Cada vez menos colombianos ganan el salario mínimo y crece número de los que tienen un ingreso menor al básico | Esto está sucediendo en mesa de negociación

Cada vez hay menos colombianos devengando un salario mínimo, y no precisamente porque tengan mejora en su ingreso. Entre enero y octubre de 2023, partiendo de las estadísticas de ocupados que hay en el mercado laboral colombiano, se registraron 2.514.000 colombianos que reciben un salario mínimo como pago por su trabajo. Esa cifra representa una disminución en comparación con el número de trabajadores que recibían ese ingreso en igual periodo de 2022: 3.782.000 personas.

En contraste, subió la cantidad de ciudadanos que ganan menos de un salario mínimo, al pasar de 9.629.000 en los primeros diez meses del año pasado, a 10.492.000 en el mismo lapso de 2023.

Así lo dejó ver el informe que presentó el Dane en la mesa de negociación tripartita que se adelanta en el Ministerio de Trabajo, de la cual hacen parte el Gobierno, los empresarios y los sindicatos en representación de los trabajadores.

El Dane puso sobre el tapete el panorama de la empleabilidad, mientras que también se hizo el respectivo análisis de los datos de producción en los distintos sectores de la economía (PIB). De igual manera, el Banco de la República sustentó sus expectativas con la inflación, lo que indica que todas las cartas están echadas, para que desde este 12 de diciembre se empiecen a destapar las cifras que cada parte de la mesa de negociación pondrá en consideración, para que empiece la puja por el incremento que regirá en 2024.

En el escenario de la negociación, el Ministerio de Trabajo actuaría como mediador, intentando proteger los derechos de los empleados, pero también el empleo, pues la generación de nuevas oportunidades laborales depende -en parte- del costo de la nómina.

El camino, sin despejar

Luego de haberse instalado oficialmente la mesa de negociación del salario mínimo, el camino para llegar a un acuerdo en la cifra en la cual debe incrementar ese indicador que es determinante en la economía no está despejado.

Aunque hay hermetismo entre los participantes de la mesa, SEMANA pudo establecer que no se vislumbra aún el humo blanco necesario para que en la primera fecha de corte: el 15 de diciembre, se tenga un consenso alrededor de las variables que entran en la fórmula para definir el alza.

Una de las disyuntivas y, justamente, sobre la que más se puede negociar, es la de la productividad, pues están puestos varios números sobre la mesa, uno de los cuales es el que reclaman los trabajadores, pues se relaciona directamente con la actividad que ellos realizan en cada entidad o compañía: la productividad laboral por horas. Esta sería la estadística a tener en cuenta, luego de haber sido sugerida por el Dane, pues la productividad total -que es la que habitualmente se utiliza para hacer el cálculo técnico del incremento a negociar- está en terrreno negativo.

Por lo demás, se sabe que la inflación no irá más allá de un 10 %, teniendo en cuenta que los analistas estiman que -inclusive- para el cierre del año este indicador podría estar en un solo dígito.

Avanza el cronograma

Así las cosas, el cronograma previsto continuará, con dos días (12 y 13 de diciembre) para tratar de negociar la cifra de incremento salarial para 2024.

De no haber un acuerdo el 15 de diciembre (fecha de corte), los integrantes de la mesa tendrán otr oportunidad para ajustar sus propuestas de amumento y, de nuevo, intentar llegar a un consenso, lo que, sin embargo, tendrá que darse antes del 30 de diciembre, fecha en la cual, el gobierno terminaría aplicando el alza por decreto unilateral.