Precios del petróleo se desploman a mínimos en dos meses por acuerdo de aumento de producción de la Opep

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) acordó el fin de semana pasado aumentar la producción de petróleo a partir de agosto, lo cual ha hecho que los precios del crudo se desplomen este lunes.

El barril de petróleo Brent registra una caída este lunes de más del 5 %, ubicando su precio entre los US$69 y US$70, valor que no se veía desde el pasado 26 de mayo. Es de mencionar que el crudo de referencia Brent, que es el que usa Colombia para sus cuentas fiscales, inició el 2021 en US$50,87 por barril y cerró junio en US$75,13 por barril, lo que representó un incremento del 47,69 %.

Por su parte, el WTI baja este lunes 6,22 % hasta los US$67,09 por barril. El WTI había empezado el 2021 en US$47,47 por barril y terminó junio en US$73,47 por barril.

“El acuerdo de incremento de producción de petróleo va a hacer que haya un mejor balance entre la oferta y la demanda, eso va a equilibrar el mercado y va a presionar los precios a la baja”, dijo el director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, Juan David Ballén.

Y es que la Opep y sus aliados decidieron aumentar la producción de petróleo en 400.000 barriles por día (bpd) al mes a partir de agosto para ayudar a la recuperación económica global tras la pandemia de coronavirus.

Es de recordar que en 2020 los precios internacionales del petróleo llegaron a mínimos históricos, pues el Brent alcanzó a estar a menos de US$20 por barril y el WTI tocó terreno negativo. Con el fin de impulsar un poco estos precios, la Opep recortó la producción del crudo, pues la demanda de petróleo había casi desaparecido por las medidas de restricción a la movilidad y el cierre de fronteras.

“En comparación con hace un año, los precios siguen siendo muy altos. Esa estabilidad que ahora vamos a tener es buena porque para la tendencia que venían teniendo los precios y esas alzas marcadas podían generar inflación y afectar la recuperación económica”, explicó Ballén.

Con el avance de las campañas de vacunación contra el coronavirus en todo el mundo, sumado a la reapertura de aeropuertos y fronteras, la demanda de petróleo se ha venido recuperando y, teniendo en cuenta los recortes en la producción de la Opep, eso causó la subida de los valores del crudo a niveles que no se veían desde hace años.

Teniendo en cuenta lo anterior, la Opep viene aumentando gradualmente la producción de petróleo desde mayo pasado, después de haberla congelado durante más de un año a causa del descenso de la demanda provocado por la crisis del coronavirus.

La Opep y sus aliados se habían comprometido en abril de 2020 a retirar voluntariamente del mercado 9,7 millones de bpd y a reintroducirlos después progresivamente antes de finales de abril de 2022.

El acuerdo firmado prolonga la fecha límite de abril 2022 a finales de 2022, ya que se considera que el ritmo actual de recuperación de la demanda se ve todavía afectado por los sobresaltos de la pandemia.

La idea de la Opep es que con este acuerdo se vuelva a los niveles de producción de petróleo vistos antes de la llegada de la pandemia del coronavirus. En la actualidad, la Opep y sus aliados producen 5,8 millones de bpd menos que antes de la covid-19.

Colombia beneficiada

De acuerdo con cálculos del Ministerio de Hacienda, cada dólar del petróleo representa cerca de $500.000 millones que el país deja de recibir por año (si bajan los precios) o que llegan a Colombia (si los precios suben más de lo estimado en las proyecciones)

Dentro de las más recientes proyecciones hechas por el Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, el Ministerio de Hacienda proyecta que el precio promedio del Brent para este año será de US$63 por barril.

Teniendo en cuenta que la estimación de Hacienda es de un barril del Brent de US$63 para este año, si el promedio del precio del combustible termina el año en US$70 por barril, a la Nación le entrarían $3,4 billones adicionales.

Hay que aclarar que los ingresos petroleros llegan a Colombia con un año de retraso. Es decir, en 2021 los ingresos por las rentas petroleras provienen de la actividad del 2020 (año en el que los precios alcanzaron a tocar mínimos históricos), y que en 2022 los recursos petroleras estarán ligados a la actividad y condiciones del presente año.