ECONOMÍA
Colombia tendrá un crecimiento alto: ¿qué pasará después del repunte?
Expertos opinan. Corficolombiana se sumó al grupo de analistas que aumentó su expectativa de crecimiento de la economía para este año, pero alerta sobre la sostenibilidad de esta dinámica y cómo se está ralentizando.
A todos los colombianos nos conviene que la economía crezca. Eso significa más empleo, capacidad de adquirir productos, inversiones por parte del Estado para un mayor bienestar ciudadano.
Pues bien, el ritmo del crecimiento de la economía en el país ha generado altas expectativas y su comportamiento ha sido mucho mejor al esperado, incluso teniendo en cuenta que la base de comparación —el año 2020— ha sido el peor en la historia económica del país con una contracción de casi el 7 por ciento.
Corficolombiana aseguró que el rebote de la economía tras el choque que generó el Paro Nacional resultó mejor de lo que anticipaba la firma y por ello revisó su pronóstico de crecimiento para 2021, al pasar de 8,4 % a 9,3 %.
Con estos resultados, según sus cuentas, la economía colombiana cerraría el año 3,7 % por encima de su nivel pre-pandemia, lo cual es equivalente a una tasa de crecimiento bienal cercana al 2,0 %. Este ajuste incorpora que la velocidad de recuperación habría superado nuestras expectativas en lo corrido del año, en un marco de retorno anticipado a la presencialidad y un dinamismo excepcional de la demanda interna.
De acuerdo con la firma, el consumo crecería 14,3 % anual liderado por el gasto en bienes semidurables y un dinamismo creciente del gasto en servicios en los últimos meses del año. Por su parte, la inversión avanzaría en la senda de recuperación y registraría un crecimiento de 12 % en 2021; sin embargo, cerraría el año en un nivel inferior al prepandemia, impulsada por el componente de maquinaria y equipo, y moderada por la evolución reciente de la construcción diferente a edificaciones. “El desempeño sobresaliente de la demanda interna se reflejará en un deterioro de la balanza comercial, elemento que contribuirá a alcanzar un déficit en cuenta corriente de 5,1 % del PIB. Finalmente, el gasto público continuaría con una dinámica positiva en un contexto de política fiscal contracíclica”.
La semana anterior, distintas firmas habían corregido hacia arriba sus expectativas frente al comportamiento de la economía. Fedesarrollo elevó a 9,5 % desde 7,2 % su pronóstico de crecimiento de la economía para 2021. Por su parte, el BBVA Research también ajustó al alza su estimativo en el crecimiento del país para este año y prevé que el PIB tendrá una variación de 9,2 % este año, un aumento de 1,7 puntos frente al pronóstico de julio. A su vez, Credicorp espera un mayor crecimiento del PIB en 2021, por lo que aumentó su proyección desde 8 % a 9,5 %.
Las advertencias
A pesar del optimismo reinante en materia del comportamiento de la economía, Corficolombiana plantea escenarios de moderación frente a la velocidad que traía la recuperación.
En el análisis de su Dirección de Investigaciones Económicas, señala que la mayor parte del rebote de la economía en los primeros nueve meses del año obedece a la baja base estadística, “lo cual no opaca el hecho de que la actividad productiva recuperó sus niveles pre-pandemia en apenas 16 meses”. En efecto, Corficolombiana asegura que los datos del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) del Dane confirman que la economía alcanzó su nivel pre-pandemia en julio y, desde entonces, el ritmo de recuperación continúa siendo positivo, si bien presenta una moderación gradual. “En particular, nuestro pronóstico de crecimiento de 9,3 % para 2021 implica que el 78 % del rebote en 2021 se explica por el efecto base –recuperación de lo perdido en 2020 por la crisis que generó el covid-19– mientras que el 22 % sería “verdadero” crecimiento frente a los niveles pre-pandemia”, dice su estudio.
Asegura que el ritmo de avance observado hasta ahora no parece sostenible hacia adelante, como ya lo sugieren algunos indicadores líderes. “A partir del último trimestre de 2021 esperamos una ralentización del crecimiento, consistente con la terminación del efecto base y con la convergencia de la economía hacia una tendencia de expansión de mediano plazo acorde con la nueva normalidad”, advierte en su estudio.
La firma anticipa que el consumo de los hogares, que ha sido el principal motor de la reactivación– empezará a moderar su dinámica. “Los indicadores líderes asociados al gasto de los hogares –como las ventas al por menor y confianza del consumidor– mantienen una dinámica sobresaliente en el tercer trimestre, sin embargo, de acuerdo con cifras del Dane, el ahorro de los hogares se redujo desde 26 billones de pesos en el tercer trimestre de 2020 a un mínimo cercano a 1 billón en el segundo trimestre de 2021, reflejando la materialización, casi en su totalidad, del gasto que se había postergado durante los meses más críticos de confinamiento”, advierte.
Por su parte, la inversión privada no podría completar su recuperación ante la incertidumbre del periodo pre-electoral y el efecto contracíclico del gasto público perdería fuerza en los próximos trimestres.
En adelante, el agotamiento del ahorro, junto con un endeudamiento creciente de los hogares, será especialmente relevante en un contexto de mayor inflación y tasas de interés al alza. Esto refleja una mayor vulnerabilidad de la economía frente una disrupción imprevista, dado que el consumo representa cerca del 70 % del PIB y otras fuentes de crecimiento internas, como la inversión o el gasto público, también se moderarán en un marco de incertidumbre electoral y menores necesidades de consumo contracíclico.