Empleo
¿A qué edad comienza a ser más difícil conseguir empleo? Esto revela un estudio
Un análisis reciente muestra que la percepción de discriminación por edad en el mercado laboral aumenta a partir de los 40 años, una cifra que expone el reto que enfrentarán las empresas ante una población cada vez más envejecida.
En Colombia, la población experimenta un marcado envejecimiento y el mercado laboral ya siente sus efectos. Cada vez más personas, por ejemplo, optan por retrasar su jubilación, motivadas por una vida más longeva y una buena salud, lo que genera un mercado laboral multigeneracional y plantea desafíos de inclusión. En este contexto, un reciente estudio de Buk, empresa de software de gestión de personas, expone que desde los 40 años, la percepción de una posible discriminación laboral se hace más relevante.
El informe resalta que a partir de esta edad los trabajadores sienten que su empleabilidad se ve afectada por estigmas que rodean la edad y, en particular, por ideas relacionadas con la experiencia y la adaptación a las nuevas tecnologías.
Los datos de Buk, obtenidos a partir de encuestas a más de 4.000 colaboradores en Colombia, Chile, México y Perú, muestran que el 39 % de los trabajadores entre 40 y 49 años considera que su edad se ha convertido en una barrera en la búsqueda de empleo. Esta percepción aumenta al 45 % entre quienes superan los 50 años, y entre las principales razones que mencionan son el “exceso de experiencia” y la “falta de conocimientos tecnológicos”.
A pesar de las virtudes que una larga trayectoria pudiera ofrecer, el estudio reconoce que el proceso de búsqueda de empleo sí se ha vuelto más complicado; un comportamiento de la demanda laboral que por algunos expertos ha sido criticada, pues alegan que podría ser una fuga de oportunidades para las empresas.
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Siguiendo con este punto, y contrario a lo que muchas compañías pudieran suponer, el talento sénior puede ser una opción económica y ventajosa. Los datos muestran que los salarios alcanzan su punto más alto entre los 40 y 50 años, para luego estabilizarse o incluso disminuir, lo que indica que los trabajadores de mayor edad no necesariamente representan un costo adicional en términos salariales.
Además, el talento sénior es menos propenso a negociar aumentos salariales al ingresar a un nuevo puesto y reporta altos niveles de satisfacción y compromiso laboral, cualidades que se traducen en estabilidad en los costos de personal, mayor lealtad y una rotación significativamente menor.
Aunque la remuneración y las oportunidades de crecimiento siguen siendo aspectos importantes para los trabajadores de todas las edades, Buk destaca que los profesionales mayores de 50 años valoran de manera particular la cultura organizacional y el impacto social de la empresa.
Esto representa una oportunidad para que las empresas que deseen captar y retener talento sénior adopten políticas de cultura inclusiva y responsabilidad social.
La tecnología, y en especial la inteligencia artificial (IA), presenta otro reto importante para la integración de los trabajadores mayores de 50 años. En general, el talento sénior muestra menos disposición hacia el uso de IA, lo cual se debe principalmente a la falta de familiaridad y a cierta resistencia frente a esta tecnología. Sin embargo, el estudio de Buk revela que, en las empresas donde se promueve una actitud positiva hacia la IA, la adopción de esta herramienta por parte del talento sénior se duplica.
Esto sugiere que, si las empresas fomentan una cultura de aprendizaje y brindan el apoyo necesario, los trabajadores de mayor edad pueden adaptarse y aprovechar nuevas tecnologías de manera efectiva.
Con una población en proceso de envejecimiento, las empresas deben prepararse para gestionar una fuerza laboral cada vez más diversa en términos de edad.
Para Buk, la clave está en adoptar estrategias que permitan integrar plenamente a este grupo en el mercado laboral, lo cual no solo mejora la cultura organizacional, sino que también fortalece la resiliencia y el compromiso en las empresas.