Inversionistas
Wall Street cerró nuevamente a la baja este miércoles y sigue sin dar señales de recuperación
La caída de Tesla y el invierno en EE. UU. jugaron en contra de esta plaza.
Wall Street cerró en fuerte baja este miércoles 28 de diciembre, tras una vacilante jornada en la que las tasas subieron levemente en un mercado poco activo y que poco a poco pone sus expectativas en lo que vendrá para el próximo año.
Al cierre de las operaciones en esta oportunidad, el índice industrial Dow Jones cayó 1,10 %, el Nasdaq, de valores tecnológicos, perdió 1,35 % y el S&P 500 retrocedió 1,20 %, por debajo de los 3.800 puntos. La falta de confianza y buenas noticias le siguen pasando factura a la plaza neoyorquina, que no ha vivido un mes de diciembre favorable.
En esta ocasión los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subieron ligeramente hasta 3,87 % desde el 3,84 % del día anterior a expensas de los precios de las acciones. Así mismo, tras un comienzo positivo de jornada, los índices cayeron a números rojos en un contexto de escaso volumen de negociación propio de la temporada festiva.
Analistas también citaron ventas por parte de inversores que buscan registrar pérdidas a efectos fiscales. “Estamos en un mercado bajista”, dijo Adam Sarhan, de 50 Park Investment. “La buena noticia es que la valoración del mercado ha bajado considerablemente en los últimos seis a doce meses, lo que prepara el terreno para el próximo mercado alcista”.
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“Sin embargo, todavía pueden comprimirse más los valores antes de que lleguemos al final de este mercado bajista”, añadió.
Las pérdidas fueron generalizadas, pero las tecnológicas sufrieron más. Apple cayó 3,1 %, Netflix 2,6 % y la matriz de Google, Alphabet, 1,7 %. Las acciones chinas cotizadas en Estados Unidos cayeron en medio de la preocupación por la propagación del virus Covid-19 en China.
Así mismo, durante este día los inversores observan con atención el desplome de Tesla, ya que el fabricante de coches eléctricos ha perdido casi el 70 % de su valor bursátil en lo que va de año. La demanda de servicio de esta empresa ha caído durante los últimos meses y eso ha venido encendiendo alarmas en los diferentes mercados.
Los estragos de la tormenta invernal
Estados Unidos ha venido superando lentamente esta semana una histórica tormenta invernal que mató al menos a 56 personas, y cuyo impacto se sigue sintiendo especialmente en los aeropuertos, donde cientos de miles de pasajeros buscaban tomar un vuelo tras una cascada de cancelaciones. Por ahora los expertos y analistas esperan conocer las afectaciones económicas que generará este fenómeno natural.
Intensas nevadas, vientos helados, temperatura polar, incluso en regiones acostumbradas a los duros inviernos; es el panorama que sigue golpeando al gigante norteamericano. La ventisca que azota al país desde hace una semana ha causado estragos, hasta el punto de que los equipos de rescate en ocasiones se han quedado varados.
El frío se sintió en diversos grados en gran parte del país, incluidos Texas y Florida, que no están acostumbrados a esas condiciones climáticas. En ambos estados del sur el tiempo mejoró el miércoles, con temperaturas en ascenso. Pero esto no quiere decir que la población esté fuera de peligro, según las autoridades.
Europa y la crisis por los cereales
Las principales bolsas europeas, salvo la de Londres, cerraron en rojo este miércoles ante las perspectivas económicas inciertas del próximo año.
La Bolsa de Londres progresó un 0,32 % mientras que la de Fráncfort terminó la sesión con un retroceso de 0,50 %. En París, el parqué cedió un 0,61 % al cierre; en Madrid, un 0,14 % y en Milán, un 0,36 %.
El mercado de cereales entró en 2022 en una era de incertidumbre debido a la guerra en Ucrania, que puso en evidencia la fragilidad de los sistemas alimentarios del planeta. Los analistas definen 2022 como un “año de extremos”, “fuera de lo corriente”, y prevén que la volatilidad se mantenga en 2023, con precios apuntalados por el regreso de la demanda de China, que está eliminando sus restricciones sanitarias.
En 2022, los precios del trigo -y por tanto, del pan- vivieron en una “montaña rusa”, en el tenso contexto de la recuperación post-covid, que había inflado los precios de la energía y los granos.
El mundo esquivó el peor escenario de “huracanes de hambruna” que llegó a evocar la ONU, pero se espera que en 2023 la factura global de las importaciones de alimentos suba un 10%, según la FAO.
*Con información de AFP.
