocaron las puertas de la petrolera estatal YPF. Luego de casi cien años de su fundación, la compañía se enfrenta a lo que podría ser su mayor problema de deuda en la historia.
Esta semana, la organización publicó un comunicado de prensa que establece un nuevo plan de reestructuración de deuda, que podría llevar a perder a algunos de sus acreedores. Este plan, de no ser aprobado, llevaría a la petrolera a su primer incumplimiento de pagos a gran escala.
Debido a esto, los inversionistas salieron a vender en masa los bonos de la petrolera y hoy se negocian en US$0,56, ante el temor de un default si no se logra un acuerdo para reestructurar la deuda de la firma.
Sin lugar a dudar, lo que sorprendió al mercado es que la petrolera busca intercambiar todos sus bonos, cuando la necesidad actual solamente implica una refinanciación de corto plazo. Estos nuevos bonos están garantizados por las exportaciones de la compañía.
Según conocieron medios internacionales, los acreedores de la petrolera, entre los que se encuentran BlackRock y OakTree, se están preparando para unas duras negociaciones, meses después de que algunos de ellos se enfrentaran a otras, las de reestructuración de la deuda soberana de Argentina.
Y es que la crisis que asola a YPF no puede entenderse por fuera de la escasez de dólares en Argentina y su crisis cambiaria. El anuncio de reestructuración de los bonos de la compañía del pasado 8 de enero llega luego de que el Banco Central de Argentina no le permitiera a la empresa comprar la cantidad total de dólares necesarios para pagar sus bonos que vencen en marzo de este año.
Sin embargo, esta negativa por parte del banco central es apenas la punta del iceberg en una larga lista de problemas que arrastra YPF desde 2012, cuando fue nacionalizada nuevamente, obligada a aumentar las nóminas y a mantener el precio de los combustibles. Esto la llevó a reducir sus inversiones y provocó una caída en su producción de petróleo y gas.
“La decisión del banco central realmente puso a YPF entre la espada y la pared”, le dijo a Bloomberg Lorena Reich, analista de deuda corporativa de Lucror Analytics en Buenos Aires.
Según el comunicado de YPF, el canje de bonos es voluntario y aseguró que continuará pagando sus bonos, se intercambien o no. Sin embargo, así no lo ven los inversionistas, ni las agencias de calificación.
Es más, el pasado 11 de enero, S&P Global Ratings y Fitch Ratings modificaron las calificaciones de la petrolera y de sus bonos emitidos bajo el programa de emisión por US$10.000 millones, debido a este anuncio de reestructuración de deuda y el gran riesgo que implica.
YPF busca reestructurar US$6.200 millones en bonos, retrasando el pago de US$2.100 millones en pagos hasta 2022, para invertir este dinero en reforzar la producción de su principal apuesta, Vaca Muerta.
“El acuerdo les ofrece a los inversores un ligero aumento de los precios actuales de los bonos, pero perjudicaría a los acreedores con pérdidas de hasta el 16% sobre una base de valor actual neto”, según los cálculos conocidos por Bloomberg de Portfolio Personal Inversiones.
Vaca Muerta
Actualmente, YPF necesita recursos frescos y un alivio al pago de su deuda para poder desarrollar completamente su principal campo, llamado Vaca Muerta, y en el cual planea utilizar fracking para aprovechar las grandes reservas de gas de la Patagonia argentina.
Esta es una tarea urgente, si se tiene en cuenta que en pocos meses comienza el invierno en Argentina y la compañía no es capaz de satisfacer la demanda de gas, lo que llevaría a aumentar las importaciones.
Según cálculos de la compañía, para el desarrollo de Vaca Muerta, YPF invertirá US$2.200 millones este año, para lo cual también ha recurrido a la venta de participaciones en otras empresas y de su sede en Buenos Aires.