Macroeconomía
Así está la industria del crédito en Colombia en el segundo trimestre de 2024: un panorama desafiante
Aunque crecen los nuevos créditos de vivienda y de libranza de 15,2 % y 5,4 %, respectivamente, la industria sigue atravesando por una senda difícil.
El segundo trimestre de 2024 ha sido un período complejo para el mercado crediticio en Colombia. Según el más reciente reporte de TransUnion, el acceso al crédito para los colombianos se ha visto limitado por una reducción en el apetito de las entidades crediticias, a causa del deterioro en el desempeño del mismo.
Los datos muestran un crecimiento significativo en los créditos de vivienda y de libranza, con aumentos del 15,2 % y 5,4 %, respectivamente. Estos incrementos se deben en parte a los subsidios gubernamentales para hipotecas y a la reciente competencia en las tasas de interés en el sector de libranza. Sin embargo, este crecimiento en ciertos segmentos no ha sido suficiente para contrarrestar las caídas en otras áreas del mercado.
La creación de tarjetas de crédito ha experimentado una caída del 38,4 % en comparación con el año anterior, siendo esta la disminución más significativa en el mercado. La caída ha sido especialmente pronunciada entre los consumidores con perfiles de riesgo alto y medio, con reducciones de hasta el 55,0 % y 45,6 %, respectivamente. Además, otros productos crediticios principales también han visto una disminución, con una caída generalizada del 10,8 % en los créditos de libre inversión y del 25,5 % en los microcréditos.
Virginia Olivella, directora sénior de Investigación y Consultoría de TransUnion Colombia, destaca que el aumento en el endeudamiento, junto con el deterioro en el comportamiento crediticio y la percepción del alto costo del crédito, ha ejercido una presión significativa sobre la dinámica del mercado crediticio. “El deterioro en el comportamiento, el aumento en la deuda de los consumidores y la percepción de altos costos están limitando el acceso al crédito y afectando el crecimiento en el mercado”, explica Olivella.
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La carga financiera, que representa el porcentaje del ingreso destinado al pago de deudas, sigue siendo elevada. Aunque ha disminuido ligeramente para los créditos no garantizados (como tarjetas de crédito y préstamos personales) al comparar mayo de 2024 con el mismo mes del año anterior, sigue siendo significativamente más alta que en mayo de 2022. En los créditos garantizados, como vivienda y vehículos, la carga financiera también ha aumentado en comparación con los años anteriores.
Las tasas de morosidad también han aumentado. Los microcréditos y créditos para vehículos han mostrado el mayor deterioro en términos de morosidad, con tasas del 9,1 % y 7,9 %, respectivamente, para el segundo trimestre de 2024. Esta tendencia refleja las dificultades económicas persistentes que enfrentan muchos colombianos.
A pesar de estos desafíos, surgen oportunidades para la inclusión financiera. Las fintech están desempeñando un papel cada vez más importante en la originación de nuevos créditos. La participación de las fintech en la originación de crédito ha aumentado del 4 % en 2022 al 7 % en 2024. Este crecimiento ha sido impulsado por el aumento en los créditos de libre inversión a corto plazo y de bajo monto, que han atraído a consumidores de mayor riesgo y con ingresos más bajos.
En particular, el porcentaje de consumidores nuevos al crédito (NTC) que comienzan su trayectoria con microcréditos ha aumentado del 19 % en 2022 al 24 % en 2024. Las fintech han contribuido a este crecimiento, ofreciendo productos de crédito accesibles para consumidores que tradicionalmente tienen un acceso limitado al sistema financiero formal.
Para avanzar en la inclusión financiera, se cree que es crucial que las entidades crediticias utilicen datos detallados para evaluar el desempeño crediticio y ofrecer productos ajustados a las necesidades de los consumidores. Además, los programas de educación financiera son fundamentales para ayudar a los consumidores a gestionar sus deudas de manera responsable y a entender mejor los productos crediticios disponibles.
Olivella concluye: “Comprender los detalles de las trayectorias crediticias de los consumidores es esencial para expandir el acceso al crédito de manera responsable. Esto no solo ayuda a construir carteras de crédito más saludables, sino que también apoya la inclusión financiera y empodera a los consumidores para aprovechar las oportunidades que ofrece el sistema financiero”.