Macroeconomía
Análisis del FMI y Banco Mundial ratificó solidez del sistema financiero colombiano
Se tuvo en cuenta la estabilidad financiera, la institucionalidad macroprudencial, el cumplimiento de los principios de supervisión eficaz de Basilea, el marco de resolución y gestión de crisis, entre otros temas.
Las autoridades financieras colombianas destacaron las conclusiones publicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial luego de la evaluación realizada en 2021 al sector financiero colombiano en el marco del Financial Stability Assesment Program (FSAP), un programa que se implementa luego de la crisis de los 90 con el objetivo de identificar los puntos fuertes y débiles de los sistemas financieros.
El análisis adelantado por los organismos multilaterales comprende aspectos relacionados con la estabilidad financiera, la institucionalidad macroprudencial, el cumplimiento de los principios de supervisión eficaz de Basilea, el marco de resolución y gestión de crisis y los avances en materia de riesgos climáticos.
En su informe, los evaluadores de la misión FSAP concluyen que ante escenarios de estrés los bancos en Colombia muestran niveles de solvencia y liquidez que los hacen ser resistentes a eventuales crisis económicas, algo que por demás se hizo evidente durante la crisis inducida por la pandemia en 2020 y 2021.
Destacan además los avances en la supervisión bancaria en línea con los principios de supervisión eficaz de Basilea y consideran que la Ley de Conglomerados y la aplicación gradual de los requisitos de Basilea III han dado lugar a un marco más sólido para la supervisión bancaria.
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En particular, los organismos multilaterales señalan que, de los 29 principios de supervisión bancaria de Basilea, Colombia pasó de tener un 41 % de ellos cumplidos/ampliamente cumplidos en 2012 a registrar un 90 % en 2021.
Así mismo, señalan que la supervisión macroprudencial es eficaz y que el marco de gestión de crisis se ha reforzado considerablemente con la incorporación de reformas estructurales que incluyen nuevos mecanismos e instrumentos de resolución, la identificación de herramientas para crisis sistémicas y no sistémicas y el intercambio de información y coordinación en la Red de Seguridad Financiera (RSF).
Con relación a la crisis derivada por la pandemia de la covid-19, destacan la gestión ordenada con una respuesta política, fiscal, monetaria y de apoyo contundente con medidas como el PAD y el otorgamiento de períodos de gracia a los deudores, evitando la ocurrencia de fallas sistémicas que comprometieran la estabilidad y solidez del sistema financiero.
Con respecto a la inclusión financiera, indican que el compromiso firme y sostenido del sector público junto con las reformas legales y reglamentarias permitieron alcanzar los objetivos de acceso, los cuales deben ser complementados con los desarrollos pendientes para pagos digitales.
Señalan, además, que en materia de gestión de lavado de activos y financiación del terrorismo el país ha hecho progresos significativos en la alineación de su marco normativo con el estándar revisado del Grupo de Acción Financiera (Gafi).
Los evaluadores del FSAP 2021 señalan que Colombia está a la vanguardia de la región en el desarrollo de un entorno normativo favorable para facilitar la movilización de capital hacia proyectos sostenibles y mejorar el papel del sector financiero en la gestión de los riesgos climáticos.
Los retos para los próximos años
Desde una perspectiva institucional, el grupo evaluador ratificó la recomendación emitida en el 2012 relacionada con la necesidad de introducir ajustes legales que fortalezcan la independencia del supervisor a través de la definición del periodo mínimo del superintendente y de herramientas que provean protección legal explicita a la Superintendencia Financiera.
Con relación a la gestión de riesgos y la convergencia a estándares, en las conclusiones conocidas se menciona la necesidad de avanzar en la definición de lineamientos específicos y claros respecto de las operaciones con partes vinculadas y grandes exposiciones, la evaluación del capital interno (ICAAP) y el riesgo de tasa de interés en la cartera bancaria, así como en cerrar las brechas de información de endeudamiento de hogares, desarrollos que se encuentran en proceso.
De la misma forma, considerando las exposiciones trasfronterizas y la complejidad de los conglomerados financieros, el FSAP-2021 insta a las autoridades a complementar las evaluaciones de interconexión y contagio con base en metodologías técnicas como el análisis de redes.