SOCIEDAD

Colombia registró 67 divorcios por día en el primer trimestre: ¿efectos de la pandemia?

Cifras de la Superintendencia de Notariado también confirman que, entre enero y marzo, se presentaron más de 13.000 matrimonios.

13 de mayo de 2021
Divorcio
| Foto: Getty Images

Mientras nueve parejas en Colombia deciden contraer matrimonio, aproximadamente, otras cuatro se divorcian.

Así lo dio a conocer este jueves el Grupo de Inteligencia de Negocios y Estadísticas Institucionales de la Superintendencia de Notariado y Registro. En un reporte indicó que en el primer trimestre de 2021 se registraron 13.247 matrimonios y 5.949 divorcios, de acuerdo con la información reportada por las notarías del país.

Según las estadísticas presentadas por la entidad, los departamentos donde más se realizaron ambos trámites fueron: Cundinamarca (incluida Bogotá), Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico y Santander.

De otro lado, Vaupés, San Andrés y Providencia, Guainía, Vichada y Amazonas quedaron como lo lugares donde menos registros existen.

Estas cifras confirman que en entre enero y marzo se presentó un aumento tanto de uniones maritales como de separaciones. En el mismo periodo del año pasado, se registraron 11.441 de las primeras y 5.187 de las segundas.

De acuerdo con la Superintendencia de Notariado y Registro, esta variación se puede adjudicar a que un año atrás, el país comenzó a sentir los efectos de la emergencia sanitaria causada por la covid-19.

Vale recordar que si bien entre enero y febrero del 2020, Colombia vivió en plena normalidad, hacia la segunda semana de marzo comenzaron las cuarentenas generales. A pesar de esto, las cifras de divorcios siguieron aumentando, a medida que avanzaba el año y se fueron relajando las medidas de confinamiento.

Puntualmente, en 2020 se presentaron cerca de 20.000 separaciones en el país, de las cuales una cuarta parte se presentaron en Cundinamarca, incluyendo Bogotá. Le siguieron Valle del Cauca con 3.340, Antioquia con 2.207, Santander con 3.340 y Risaralda con 1.245.

La Superintendente de Notariado y Registro, Goethny Fernanda García Flórez, aseguró que “las notarías, en un trabajo conjunto con la Superintendencia, han redoblado esfuerzos para garantizar la prestación del servicio durante la contingencia sanitaria”.

| Foto: ISTOCK- MONTAJE SEMANA

Y agregó: “Es importante señalar que el Gobierno Nacional decretó entre las excepciones el funcionamiento de las notarías con el fin de garantizar, además, el acceso al servicio de las personas vulnerables y sujetos de especial protección constitucional. Así que, pese a las circunstancias las parejas interesadas en contraer matrimonio o divorciarse han podido llevar a feliz término su proceso y seguiremos trabajando para que así sea”.

El enlace conyugal, aun sin cuarentena, ya es de por sí un proyecto difícil. Cualquiera que haya pasado el umbral de los siete años sabe que es necesario trabajar mucho para mantener viva la llama del amor. 

En tiempos normales, las parejas resisten porque tienen estrategias para sobrellevar los roces inevitables, como ver a los amigos o concentrarse en proyectos en la oficina. Estas satisfacciones personales permiten, al final del día, olvidar los pequeños problemas domésticos habituales al compartir el mismo techo.

Pero la pandemia provocó que las parejas vivieran frente a frente las 24 horas del día por más de 70 días. “Nunca antes habíamos pasado tanto tiempo con el otro y eso en algunos casos está agotando las relaciones”, dijo hace unas semanas la psicóloga de familia María Elena López.

Psicólogos aseguran que las peleas son parte de la convivencia, pero el agotamiento por el encierro ha llevado a algunos a discutir por nimiedades. Cómo lidiar con la seguridad frente al virus ha resultado una nueva fuente de disputas.

Ya muchos hablan incluso de si una persona es ‘coronacompatible’ con otra, ya que algunos son más relajados que otros con las medidas para protegerse de la infección. Las parejas que no lo son viven en un conflicto permanente, pues, aunque parece un tema menor, detrás de eso está el instinto de supervivencia que pone a pensar a las personas con quienes comparten su vida.