Macroeconomía
“Asfixiando esta industria no se van a tranquilizar los mercados”: le dicen las petroleras al Gobierno
La combinación de la reforma tributaria y una política de “marchitamiento de la industria del petróleo” afectaría el interés de las compañías para seguir invirtiendo en Colombia.
Además del anuncio del gobierno del presidente Gustavo Petro de no firmar nuevos contratos de exploración y producción, las propuestas que se plasmaron en la reforma tributaria representan un fuerte golpe para el sector minero energético que se desarrolla en el país.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, reiteró la necesidad de revisar estas propuestas, porque “asfixiando esta industria no se van a tranquilizar los mercados, ni tampoco vamos a lograr mayor prosperidad”.
También considera importante darle un parte de tranquilidad a la industria “sobre que la dinámica exploratoria va a continuar en el país y que no se va a restringir a unos contratos existentes”, que no tienen garantizado un éxito exploratorio ni que el gobierno del presidente Gustavo Petro los vaya a sacar adelante.
“Muchos (contratos) requieren todavía licencia ambientales y consultas previas y dependen de la situación de orden público y de la viabilidad operacional en el territorio. Para que estos contratos salgan adelante, se requiere un gran compromiso del Gobierno y ni siquiera esos contratos son suficientes”, aseguró Francisco José Lloreda.
La sobretasa que se planteó para las exportaciones de petróleo tendría un nuevo cambio. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, le va proponer a los congresistas que la sobretasa dependa del precio internacional: si supera el 30 % del precio promedio de los últimos 20 años, será del 5 % y si supera el 60 %, será del 10 %.
Sin embargo, “todavía se está viendo cómo se va a manejar el tema de las regalías, que es un tema de mucha discusión”, ya que a través de la reforma tributaria se busca prohibir que sean deducibles del impuesto de renta que pagan las empresas del sector.
Para el presidente de la ACP, la combinación de la reforma tributaria (como está planteada) y una política de “marchitamiento de la industria del petróleo” afectaría el interés de las compañías para seguir invirtiendo en Colombia y cualquier proceso que realice la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para adjudicar nuevos contratos “sería un fracaso”.
“En este momento las empresas, viendo esa combinación de medidas y sumándole la aprobación del Acuerdo de Escazú (que va a dificultar aún más todos los procesos de este sector y de otros) genera una gran preocupación e incertidumbre. Por eso las empresas en este momento están revisando sus programas de inversión para el próximo año y que no nos sorprenda si los reducen entre 20 o 30 %”, aseguró Francisco José Lloreda.
Para este año, la ACP estima que la producción de petróleo en Colombia va a estar en torno a los 750.000-760.000 barriles día para 2022, pero si la tributaria pasa como está planteada y no se firman nuevos contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos, “no tengan la menor duda que la producción va a comenzar a caer”.
“Debemos ser muy cuidadosos con eso porque menos producción es acercarnos a perder autosuficiencia, son menos ingresos por exportaciones para el país, menos ingresos fiscales para la nación, menos ingresos de regalías para las regiones en momentos en que el país necesita recursos y mantener la autosuficiente en petróleo y gas”, advirtió el líder gremial.
En los últimos meses se han registrado en Colombia unos descubrimientos importantes de gas natural en tierra firme y el mar Caribe, pero para que se puedan desarrollar se “requiere de inversión y la inversión solo se da sí hay confianza inversionista y si hay perspectiva de que la industria va a continuar en Colombia”, manifestó el presidente de la ACP.
Por ello, considera que el Gobierno nacional debería estar concentrado en sacar adelante esos proyectos, convertirlos en exitosos y al mismo tiempo continuar con una política exploratoria acelerada para aprovechar una ventana de oportunidad que tiene el país.
“Ojalá tanto el presidente de la República como la ministra de Minas y Energía entiendan que no es incompatible avanzar en una diversificación y transición energética con tener una industria del petróleo y gas fuerte y robusta en las próximas décadas”, agregó.