Inversionistas
Voyager Digital se declaró en bancarrota tras desplome de criptomonedas
La semana pasada, la compañía suspendió las retiradas de fondos, los depósitos y todas las transacciones en su plataforma debido a las condiciones actuales del mercado.
La plataforma de negociación y préstamo de criptomonedas Voyager Digital se acogió voluntariamente a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, con el fin de acometer la reestructuración de la compañía y maximizar el valor para todas las partes interesadas.
La firma presentó la solicitud voluntaria de reorganización bajo el Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York y tiene la intención de buscar el reconocimiento del caso en el Tribunal Superior de Justicia de Ontario (Canadá) de conformidad con la Ley de Acuerdos de Acreedores de Empresas.
En la documentación presentada, Voyager Digital asegura disponer de unos 1.300 millones de dólares en criptoactivos en la plataforma, más 350 millones de dólares en efectivo en la cuenta para clientes del Metropolitan Commercial Bank, mientras que acumula reclamaciones por impago de más de 650 millones de dólares contra el fondo Three Arrows.
Este ‘hedge fund’ de inversión centrado en criptomonedas no pudo cumplir con las llamadas de margen por parte de varios de sus prestamistas a mediados del pasado mes de junio. Three Arrows había invertido en las criptos Terra y Luna, que quebraron por completo y desencadenaron una crisis del sector cripto o ‘criptoinvierno’.
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La semana pasada, Voyager suspendió las retiradas de fondos, así como los depósitos y todas las transacciones en su plataforma debido a las condiciones actuales del mercado. Otras firmas, como Celsius, Babel Finance y Vauld se vieron forzadas a tomar medidas similares ante la volatilidad del sector y el desplome del valor de los activos cripto.
“Esta reorganización integral es la mejor manera de proteger los activos en la plataforma y maximizar el valor para todas las partes interesadas, incluidos los clientes”, dijo Stephen Ehrlich, consejero delegado de Voyager Digital.
El mundo de los criptopréstamos oscila entre el riesgo y la agitación
Los gigantes de los préstamos en criptomonedas, que comenzaron su actividad aspirando a competir con la banca tradicional, se enfrentan ahora junto a sus clientes a la ruina financiera debido a su apetito por el riesgo y a la escasez de barreras reguladoras.
Celsius Network, que suspendió los retiros de fondos a mediados de junio, había advertido dificultades para conciliar las tasas de interés: cobraba solo 0,10 % por préstamos y pagaba más de 18 % por los depósitos. Semanas después depósitos que totalizaban 11.800 millones de dólares, seguían congelados.
“De una u otra forma, Celsius caerá en bancarrota”, opinó Omid Malekan, profesor de la Universidad Columbia. “Aunque recupere 98 centavos por dólar para sus ahorristas, nadie querrá utilizarlo” nuevamente, añadió.
Desde entonces, otros operadores se han enfrentado a un destino similar, desde CoinFlex hasta Babel Finance, que también probó suerte con los préstamos y tuvo que congelar los retiros, mientras que Voyager Digital se declaró en bancarrota.
La devastadora secuencia comenzó con la fuerte caída de las criptomonedas, incluido el bitcóin, que perdió casi el 60 % de su valor en los últimos seis meses. El desplome del valor, que fue cayendo a medida que la inflación global se aceleraba y la invasión rusa de Ucrania sacudía la economía mundial, provocó una reacción en cadena y forzó a las empresas a ofrecer nuevas garantías financieras o a devolver inmediatamente los préstamos.
Algunas entidades prestamistas como Three Arrows Capital, de Singapur y que actualmente está en quiebra, no consiguieron suficiente dinero para responderle a sus acreedores y entonces congelaron las cuentas de los clientes.
“La mayoría de esas compañías otorgaban préstamos sin garantías o con bajas garantías”, dijo Antoni Trenchev, cofundador de Nexo, otra plataforma de criptomonedas. Trenchev sostuvo que su compañía evitó ese problema mediante estrictas reglas para la concesión de créditos y con un “prudente manejo del riesgo”.
A diferencia de los bancos, estos prestamistas no están obligados a guardar dinero en reserva para protegerse de préstamos incobrables.
Pese a las turbulencias, la mayoría de los observadores esperan que las criptomonedas se recuperen de los actuales problemas de préstamo y no creen que eso suponga el fin de este tipo de préstamos.
*Con información de la Agencia AFP y Europa Press