COMERCIO EXTERIOR
¿Qué tienen otras naciones que le falta a Colombia para poder vender más en el exterior?
Un estudio puso el ojo en el tema que causa estragos en uno de los balances más importantes para la economía de un país.
Con frecuencia escuchamos una celebración en grande porque Colombia llevó 23 toneladas de aguacate hass a China (primer semestre de este año) o porque el mango nacional lo dejarán entrar a Estados Unidos. Si bien es cierto que Colombia hace la tarea de diversificar la canasta exportadora para vender otros productos distintos al petróleo, las cifras aún son muy tímidas.
Después de 3 décadas (desde la apertura promovida por César Gaviria), el país sigue hablando de que ‘ahora sí'. Pero no. Exportar más productos de la industria, del agro, vender servicios, poner esa dinámica que le hace mucho bien a cualquier economía, le ha quedado grande al país.
Las cifras más recientes divulgadas por el DANE, sobre exportaciones, registran lo sucedido en octubre, mes en el que las ventas del país en el exterior lograron alcanzar los 3.795 millones de dólares. Pero, ¿a punta de qué? Los combustibles y productos de las industrias extractivas participaron con 51 % del valor total de las exportaciones.
Entre tanto, los productos agropecuarios, alimentos y bebidas participaron con el 22,7 %, y el sector de las manufacturas con 20,4 %. Otros sectores, con 5,9 %. Es decir, no solo la balanza comercial (equilibrio entre importaciones y exportaciones) está inclinada a favor de las compras de Colombia en otros países, sino que internamente, hay dependencia de lo mismo: el petróleo, principalmente. Ese producto, según lo dejó ver la reciente cumbre de cambio climático en Escocia, tiende a ser transitoria, por transición energética a fuentes más amigables con el medio ambiente. Así que hay que prender motores para exportar otras cosas.
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¿Qué le falta a Colombia?
Dos investigadores colombianos, Mario Alejandro Valencia y Sneyder Rivera Sánchez, pusieron el ojo en el tema para tratar de responder el gran interrogante: ¿qué tienen algunos países que les permite exportar más que Colombia?
Lo primero que señalan los expertos es que las ganancias del comercio exterior son claves para la financiación de la inversión y el gasto se realice con ganancias del comercio exterior. Es decir, no es un tema menor.
Para que las exportaciones se conviertan en un motor de la economía, se requiere, además de acceso a los mercados, una capacidad productiva y competitiva, señalan los autores. Y eso se ha visto con creces en la realidad: ahora que el precio interno del café está por las nubes, Colombia, con todo y su caficultura competitiva, no puede aumentar la producción.
Según los autores del estudio, a fin de ser competitivos, los países deben determinar qué se puede producir, en qué volúmenes y cuáles son los costos asociados. Para enfrentar la competencia global se requiere una capacidad nacional por ofrecer condiciones propicias para la producción y, por ende, para las exportaciones, señalan.
Es así como “los países de ingreso alto han hallado una deseable combinación de los factores que se requieren para configurar niveles de producción que les permiten ser los mayores exportadores de mercancías”.
Exportaciones y subdesarrollo
Naciones que llevan la delantera en exportaciones, en general, tienen un alto desarrollo, mientras que “la mayor parte de los países de ingreso medio y bajo no han logrado crear el entorno de negocios favorable”.
En Colombia, entre tanto, perdemos el tiempo. “Todavía nos encontramos enfrascados en discusiones ideológicas absurdas sobre quién y cómo crear riqueza, además de niveles de corrupción e ineficiencia descomunales que impiden procesos productivos de alta calidad”, señalaron los investigadores.
El modelo de las confecciones
Valencia y Sneyder Rivera partieron de situaciones ocurridas en “la próspera industria de textiles y confecciones”, que fue golpeada por la pandemia (la gente solo compraba pijamas y sudaderas). El efecto macabro de no saber exportar se ven en ese sector, el cual ha destruido 157.000 puestos de trabajo.
Los investigadores pusieron sobre el tapete lo que ocurre en China, Bangladés, Turquía, Vietnam e India, que logran tener industrias poderosas y exportar a países productores como el nuestro.
Según el contenido del estudio, la productividad, de la que en Colombia solo se habla para negociar el salario mínimo, es una de las variables que permite que a unos países les vaya mejor.
En ese contexto, los investigadores hablaron de la de la mano de obra, que en términos contables representa un costo, mientras que desde el punto de vista macroeconómico, representa la diferencia entre poder o no consumir los productos que ofrece el aparato productivo. “Esa doble condición contradictoria genera cierta confusión en el diseño de políticas públicas. Unos promueven su reducción y otros su incremento, sin resultados específicos y sin considerar otros elementos asociados”.
El salario justo tiene mucho que ver
De acuerdo con lo hallado en el análisis de Valencia y Sneyder Rivera, “los indicadores salariales muestran que Colombia paga salarios promedio mensuales más altos que Bangladés, Vietnam e India, pero más bajos que China y Turquía”.
“China es quien paga los salarios promedio más altos entre los seis países y quien logra tener la competitividad más alta, con altos niveles de productividad. Bangladés, por su parte, paga salarios muy bajos y tiene la posición más rezagada en competitividad y en productividad”.
Colombia, por ejemplo, paga menos sobrecostos salariales que China, Bangladés, Turquía y Vietnam, señalan los investigadores.
Mucha tela por cortar
Los costos de la energía también entrarían a primar, cuando se trata de analizar las razones por las cuales una nación en condiciones más o menos parecidas no logra vender en el exterior. Según los estudiosos, “Colombia tiene los más altos comparados con los otros cinco países. Son 20 % más caros que en India, 31 % más caros que en Bangladés, 40,8 % más caros que en China, 53 % más caros que en Turquía y 77 % más caros que en Vietnam”.
Tampoco hay que dejar de lado los impuestos, entre los que mencionan los investigadores una renta corporativa que, en promedio, oscila entre 40 y 75 %.
En la ‘lista de mercado’ sobre las razones acerca de por qué ellos sí y nosotros no, siguen otros temas como los aranceles. “Los países que son grandes exportadores, también son fuertes proteccionistas de sus empresas”.
Mucha tela por cortar queda alrededor de este tema que debe ocupar la atención de los gobiernos, pues sin exportaciones resultan más complejo la competitividad, el crecimiento y la generación del empleo.