Infraestructura
Ante anuncio de MinHacienda de que los peajes no subirán más en 2024, constructores de vías alertan por las consecuencias
Desde los concesionarios dicen que las tarifas de los peajes no impactan tanto la inflación, pero que no seguir ajustándolos sí golpea la confianza inversionista y el desarrollo de nuevas obras.
El valor de los peajes en Colombia completa dos años de anomalías desde que en 2023 el gobierno del presidente Gustavo Petro decidió congelar sus tarifas, rompiendo la costumbre de ajustarlos cada año con la inflación y generando un grave problema para los empresarios del sector de infraestructura, quienes justamente recuperan su inversión a través de los cobros a los usuarios de las vías.
El argumento de ese momento del Gobierno para no subir los peajes era el de proteger el bolsillo de los colombianos, pues justo al final de 2022 la inflación (que era la base para el alza de 2023) estaba en uno de sus puntos más altos del presente siglo. Eso generó un hueco adicional a las finanzas públicas, pues los recursos de los peajes también se usan para el mantenimiento de las vías.
En 2024 finalmente se anunció el alza en las tarifas de peajes en varias etapas. La primera, del 13,12 %, que correspondía a la inflación de 2022 y se hizo efectiva en enero de 2024, y luego era necesario subir la inflación de 2023, que fue del 9,28 %, en agosto subió la mitad de ese valor 4,64 % y estaba pendiente la otra mitad, pero el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, al participar en el Congreso de Analdex, aseguró que para lo que resta de este año, los peajes no subirán más. “Los precios de los peajes se están ajustando, este año ya no hay más ajustes. Lo que queda es para el año entrante”, reiteró.
Esta declaración generó reacciones inmediatas y la primera fue la de Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), quien en su cuenta de X aseguró que al no seguir ajustando los peajes, “el déficit de los proyectos de concesión vial continuará creciendo, a pesar de que las obras han sido construidas y entregadas por los concesionarios al Estado, gracias a la financiación aportada por recursos de los ahorradores, que deben ser pagados, entre otros, con los ingresos por el recaudo de las tarifas de peaje”.
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Sobre el anuncio hecho por el ministro de Hacienda @ricardobonillag @MinHacienda, en el sentido de que este año no se hará el ajuste pendiente en las tarifas de los peajes, vale advertir:
— Juan Martin Caicedo (@JMCaicedoFerrer) August 23, 2024
1. El déficit de los proyectos de concesión vial continuará creciendo, a pesar de que las…
Añadió que, de hecho, de acuerdo con la Contraloría General de la República, el déficit generado por la no indexación de los peajes suma un billón de pesos (410.000 millones por la no indexación en 2024 y el restante por la no indexación en 2023) y que, para su respectiva compensación, el Estado tendría que apropiar nuevos recursos de la nación, alimentados por todos los colombianos vía impuestos, lo cual afectaría incluso a quienes no utilizan las vías.
El ministro Bonilla argumentó su decisión de no subir más los peajes para contribuir a la reducción de la inflación, que en julio se situó en el 6,86 % anual. No obstante, Caicedo Ferrer indicó que el impacto de los peajes en la inflación es prácticamente nulo: tan solo 0,01 puntos porcentuales, de acuerdo con el propio Dane.
A eso le suma el impacto que tiene una decisión de este tipo sobre “la confianza inversionista y la seguridad jurídica”.
En el evento de Analdex, Bonilla también se refirió a otro incremento de precios que está pendiente y que es el diésel, el cual busca reducir los subsidios que recibe ese combustible. Explicó que después de 14 mesas no fue posible llegar a un acuerdo con los transportadores. “Entonces vamos a tomar una decisión con el presidente”.
Con respecto a la preocupación de que cuando sube el diésel suben muchos precios, debido a que es el combustible que se usa para el transporte de carga y de pasajeros, el ministro aseguró que el impacto de la inflación es a duras penas 0,3 %. “Eso es algo que en algún momento hay que ajustar y que ya uno se tiene que quitar el imaginario de que cuando sube el precio de los combustibles debe subir todo. Eso es un impacto más imaginario que real”, enfatizó.