Crecimiento Económico
Atención: el FMI dio malas noticias para la economía mundial de cara al futuro
Esta autoridad resaltó que la inflación sigue tocando niveles máximos, en un contexto de bajo crecimiento.
El Fondo Monetario Internacional presentó este lunes -30 de enero- su más reciente actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial, en la que no da buenas noticias de cara a lo que viene para este 2023 por culpa de la creciente inflación y el fantasma de la recesión que no da tregua y sigue rondando a grandes potencias como Estados Unidos, la Unión Europea y China; donde todavía se sienten también los efectos del Covid-19, la crisis de los precios del petróleo y la inestabilidad de los mercados de inversiones.
De acuerdo con este reciente reporte del FMI, se proyecta que el crecimiento mundial registre un descenso estimado de 3,4 % en 2022, a 2,9 % en 2023, para luego repuntar a 3,1 % en 2024. El pronóstico para 2023 es 0,2 puntos porcentuales más alto que el vaticinado en la edición de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) de octubre de 2022, pero inferior a la media histórica (2000–19) de 3,8 %
“La subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica. La rápida propagación de la COVID-19 en China frenó el crecimiento en 2022, pero la reciente reapertura ha desbrozado el camino para una recuperación más veloz de lo anticipado. Se prevé que la inflación mundial disminuya de 8,8 % en 2022 a 6,6 % en 2023 y a 4,3 % en 2024, niveles aún superiores a los observados antes de la pandemia (2017–19) de alrededor del 3,5 %”, destacó este Fondo en su análisis.
Esta autoridad también sostuvo que la balanza de riesgos continúa inclinada a la baja, pero los riesgos adversos se han moderado desde la publicación del informe WEO de octubre de 2022. Entre los riesgos al alza, son plausibles un impulso más fuerte de la demanda reprimida en numerosas economías o una caída más veloz de la inflación, mientras que entre los riesgos a la baja se destaca una evolución sanitaria severa en China que podría frenar la recuperación, la guerra de Rusia en Ucrania que podría intensificarse y un endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento podría agudizar las tensiones por sobreendeudamiento.
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Asimismo, destacó que los mercados financieros también podrían redeterminar súbitamente los precios en respuesta a novedades adversas en cuanto a la inflación, en tanto que la fragmentación geopolítica podría frenar el progreso económico. Por ahora, la atención frente a este tema está centrada en los anuncios que haga la Fed esta semana respecto a las tasas de interés para febrero en Estados Unidos y sus medidas para enfrentar la inflación, que en este país ya empezó a ceder.
“En la mayoría de las economías, ante la crisis del costo de vida, la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida. Con condiciones monetarias más restrictivas y un menor ritmo de crecimiento que podrían incidir en la estabilidad financiera y de la deuda, resulta necesario recurrir a herramientas macroprudenciales y afianzar los marcos para la reestructuración de la deuda”, dijo el FMI.
El Fondo Monetario Internacional destacó que al acelerar la vacunación contra la COVID-19 en China se protegería la recuperación, con efectos secundarios positivos a escala transfronteriza. Agregó que el apoyo fiscal debe focalizarse mejor en los grupos más afectados por la carestía de los alimentos y la energía, y deben retirarse las medidas de alivio fiscal de amplia base y que la cooperación multilateral más estrecha es esencial para preservar las ventajas del sistema multilateral basado en reglas y para mitigar el cambio climático limitando las emisiones y promoviendo la inversión ecológica.
En el caso de Estados Unidos, se proyecta que el crecimiento baje de 2,0 % en 2022 a 1,4 % en 2023, y a 1,0 % en 2024. Dado el repunte del crecimiento en el segundo semestre de 2024, el crecimiento en 2024 será más dinámico que en 2023, comparado de cuarto trimestre a cuarto trimestre, al igual que en la mayoría de las economías avanzadas.
Se proyecta que el crecimiento en la zona del euro descienda a un mínimo de 0,7 % en 2023 para entonces repuntar a 1,6 % en 2024. La revisión al alza de 0,2 puntos porcentuales en el pronóstico de 2023 refleja los efectos de los aumentos más rápidos de las tasas por parte del Banco Central Europeo y la erosión de los ingresos reales.
Para el caso de las economías emergentes, de la que hace parte Colombia, se prevé que el crecimiento aumente en 2023 y 2024 a 5,3 % y 5,2 %, respectivamente, después de que en 2022 se registrara una desaceleración más profunda de lo previsto, a 4,3 %, atribuible a la economía de China. La desaceleración del PIB real de China en el cuarto trimestre de 2022 implica un recorte de 0,2 puntos porcentuales en el crecimiento de 2022, a 3,0 %, siendo esta la primera vez en más de 40 años que el crecimiento de China se sitúa por debajo de la media mundial.