Política monetaria
Banco de la República sube sus tasas de interés
Pasaron de 1,75 a 2 por ciento en una medida que va acorde con el crecimiento económico y las presiones inflacionarias que vive el país.
Tras 12 meses de estabilidad, las tasas de interés de intervención, que sirven como guía de las demás tasas de interés en la economía nacional, subieron en 25 puntos básicos para quedar en 2 por ciento. Esta decisión de la junta directiva del Banco de la República está en línea con las expectativas del mercado, que esperaban dicha alza como respuesta al crecimiento de la inflación en el país, que en agosto iba en 4,44 por ciento, superando la meta establecida por el mismo Emisor, que es de 3 por ciento.
Leonardo Villar, gerente del Emisor, explicó que la decisión se tomó por mayoría de 4 a 3. Los tres miembros que se distanciaron también estaban de acuerdo en subir tasas, pero no en 25 puntos básicos sino en 50. No obstante, se aclaró que la tasa de interés de 2 por ciento sigue siendo una de las bajas en la historia del país y más en medio de una situación de crisis y pandemia, que apenas se está superando.
En el alza de tasas también influyó la reactivación de la economía en el tercer trimestre, gracias a un fortalecimiento de la demanda interna. En el Banco de la República esperan un crecimiento de 8,6 por ciento para 2021 y de 3,9 por ciento para 2022.
Esta movida replica también la de otros bancos centrales que paulatinamente han venido subiendo sus tasas o reduciendo sus programas de estímulos monetarios. De hecho, en septiembre 16 bancos centrales iniciaron lo que técnicamente se conoce como la normalización de sus posturas monetarias, retirando parte de la amplia liquidez que entregaron a los mercados para hacerle frente a la pandemia. “Algunos de los que subieron tasas este mes lo hicieron porque sus economías registraban avances importantes en su recuperación (caso Chile y Noruega) y otros como Brasil, Rusia y México, por la necesidad de controlar las fuertes presiones inflacionarias que estaban viviendo” explica Silvia Juliana Mera, de la dirección ejecutiva de estudios económicos del Grupo Bolívar.
Esta experta aclara que la inflación afecta a todas la economías globales por factores como el clima, el encarecimiento de las materias primas (commodities) y de la energía, así como por las interrupciones en las cadenas de suministro y la normalización de tarifas de impuestos y de numerosos servicios que fueron reducidos durante la pandemia. “Si bien los bancos centrales dicen que esa inflación es transitoria aseguran que se mantendrán alerta y dispuestos a actuar en caso de que las presiones alcistas aumenten”, reitera.
El coco de la FED
Aunque todos los colegas del Banco de la República están subiendo sus tasas de interés, la movida que genera más expectativas es la de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, cuyos mensajes son cuidadosamente estudiados por los mercados, dado el impacto global de todas sus decisiones. En la más reciente rueda de prensa de la FED, su presidente, Jerome Powell, dijo que para iniciar el proceso de normalización de la política monetaria, que arrancaría con un recorte del programa de compra de activos con el que le inyecta liquidez a la economía, se requerirá de números buenos de creación de empleos en septiembre y octubre. “Esto implicaría que podrían empezar a reducir esas compras en noviembre y terminaría a mediados de 2022. En cuanto al aumento de las tasas de interés, la FED lo haría cuando el mercado laboral recupere las condiciones de ocupación prepandemia, lo que se estima para finales de 2022″, explica la experta del Grupo Bolívar.
Igualmente, con respecto a las expectativas de lo que podría pasar en Colombia, se prevé que el incremento de tasas de interés del Emisor sea gradual, con aumentos de 25 o máximo 50 puntos básicos hasta llegar a 4,75 por ciento. Munir Jalil, economista jefe para el área Andina de BTG Pactual, señala que el tiempo de tasas de interés bajas se está acabando y mal haría Colombia en quedarse atrás. Su estimación es que se llegaría al 4,75 por ciento, lo que no implica necesariamente una política contraccionista, pues para ese momento la inflación sería de 3,6 por ciento. “Es una tasa de interés neutral, que ni quita, ni pone, pero pone a Colombia a tono con el mundo”, sostiene.