Criptomonedas
Bitcoin por el piso: este es el valor que ha perdido la criptomoneda
Desde noviembre de 2021, cuando alcanzó su máximo histórico, la moneda digital ha comenzado a desplomarse y aún continúa sin poderse nivelar.
Bitcoin alcanzó uno de su máximo histórico de US$ 69.000 en noviembre de 2021, y desde entonces la criptomoneda no lo ha superado y ha perdido dos tercios de su valor.
De hecho, la última semana llegó a los US$ 23.000 dólares y esto ha generado una serie de comentarios y alusiones por parte de analistas y especialistas.
Warren Buffett, inversor estadounidense, dijo que “si usted fuera dueño de todo el bitcoin del mundo y me lo ofreciera por 25 dólares, no lo compraría. No va a hacer nada”.
Esta y otras declaraciones se suman a los más de 452 obituarios, según el archivo Bitcoin Obituaries, el cual almacena las veces en las que han dado al bitcoin por muerto o que no tiene valor alguno.
Las caídas históricas más importantes que declaraban la “muerte” de bitcoin se registraron en el 2017 y 2018 en medio de diversos acontecimientos que atravesó este mercado, lo que ha significado una gran oportunidad de crítica a las criptomonedas.
La volatilidad de su precio, su misterioso creador, Satoshi Nakamoto, y su estructura descentralizada, hacen de bitcoin un blanco fácil. Recientemente, Bill Gates en una conferencia de TechCrunch, se burló de la noción de que los inversionistas pueden hacer dinero en activos sin valor o sobrevaluados haciendo referencia a las criptomonedas. “Yo no soy optimista con el bitcoin”, añadió.
Sin embargo, esta situación no es nueva para la industria y la comunidad cripto. La volatilidad, teniendo una visión simplista del precio, más allá del valor, ha estado en el ADN de bitcoin.
¿Quiénes han sido detractores y a cómo estaba el bitcoin en ese momento?
The Underground Economist fue el primero en desconfiar de la criptomoneda al publicar un artículo titulado: ¿Por qué el bitcoin no puede ser una moneda? Ese 15 de diciembre de 2010 su precio era USD 0.23.
Ocho años más tarde, el analista de Morgan Stanley, James Faucette, y su equipo enviaron una nota de investigación a los clientes diciendo que valor real de bitcoin podría ser $0. Para ese entonces, alcanzó uno de sus precios más altos en la historia con USD 13.71.
Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), predijo la muerte de la mayoría de las criptodivisas argumentado que estas no sobrevivirían al “proceso de destrucción creativa”.
En enero de 2020 el comentarista económico estadounidense Peter Schiff dijo que el “bitcoin es ahora intrínsecamente inútil y no tiene valor de mercado”. Schiff predijo que el bitcoin no alcanzaría los mil dólares, y afirmó que, a diferencia de todas las demás clases de activos, el BTC no estaba subiendo hacia el final del año fiscal. En ese momento, el bitcoin se cotizó por encima de los USD 8,500.
Luego, en octubre de 2021, el CEO de JPMorgan Chase dijo que “el bitcoin no tiene valor” y, un mes más tarde, alcanzó un máximo histórico de US$ 69.000.
Recientemente Paul Krugman, premio nobel de economía, quién en el año 1998 dijo que el impacto de internet no iba a ser mayor que el de la máquina de fax, se refirió a que bitcoin y sus parientes no han logrado lograr ningún papel económico significativo.
La adopción bitcoin sigue en aumento
Una encuesta realizada por Bank of America a sus clientes, reveló que el 90 % comprará bitcoin en los próximos 6 meses, lo que refleja que el principal factor que motiva su compra es el aumento de productos que facilitan pagar con esta criptomoneda.
Alejandro Beltrán, Country Manager de Buda.com, indicó en un comunicado que “la caída en los precios obedece a factores externos, pero que no han impactado al fundamental de bitcoin que es su tecnología y usos que cada día son más claros en el comercio electrónico, en el mercado de pagos y giros internacionales y en la posibilidad de largo plazo de resguardar valor ante los sucesos geopolíticos que ocurren por intereses particulares”.
El proceso de adopción de bitcoin y algunas criptomonedas crece a un ritmo acelerado gracias a todos los esfuerzos del ecosistema por la adopción de la tecnología que ayuda a impulsar un mercado bastante amplio.
*Con información de Buda.com