Reforma Tributaria
“Casi me matan en el Congreso”: la anécdota del ministro Ocampo con su propuesta de cárcel para evasores
Esta iniciativa es parte del proyecto de reforma tributaria que ya cumplió su primer debate.
Siempre que en el país se habla de cambiar los impuestos o de realizar una reforma tributaria, el tema de la cárcel para evasores sale casi que por inercia, puesto que es uno de los flagelos que preocupa al Estado y los ciudadanos de a pie, debido a la gran cantidad de recursos que se pierden hoy en día por culpa de quienes no cumplen con sus obligaciones tributarias y hasta el momento solo reciben sanciones pecuniarias.
De acuerdo con la Dian, cada año se dejan de recaudar cerca de 80 billones de pesos en el país por este motivo y, por eso, se plantearon nuevas sanciones para las personas que no cumplan con el pago de estos rubros. Estos cambios quedaron consignados en la reforma tributaria que adelanta el presidente Gustavo Petro desde que se posesionó.
“Primero paga, segundo paga con una multa adicional y la tercera vez va a la cárcel”, dijo el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, sobre la nueva propuesta que se agregó al texto de la tributaria con el fin de combatir la evasión de impuestos en el país. Además, explicó que la modificación establece diferentes niveles de investigación para casos de evasión y los que pueden ir a la cárcel son los que evaden más de 1.000 millones de pesos.
Ocampo criticó que “si uno le roba al vecino, va a la cárcel, ¿pero si le roba al Estado no?, por Dios, si le roba al Estado debe ser acentuada la cárcel que se le da a las personas, porque le está robando a todos los colombianos”.
Esos anuncios se hicieron durante el Foro SEMANA “¿Cuál es la reforma tributaria que Colombia necesita?”, en que el jefe de esta cartera contó que fue uno de los precursores de esta idea y que debido a ello recibió muchas críticas del Congreso, hasta el punto de decir entre risas que “casi me matan”.
“Yo fui el primero que propuso la cárcel para evasores cuando fui ministro de Hacienda la vez anterior y en el Congreso casi me matan por esa idea tan espantosa, cuando en el mundo entero hay cárcel para evasores, uno va y mira y se da cuenta de que hay muchas estrellas que están a punto de ir a la cárcel por eso”, contó Ocampo en diálogo con SEMANA.
El periodo al que hace referencia José Antonio Ocampo sucedió entre los años 1996 y 1997, cuando fue ministro de Hacienda en el gobierno de Ernesto Samper y se promovió una reforma tributaria en ese entonces, en la cual se buscó incluir este tipo de sanciones que no cayeron para nada bien en el legislativo.
Hasta ahora, la iniciativa de la cárcel para evasores no ha podido ser aprobada en Colombia porque siempre es frenada en el Congreso de la República. Aunque en el país la evasión ya está declarada como delito, las personas se pueden librar de ir a la cárcel si pagan el monto pendiente y pagar las multas correspondientes.
La reforma tributaria golpeará la donación de alimentos
La Red de Bancos de Alimentos, lanzó esta semana una dura advertencia respecto a los cambios de impuestos que planea el gobierno del presidente Gustavo Petro, según la cual, ya no solo se golpearía a las loncheras que generalmente compran los estratos más bajos, sino que también desincentivaría la donación de alimentos para las personas más pobres del país.
Juan Carlos Buitrago, director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), indicó que de aprobarse la reforma, Colombia sería el primer país del mundo que a pesar de tener altos índices de desnutrición y muertes por desnutrición, implementa un impuesto que limita las donaciones y promueve el desperdicio de alimentos.
“El artículo 43 del texto de reforma tributaria aprobado en primer debate, incluye un impuesto a la donación de alimentos y bebidas. Quedarían gravadas las donaciones de distintos productos como: chocolate de mesa, avena en hojuelas, cuajada, yogur griego, bebidas lácteas, trozos de pollo o carne marinados, pan tajado, cereales, chorizos, jamones, compotas, pulpas de frutas, jugos envasados, aguas aromatizadas y muchos otros más, sin importar su nivel de nutriente”, dijo Buitrago.
El vocero de esta organización agregó que con la implementación del impuesto a las donaciones, unas 30.000 toneladas de alimentos y bebidas aptas para el consumo humano -lo equivalente a unas mil tractomulas llenas de comida- se tirarían a la basura cada año, lo cual calificó como inaceptable en un país en el que la brecha de pobreza aún es muy grande y todavía se perciben grandes necesidades en ciertos sectores de la sociedad.