GRADO DE INVERSIÓN
Altos niveles de deuda harían que Colombia pierda lo que le queda del grado de inversión
En las proyecciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo, se estima una deuda bruta de más del 60 % del PIB durante los próximos 10 años.
El Ministerio de Hacienda reveló las proyecciones macroeconómicas de Colombia para los próximos 10 años en la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2021, donde se evidencian altos niveles de endeudamiento y un ajuste fiscal leve.
Según las proyecciones de Hacienda, la deuda bruta del Gobierno Nacional Central seguirá estando por encima del 60 % PIB durante los próximos 10 años, e incluso llegará al 69 % del PIB en 2022, 2023 y 2024.
Estos altos niveles de endeudamiento harán que Fitch Ratings rebaje la calificación de Colombia y le quite el grado de inversión, tal y como lo hizo S&P Global Ratings semanas atrás.
“Con este Marco Fiscal la decisión de Fitch se hace más fácil. Es decir, al mirar el tenue ajuste fiscal que tendrá Colombia, eso nos va a llevar a que Fitch nos rebaje la calificación”, dijo el director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, José Ignacio López.
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Y es que las calificadoras de riesgo, no solo Fitch, han sido enfáticas en que una deuda del Gobierno de más del 60 % “no es consistente con los países en grado de inversión”. A inicios de este año, las calificadoras estaban optimistas con el ajuste fiscal que pudiera hacer el Gobierno por medio de una reforma tributaria.
“Si bien no estamos manejando aún metas específicas de cuánto esperamos que recaude el Gobierno con la reforma y lo que implicaría para la calificación, si la reforma termina no recaudando tanto como espera el Gobierno, claramente va a haber que hacer un sacrificio: no se van a poder mantener los programas sociales como se propone, o el proceso de consolidación fiscal en los próximos años se vería complicado”, dijo semanas atrás el analista soberano para Colombia de la agencia calificadora Moody’s Investor Service, Renzo Merino.
Sin embargo, la caída de la reforma tributaria estructural propuesta por el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla y las luces que se han dado sobre la nueva reforma que se presentará en el segundo semestre del año, van a mitigar el ajuste fiscal que se tenía estimado.
Y es que en el Marco Fiscal de Mediano Plazo presentado en 2020, se estimaba que el ajuste fiscal que iba a ser Colombia en 2021 le permitiría llevar a la deuda del GNC por debajo del 60 % del PIB a partir del 2022.
Esto se debía al incremento de los ingresos de la reforma tributaria que se cayó, la cual aportaba más de $20 billones por año.
Es de mencionar que si bien el nivel de deuda del Gobierno va a aumentar durante los próximos años a causa de los efectos económicos que generó la pandemia, se prevé que el déficit fiscal se vaya reduciendo de manera gradual.
“Una certeza es que un déficit fiscal de entre el 7 % y 9 % del PIB no es sostenible. Para nosotros, déficits fiscales tan altos y con una deuda subiendo de manera constante, eso no es sostenible y generan riesgos para la estabilidad económica del país”, había advertido el analista para América Latina de Fitch Ratings, Richard Francis.
La crisis económica que generó la pandemia del coronavirus en 2020, sumada a las necesidades de gasto y ayudas sociales que implementó el Gobierno, hicieron que los niveles de endeudamiento de la Nación alcanzaran máximos históricos el año pasado.
La deuda bruta del gobierno nacional central (GNC) había terminado el 2020 en el máximo histórico de 64,8 % del PIB, mientras que en 2019 había sido del 48,6 % del PIB. Para el cierre de abril de este año, la deuda del GNC se ubicó en 60,4 % del PIB y la estimación es que termine el 2021 en 66,8 % del PIB.
La preocupación de los analistas, más allá de perder el grado de inversión, es que un alto endeudamiento va a complicar la sostenibilidad económica del país.
“Vamos a estar más vulnerables a cualquier impase y choque externo. Con una deuda tan alta, la probabilidad de tener una política contracíclica en los próximos 10 años va a ser muy baja, pues en cualquier momento si hay un ajuste en precios del petróleo le va a costar muchísimo al gobierno salir a buscar recursos adicionales para sortear ese choque”, dijo López.
“Si uno se acostumbra a vivir con un nivel de deuda muy alto, frente a cualquier cambio en sus ingresos le va a tocar hacer un ajuste muy fuerte en gasto (que en Colombia es inflexible) o nuevamente recurrir a una subida de impuestos. El tema es la vulnerabilidad y a la economía colombiana le va a tocar aprender a vivir con esa vulnerabilidad que no va en línea con la historia económica del país”, agregó.
Durante la presentación del Marco Fiscal, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, explicó que la deuda seguirá siendo alta para poder continuar dinamizando la economía y ayudando a los sectores más afectados por la pandemia.
“El ministro de Hacienda manifestó que la deuda pública como porcentaje del PIB no variará mucho ni este ni el próximo año, ya que para la reactivación de la economía se necesita seguir conservando muchos programas de gasto social y la economía todavía se está recuperando y no ha llegado a su potencial, previo a la covid-19. Esto por una parte es positivo, es una política contra cíclica porque ayuda a que se recupere mucho más rápido la economía, pero por otro lado seguirá teniendo en la mira de las calificadoras de riesgo ya que se mantiene una deuda pública del 60 % del PIB”, dijo el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.
Se espera que en el segundo semestre del año el Gobierno nacional presente una reforma tributaria que ayude a dar confianza y a estabilizar un poco las cuentas del país, aunque lo más seguro es que al nuevo Gobierno que entre en 2022 le tocará también presentar una reforma fiscal que aumente los ingresos de manera más estructural.
Se prevé que tanto Fitch Ratings como Moody’s (quienes aún tienen a Colombia en grado de inversión) se pronuncien sobre la calificación soberana de Colombia en las próximas semanas.