Economía
Caída en el precio de la coca tiene padeciendo a campesinos colombianos, según la ONU: unas 400.000 familias se ven afectadas
Un informe de la Organización de Naciones Unidas dejó ver un escenario preocupante para habitantes de zonas rurales.
La coca, principal componente clave en la fabricación del clorhidrato de cocaína, ha sido uno de los problemas de muchos campesinos colombianos, que ante la difícil situación económica optan por cultivar esta planta para fabricar una pasta, que luego se convierte en un polvo blanco que se distribuye en todo el mundo bajo el nombre de cocaína.
Esa droga, perseguida por muchos países que condenan el porte y tráfico de la misma, tiene en jaque a los habitantes de las zonas rurales del país, debido a que muchos trabajadores ven más lucrativo ese negocio al de cultivar frutas, verduras o hierbas.
Un reciente informe de la ONU, conocido por Reuters, dejó ver cifras preocupantes respecto a esa población y el mercado de la droga en Colombia.
Desplome del precio de la coca tiene en ascuas a poblaciones rurales
Según el reporte, el principal ingrediente de la cocaína se ha desplomado, lo que a su vez ha causado un aumento en la inseguridad alimentaria del país y ha causado nuevos desplazamientos.
Tendencias
Esa entidad asegura que históricamente dichos cultivos han representado mejores ganancias para las familias rurales colombianas, pues los grupos de traficantes a menudo costean los rubros como transporte y suministros como fertilizantes.
La única salida para los cultivadores de la hoja de coca es venderla a los criminales, pues ningún otro actor en ese mercado compra hojas o base para pasta de coca, lo que genera mayores dificultades económicas.
Otro de los golpes para los campesinos que subsisten con el cultivo de esta planta son las nuevas rutas de tráfico de drogas y los nuevos cultivos de coca que se han encontrado en países vecinos, como Guatemala, México y Honduras.
La ONU asegura que al menos 400.000 familias dependen de los ingresos relacionados con el cultivo de coca y que ese mercado se ha empezado a paralizar en regiones como Nariño, Putumayo y Norte de Santander.
Antes, un kilo de base de coca costaba unos cuatro millones de pesos o 975 dólares. Ahora, costaría alrededor de un millón de pesos, que serían 240 dólares.
Estados Unidos busca retomar monitoreo de cultivos de coca en Colombia
Hace casi dos semanas, las autoridades estadounidenses confirmaron que dejarían de monitorear los cultivos de coca en Colombia como una medida “temporal”. Según afirmaron, esa disposición no equivale a que el gobierno de Joe Biden estuviese dejando en segundo plano la problemática de los estupefacientes.
El subsecretario adjunto de la Oficina para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado, Mark Wells, dijo que no se trataba de una determinación reciente. “Esa decisión de no tener una estimación de coca y de cocaína este año se tomó hace un par de años, antes de la elección de Gustavo Petro”.
El interrogante de por qué se interrumpió el monitoreo se plasmó al tener en cuenta que Colombia es uno de los mayores distribuidores hacia Norteamérica. Un reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló que la producción global se había disparado después de la pandemia.
El informe presentado este año menciona que la producción del estupefaciente había aumentado un 35 % de 2020 a 2021, lo que representaba el alza interanual más alta desde el año 2016. “El fuerte crecimiento de la oferta ha ido acompañado de un aumento similar de la demanda”, apuntaron las Naciones Unidas.
Medios como El Espectador y W Radio recogieron las palabras del jefe de la oficina antidrogas del Departamento de Estado, Todd Robinson, durante una entrevista. En esta, el funcionario comentó que varias agencias federales percibieron una “necesidad” de no supervisar los campos clave para el tráfico.
Sin embargo, Robinson aclaró que se trataba de una medida temporal y se estima el regreso de la verificación para 2024. En su momento, Mark Wells afirmó que, pese a la pausa, Washington sigue de cerca el panorama y tiene acceso a otros tipos de medición como la hecha por la ONU.
Según Wells, Estados Unidos respalda -además- “a nivel táctico y operativo” a Bogotá al entregar asistencia al Ejército y la Policía que adelantan “su propio conteo a nivel táctico” y “buscan coca todo el tiempo”.