Dólar

Analistas esperan impacto en el precio del dólar en Colombia por el caso Petro

El dólar se ubicó en un precio promedio en $4.077.

Redacción Semana
4 de agosto de 2023
El dólar en Colombia bajó ligeramente este 4 de agosto.

El comportamiento del precio del dólar en Colombia se mantuvo a la baja durante casi 15 días, incluso en terrenos de calma estuvo desde Semana Santa. Con una Tasa Representativa del Mercado (TRM) que quedó por debajo de los 4.000 pesos, nada más este primero de agosto, se ubicó en 3.898 pesos, la más baja que va en lo corrido de 2023.

De izquierda a derecha, Day Vásquez, Nicolás Petro y Laura Ojeda.
De izquierda a derecha, Day Vásquez, Nicolás Petro y Laura Ojeda. | Foto: A.P.I

Ahora la divisa norteamericana desde el 2 de agosto hasta este viernes 4 de agosto, se ha disparado y aunque los expertos indican que se debe principalmente a factores internacionales, como la decisión de la agencia de calificación crediticia Fitch de rebajar la nota de la deuda de Estados Unidos, de la perfecta AAA a AA+, sí esperan que los aspectos nacionales como el caso Petro tenga repercusiones en el valor del dólar, pues la experiencia ha demostrado que sí ha subido, por ejemplo, cuando hubo el primer remezón ministerial.

El caso Petro y las decisiones judiciales que giraran en torno podrían afectar la confianza de los inversionistas en Colombia, advierten los expertos.

¿Cuál fue el comportamiento del dólar este 4 de agosto?

De acuerdo con los primeros reportes del día (viernes 4 de agosto) entregados por la BVC, la moneda estadounidense comenzó con un precio inicial de 4.135 pesos. De esta forma, bajó más de 9 pesos frente a la TRM, fijada para este martes de 2023 por la Superintendencia Financiera en 4.144 pesos.

Precio del dólar en la jornada de apertura de este 4 de agosto.
Precio del dólar en la jornada de apertura de este 4 de agosto. | Foto: Bolsa de valores

Dólar y crecimiento económico

Los miembros de la junta del Banco Central colombiano manifiestan que todas las señales apuntan a la desaceleración de la actividad económica en el segundo trimestre, dato que se conocerá el 15 de agosto y que, según las expectativas, habría sido mayor a la prevista.

El crecimiento para 2023 luce bajo, en comparación con los elevados resultados obtenidos en 2021 y 2022, señala el Emisor en el documento. En medio de esa contracción esperada, lo bueno es que el empleo se sigue recuperando y ya en junio la tasa de desempleo bajó a un dígito: 9,3 % y para las trece principales ciudades cayó a 8,8 %.

Ahora, en el contexto político, luego de conocerse en Colombia las declaraciones entregadas por Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, podría también generar nuevas incertidumbres. Cabe señalar que las Minutas del Banco de la República no incluyen comentarios al respecto.

Por otro lado, sobre los precios de los alimentos en el país y según los argumentos de los integrantes de la junta del Banco de la República, pese a las disminuciones de la presión inflacionaria en los últimos tiempos, la canasta básica, sin incluir alimentos no regulados, aún es bastante alta:

“Para junio se mantuvo en 10,5 %, el más alto de este siglo”. Esto quiere decir que los alimentos estaban corrigiendo el precio, pero seguía la tendencia alcista de la gasolina, por ejemplo.

Los arriendos pueden subir hasta la inflación del año anterior. Sin embargo, eso no ha ocurrido este año, pues las alzas de los alquileres han sido inferiores al índice de precios al consumidor (IPC). La caída en el precio del dólar también representa un alivio en el nivel de precios del país.
Los arriendos pueden subir hasta la inflación del año anterior. Sin embargo, eso no ha ocurrido este año, pues las alzas de los alquileres han sido inferiores al índice de precios al consumidor (IPC). La caída en el precio del dólar también representa un alivio en el nivel de precios del país. | Foto: alexandra ruiz poveda-semana / JONATHAN CHIQUIZA

Ahora, con la proximidad del fenómeno de El Niño, podría volver a haber efectos sobre los precios de los alimentos y la energía, pues la comida depende de las cosechas y la luz depende del agua, dos componentes que podrían verse impactados por una eventual sequía.