POBLACIÓN
Cepal dice que la pobreza en América Latina seguirá subiendo, un reto para próximo presidente de Colombia
El organismo de Naciones Unidas dice que la cifra en la región será de 33,7 %, por inflación y otros efectos internacionales.
Unas cifras de preocupación fueron las que entregó este lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo regional de las Naciones Unidas.
Al presentar el informe sobre las ‘Repercusiones en América Latina de la guerra de Ucrania’, señaló que aunque los avances en vacunación han permitido la recuperación del empleo, el organismo prevé que la pobreza y la pobreza extrema se elevarán por sobre los niveles estimados para 2021. Así, “la incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33,7 % (1,6 puntos porcentuales más que el valor proyectado para 2021), mientras que la pobreza extrema alcanzaría un 14,9 % (1,1 puntos porcentuales más que en 2021)”.
Los pronósticos que deben ser una alerta para las naciones de la región se deben al aumento en los precios de los alimentos, que son “notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia e implican otro retroceso en la lucha contra la pobreza”, según destaca el informe.
Desde la perspectiva de la Cepal, las economías de la región enfrentan una coyuntura difícil en 2022 en un contexto externo de incertidumbre, inflación (en especial de alimentos y energía) y desaceleración de la actividad económica y el comercio.
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Los contextos internos están caracterizados por una fuerte desaceleración económica (Colombia sigue teniendo una expectativa alta para 2022, pero mucho menor a la de 2021). Esa circunstancia se suma a los aumentos de la inflación y a una lenta e incompleta recuperación de los mercados laborales, que es lo más complejo de solucionar en el corto o mediano plazo.
Cuestión de seguridad alimentaria
Todas esas variables impactarán los niveles de pobreza y pobreza extrema aún más. Según la Cepal, “7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo”.
El documento presentado por la Cepal resalta que la presente coyuntura no debe ser vista como un fenómeno aislado, pues sus efectos se combinan con los causados por más de un decenio de crisis acumuladas: la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia.
Es así como, después de la expansión económica observada en 2021 (6,3 % de crecimiento del PIB regional), “la región alcanzará en 2022 un crecimiento anual promedio de 1,8 % y tiende a regresar al lento patrón de crecimiento de 2014-2019 (solo 0,3 % promedio anual, con la consiguiente caída del PIB por habitante)”.
Mario Cimoli, secretario general de la Cepal, enfatizó en que “América Latina y el Caribe enfrenta nuevos escenarios geopolíticos. La ruptura de la globalización puede llevar a diferentes configuraciones regionales que determinarán sus políticas con base en objetivos de soberanía en defensa, energía, alimentos y sectores industriales clave, desde los de más alta tecnología hasta algunos de insumos de amplio uso, como los fertilizantes. Ante la regionalización de la economía mundial, la región no puede continuar actuando de manera fragmentada. Es necesario aumentar el papel de la articulación regional en las respuestas a la crisis: formular e implementar respuestas de América Latina y el Caribe en su conjunto o de sus bloques de integración”.
Colombia, con la inflación de alimentos más alta
Si bien en Colombia, con el dato de inflación de mayo presentado por el Dane el sábado 4 de junio se vio una ligera moderación, es importante tener en cuenta que se está comparando con un mes de 2021 en el que el Índice de Precios al Consumidor fue de 3,3 % (dato anualizado) y aún no se medían los efectos del paro que enfrentó el país en ese año, que llevó a las primeras alzas en los precios de los alimentos. En consecuencia, para el resultado de junio podría regresar una ligera alza en la inflación.
Lo cierto es que, hasta ahora, Colombia registra una de las variaciones más altas en la inflación de alimentos entre sus pares, lo que es el caldo de cultivo para el incremento de la pobreza, pues la población de los niveles socioeconómicos más vulnerables, los que están ubicados en la parte más baja de la pirámide, gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentos.
El tema tendrá que ser abordado rápidamente por una nueva administración del país.