Divisas
Precio del dólar se disparó este 1 de septiembre y así cerró
El mercado en Colombia está a la espera de que comiencen los debates de la reforma tributaria.
Tal y como comenzó la jornada y pese a un ligero desplome en sus primeras operaciones, el precio del dólar en Colombia cerró con una fuerte tendencia al alza su primera sesión de septiembre, disparado por la necesidad de buenas noticias en los mercados internacionales, mientras que a nivel local los inversionistas están a la espera de que inicien los debates de la reforma tributaria en el Congreso.
De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, esta divisa cerró con un último precio de 4.488 pesos, 59 más que el valor de cierre de ayer miércoles, cuando logró finalizar el mes de agosto con una ligera alza. Con este resultado, el dólar queda muy cerca de la barrera de los 4.500 pesos y aviva los temores de un nuevo margen de máximos históricos.
Entre tanto, el costo promedio para la moneda estadounidense fue de 4.467 pesos con 73 centavos, cifra que también supera por 45,6 la Tasa Representativa del Mercado fijada para hoy por la Superintendencia Financiera en 4.422,77. Esta tendencia al alza, según los analistas, se explica por el temor que hay entre los inversionistas ante una posible recesión en las principales potencias económicas del mundo.
“Recordemos que el 13 de septiembre tenemos dato de inflación en Estados Unidos y ese dato será clave, pues ya que en principio de agosto vimos un dato que dio algo de tranquilidad y si se logra un nuevo descenso en este indicador, podría generar algo de tranquilidad al interior de la Reserva Federal y por supuesto en los mercados. Ya quedó claro que la subida de tasas se dará pese al deterioro económico que se pueda generar”, explicó Juan Eduardo Nates, analista de Credicorp Capital.
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En otros valores registrados por el dólar en esta sesión, el nivel máximo alcanzado por esta divisa fue de 4.488 pesos con 90 centavos, pese al desplome que sufrió sobre las 9:00 a. m., hora en la que cayó a mínimos de 4.436 pesos con 40 centavos, para luego empezar a subir fuertemente y terminar como ya se indicó.
No obstante, no hay que pasar por alto que el peso colombiano no es el único que está cediendo terreno ante la moneda estadounidense, que durante esta jornada se situó en 109,55 puntos, lo que lo coloca en su valor más alto en 20 años frente a las otras divisas de referencia mundial.
Un coletazo de esto se vivió con el yen japonés, el cual se hundió este jueves hasta alcanzar su nivel mínimo en 24 años frente al dólar, que se benefició de su estatus de valor refugio en un mercado alterado y creció también frente al euro y la libra.
La moneda japonesa, lastrada además por la política muy acomodaticia del Banco de Japón, perdía 0,73 % y se situaba en 140,00 yenes por un dólar hacia el final de la tarde. El desplome del yen, que ha perdido más de 20 % en un año, se debe, según los cambistas, a la política monetaria nipona, muy flexible.
Al contrario que en Estados Unidos o en Europa, donde la inflación se ha disparado y llegó a superar el 10 % en Reino Unido, la inflación en Japón fue de 2,4 % interanual en julio, muy cerca del objetivo de 2 % de los grandes bancos centrales, lo que incitó al Banco de Japón a la pasividad.
Si bien en este momento la situación en Colombia es estable, pese a la inflación creciente, y las presiones al dólar están principalmente en el exterior, la expectativa en el mercado nacional se centra por ahora en el comienzo del debate de la reforma tributaria en el Congreso. Este ha sido un tema que ha generado opiniones encontradas, ya que mientras unos alaban sus beneficios, otros sectores señalan que afectará seriamente la economía del país.
Por ahora, el mayor temor radica en que la nueva carga tributaria que se pondrá en el país espante a los inversionistas y se genere una fuga de capitales hacia otros países con medidas menos estrictas en materia de pago de impuestos. Así mismo, los empresarios sostienen que contrario a lo que dice el Gobierno nacional, esta sí golpea a las familias más humildes, con los impuestos a las bebidas azucaradas.