Dólar en Colombia
Atención: desaceleración de la economía golpea al dólar. Su precio se dispara y alcanza los $4.130 al cierre
Este miércoles, 16 de agosto, la divisa cumple tres días consecutivos al alza.
El dólar revirtió su tendencia a la baja, y en lo que va de agosto ya ha recuperado el precio que perdió durante el último mes y medio. Son varios los factores que están incidiendo en dicho comportamiento alcista, entre los más destacables están la desaceleración de la economía colombiana y la situación internacional, puntualmente en China y Rusia.
En el resumen de la jornada de la Bolsa de Valores de Colombia, el dólar inició operaciones en $ 4.090, casi $ 6 menos de lo contemplado en la Tasa Representativa del Mercado, fijada por la Superintendencia Financiera, y generó expectativa, pues en los primeros minutos bajó hasta los 4.080 pesos.
No obstante, se revirtió la tendencia reduccionista, retomando el comportamiento de los últimos días, y disparándose hasta los $ 4.158,80. De hecho, el precio promedio refleja la escalada de la divisa estadounidense en el mercado nacional, pues registró un promedio de $ 4.130,32. La moneda norteamericana cerró operaciones en $ 4.130, recuperando 33,92 pesos, en la jornada del 16 de agosto.
Las cifras del Índice del Seguimiento a la Economía impactaron, severamente, en los mercados, y los inversionistas ven con preocupación el 0,3 %, reportado por el Dane, pues es una cifra muy baja, incluso por debajo de sus previsiones, y temen un rendimiento negativo en el tercer trimestre del 2023.
Tendencias
“Bajo este escenario, en lo corrido del año el crecimiento de la economía ha sido de 1,7 % y la dinámica podría continuar ralentizándose durante el 2023, por este motivo, desde el equipo de Occieconómicos, estimamos que el PIB crecería 1,16% en el 2023, menos de lo esperado por el promedio del mercado (1,33%)”, detallan desde Mesa Dinero del Banco de Occidente.
Algunos son un poco más pesimistas, distando de las proyecciones del Gobierno, que calcula un crecimiento entre el 1 % y el 1,8 %, según lo declarado semanas atrás por el ministro de hacienda, Ricardo Bonilla. Este es el caso de las proyecciones del Banco Itaú, quienes agregan en su concepto, que los indicadores de confianza dan muestras de la ralentización económica.
“Esperamos una fuerte desaceleración de la actividad económica al 1,3 % en 2023, por debajo del 7,3 % de 2022. La contracción secuencial en el 2T23 refleja una política monetaria restrictiva, la corrección de la demanda interna y la débil confianza del sector privado”.
A propósito de las proyecciones, el Banco de la República presentó su Encuesta Mensual de Expectativas de Analistas Económicos, y allí el emisor estima que el dólar cierre el 2023, con una TRM de $ 4.116. En el peor de los casos, la divisa se podría trepar hasta los $ 4.300, mientras que los más optimistas le apuntan a que podría caer, nuevamente, sobre la línea de los 3.900 pesos.
Según los resultados de la Gran Encuesta de Activos Financieros, presentados por Davivienda, entre sus conclusiones aseguran que la atención de los mercados está centrada en las tasas de intervención por parte de los bancos centrales.
Además, a pesar del repunte, los consultados aseguraron que el dólar se encuentra en un precio justo: “Las decisiones de los bancos centrales se consolidan nuevamente como el factor más relevante a nivel global para los encuestados, seguido de la inflación. En Colombia, el factor político continúa aumentando y generando preocupación en las decisiones de inversión, seguido de igual manera, por la inflación (...) Para el 47 % de los encuestados, el nivel del dólar en Colombia está en su precio justo; a su vez, el 47 % considera que el dólar (medido por el índice DXY) se debilitará en los próximos 30 días”, detallaron desde Davivienda.
A nivel internacional, los temores ante una posible recesión en China, sumado al desplome del rublo ruso, tienen en vilo a los mercados, que ven con preocupación cómo la inflación sigue desgastando a la eurozona, teniendo incidencia directa en la cotización del dólar en los mercados latinoamericanos, donde Colombia siente los coletazos.