VIVIENDA
Arriendos se encarecen más para los colombianos pobres
Colombia sigue siendo un país de arrendatarios, pese a políticas que buscan hacer propietarios. Para los habitantes de la base de la pirámide social, el costo de la vivienda arrendada aumenta más que en los estratos altos. Esta es la situación.
El costo de los arriendos para los hogares colombianos es un tema en el que hay que ir pensando, teniendo en cuenta que el incremento en el canon que una familia paga por la vivienda sube de la mano con la inflación, indicador que ya está por encima del rango meta que tiene el Banco de la República, y que es de entre 2 % y 4 %.
El tema recae sobre millones de familias, pues, contrario a lo que se cree, esta nación sigue siendo de arrendatarios, pese a que se han promovido políticas para incentivar la compra de vivienda.
La vivienda es uno de los gastos más pesados para los hogares, aún con lo sucedido en el año de la pandemia, cuando se congelaron los costos, o, incluso, se redujeron los cánones. En octubre, según los datos que fueron incluidos en el informe de inflación del Dane, el alojamiento empezó a recuperar los niveles prepandemia, es decir, de nuevo están alzando vuelo, lo que para unos es benéfico, porque son arrendadores y reciben algún ingreso por esa vía; pero para otros significa -prácticamente- dejar de comer para pagar vivienda.
La situación se torna más complicada en los niveles más bajos de la pirámide social (pobres y vulnerables), población que, al recibir menos ingresos, tienen que destinar un mayor rubro a la vivienda, de la plata disponible para los gastos del hogar.
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Las amenazas
En octubre, la inflación en los doce meses (de octubre 2020 a octubre 2021), se ubicó en 4,58 %, y eso que en ese mes la contuvo el rebajón de precios que se aplicó en algunos productos que están en la lista de los exentos del IVA, durante la jornada que se realizó en el país (día sin IVA).
En lo corrido del año (diez primeros meses), la inflación va en 4,34 % y la expectativa del Banco de la República es que termine el año en 4,9 %. Sin embargo, hay otras amenazas sobre esa cifra que, de por sí, es alta en comparación con la tendencia de estabilidad que traía el país antes de la pandemia.
Una de dichas amenazas es el posible desabastecimiento de mercancías, debido a la crisis global de contenedores, lo que causaría escasez de oferta de productos y, como el mercado se rige por la ley de oferta y de demanda, los precios podrían subir. Recordemos que inflación alta es igual a canon de arrendamiento más costoso.
¿A quién le pega más?
La vivienda, en general, tiene un peso enorme en el gasto de los hogares, pero, según el informe de inflación del Dane, en los hogares de menores ingresos tiene una mayor ponderación que en los de altos ingresos altos. Mientras para una familia pobre el peso del arriendo es de 19,85 %, para una de estrato alto es de 6,40 %. En el caso de las personas en la franja vulnerable, la ponderación del arriendo efectivo es de 15,14 % y para la clase media es de 10,83 %.
¿Cuántos y dónde están los arrendatarios?
Un informe del Dane le puso la lupa al tema de los arriendos y estableció que, en general, 43,3 % de los colombianos que habita en las cabeceras urbanas vive en arriendo o en subarriendo. La situación en el campo es distinta, pues solo 11,2 % son arrendatarios.
El estudio evidencia también que sigue habiendo población ocupando una vivienda sin que tenga el título correspondiente. En esa condición está 2,2 %. Pero en el área rural, la falta de titulación de la tierra se acentúa más: 4,7 %.
Por fenómenos como la migración, no solo internacional sino de colombianos que vienen de otros departamentos en busca de una mejor oportunidad, Bogotá se ubica en primer lugar como la ciudad con más arrendatarios: 50,8 % de ciudadanos vive en arriendo o en subarriendo. La zona del país en la que hay menos personas que requieren acudir al arriendo es Vaupés, con solo 4 % de la población.
¿Cuánto pagan?
En las estadísticas del Dane se evidencia que de todos los bienes y servicios que demandan gastos de los colombianos, el alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles representan 43,9 %.
En el total nacional, los alimentos y bebidas no alcohólicas se llevan 18,5 % del gasto de los hogares. En la zona rural, si bien lo que se destina para vivienda es mayoritario: 41,2 % del gasto, se destaca el incremento tan visible que los habitantes rurales destinan a la comida: 30,9 % del gasto.
En cuanto al costo en plata blanca, según el informe del Dane, existen unas enormes diferencias por ciudades. Mientras el promedio de un canon de arrendamiento en Bogotá es de $ 720.000 pesos, en Putumayo es de $ 239.000. Un salario mínimo en 2021 es de $ 908.526, cifra que en ciudades alejadas, escasea. ¿Vale la pena pensar en los arriendos?