Economía

Álvaro Uribe advierte sobre las ‘bonanzas dolorosas’ que vive el país: violencia, impuestos y migración de colombianos

El exmandatario destacó el buen momento del café y la mejora del consumo, pero advirtió que es insuficiente pues se requiere mejorar la confianza para que se reactive la inversión.

Redacción Economía
8 de diciembre de 2024
El expresidente Álvaro Uribe Vélez analiza la situación económica actual del país.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez analiza la situación económica actual del país. | Foto: Semana/ Getty Images

Se aproxima el cierre de año y con él, el momento de hacer balances y de proyectar lo que viene de aquí en adelante. Todo indica que la economía colombiana va a terminar 2024 con un desempeño mejor al registrado en 2023, cuando prácticamente no creció, pero el dato sería igualmente insuficiente para las necesidades del país.

El buen desempeño del aparato productivo no solo estaría basado en un efecto estadístico, tras un pírrico avance del PIB de 0,6%, sino también en sectores que está pasando un buen momento, como es el caso del agro.

Específicamente en lo que respecta al café, el producto nacional por excelencia, algunos hablan de una bonanza por los altos precios y el incremento en la producción, pero desde la misma Federación de cultivadores del grano niegan esa situación y dicen que hoy apenas están recuperando las pérdidas del año pasado. Algo similar ocurre con las remesas, que están llegando a máximos históricos, lo que tiene un impacto directo en el consumo de los hogares.

Este tipo de ‘bonanzas’ fueron el tema al que el expresidente Álvaro Uribe Vélez le dedicó su acostumbrada reflexión de los fines de semana, que da a conocer a través de cuenta en X. Allí el líder del Centro Democrático destacó la mejora en el consumo, en especial para la temporada de diciembre.

Las bonanzas son contundentes. Una cosecha de café aproximadamente de 13 millones de sacos, de buena calidad, las lluvias y el sol fueron pródigos. El precio internacional está alrededor de 3 dólares la libra y la carga a más de 2 millones de pesos. Dinero que irradia toda la economía. Las remesas de quienes viven en el exterior pueden alcanzar, e incluso superar, los 12 mil millones de dólares. Los intereses ya están a la baja, la inflación también”, precisó el exmandatario.

Igualmente, destacó la caída en los precios de los electrodomésticos y de aparatos como los teléfonos celulares, lo cual ha servido para compensar parcialmente la devaluación del peso frente al dólar. En ese mismo frente se refirió al aumento en las ventas de motos, que superarán las 800 mil unidades, así como al buen momento que vive el precio del oro, que está en un récord de 2.700 dólares por onza.

Los precios del oro se han mantenido al alza ante la incertidumbre económica global.

“Nuestra producción de oro oscila entre 30 y 50 toneladas al año. Infortunadamente el 60% o más puede ser de minería ilegal y esa minería ilegal, como el narcotráfico, que supera las 250 mil hectáreas, además de ser sustentadores de violencia, crean otra economía”, advierte Uribe Vélez, al tiempo que señala que existen otras ‘bonanzas’, que son las que llama de la economía real y que son “dolorosas”.

En particular, se refiere al aumento de la violencia, los impuestos, las reformas y el gasto público. En su concepto, esto ha contribuido a reducir la inversión al 17% cuando debería estar entre el 28% y el 32% del PIB. “Preocupa la Inversión Extranjera Directa con una caída continua, superior al 12%. También debe mirarse con cuidado la disminución de la Formación Bruta de Capital y la dinámica de cierres y de insolvencia de empresas”, insiste.

El exmandatario también analiza la otra cara del aumento de las remesas, pues la mayor cantidad de giros también implica que más colombianos decidieron migrar. “Grave y dolorosa es la salida sin tiquete de retorno de jóvenes preparados. Ya catalogan a Colombia como el segundo país con alto número de ciudadanos que buscan asilo por fuera. Gana Venezuela, pero detrás de Colombia están Afganistán y Siria”, puntualiza.

“Las bonanzas ayudan en el momento, pero la economía real, la confianza de inversión privada, es lo único que sirve en el transcurso del tiempo”, concluye el expresidente.