MACROECONOMÍA
“Colombia tiene caja para seis o siete semanas”: Alberto Carrasquilla
El ministro dijo que esa falta de recursos hace que el Gobierno tenga que salir a buscar financiamiento por medio del endeudamiento.
La situación fiscal de Colombia, que si bien no era tan mala, llegó a un punto crítico por cuenta de la pandemia del coronavirus.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo que las dificultades de recursos son tales, que el Gobierno solo tiene “caja” para menos de dos meses.
“Tenemos una caja que nos alcanza para unas seis o siete semanas. Por eso tenemos que ir al mercado de manera constante a buscar financiamiento”, dijo Carrasquilla.
Es de mencionar que los ingresos del Gobierno para financiar el gasto se consiguen a medida que la ciudadanía y las compañías van pagando impuestos. Sin embargo, el ministro reiteró que hay un faltante para poder cumplir todas las obligaciones, razón por la cual se acude a distintos mecanismos de financiación, como el endeudamiento.
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Debido a lo anterior, el Gobierno elevó la deuda en 2020 a máximos históricos y se prevé que en 2021 el indicador siga aumentando.
La deuda total del Gobierno Nacional Central (GNC) en febrero de 2021 se ubicó en el 58,4 % del PIB proyectado para este año, según información del Ministerio de Hacienda de Colombia.
La deuda del GNC había terminado el año 2020 en el máximo histórico de 61,4 %, mientras que en 2019 había sido del 48,6 % del PIB
De acuerdo con el Plan Financiero 2021, el Gobierno proyectaba que la deuda neta del GNC se ubicara en el 60,5 % del PIB en 2020 y que el indicador aumente hasta el 63,5 % del PIB en 2021. De ahí en adelante, la deuda iría bajando cada año.
Confianza de los mercados
Una de las principales razones por las que se debe disminuir el endeudamiento de Colombia es para estimular la confianza de los inversionistas y mercados tanto nacionales como internacionales.
Las calificadoras de riesgo han advertido que el grado de inversión de Colombia dependerá del ajuste fiscal que logre implementar en los próximos años, un ajuste que debería estar marcado por la disminución del endeudamiento y del déficit fiscal, así como del incremento constante de los ingresos.
De hecho, Fitch Ratings, una de las principales calificadoras del mundo, dijo días atrás que revisará las notas de Colombia después de que se apruebe la reforma fiscal que será presentada en los próximos días.
“Evaluaremos la reforma fiscal y el resultado de las revisiones a la regla fiscal, en combinación con la perspectiva de crecimiento a mediano plazo para resolver la perspectiva negativa”, dijo días atrás el analista de crédito soberano para Colombia de Fitch Ratings, Richard Francis.
El camino de la reforma fiscal en el Congreso
A pesar de que la reforma no ha sido radicada en el Congreso, sus principales lineamientos ya se han dado a conocer y varios sectores políticos y económicos ya han mostrado su rechazo a los cambios en el IVA, la renta y las pensiones. Incluso, varios sectores que apoyan al Gobierno han dicho que no respaldarán la ampliación del IVA del 19 % a algunos alimentos.
Desde el Ministerio de Hacienda confían en que se pueda llegar a un acuerdo que beneficie al país.
“Estamos en una actitud receptiva, convencidos de la apremiante necesidad que tiene el país de este proyecto de ley y conscientes de que alcanzar consensos es necesario para que sea aprobado”, dijo una fuente del Ministerio.
Según la fuente, lo peor que le puede pasar al país es que no se haga la reforma, pues eso traería grandes consecuencias económicas y sociales.
“Lo peor que podría pasarle a cualquier facción política es que este proyecto se caiga. Perderíamos la oportunidad de implementar el programa social más ambicioso de la historia de Colombia, en un momento crítico para la población más necesitada. Y, en segundo lugar, quedaría la duda de cómo se va a garantizar la sostenibilidad fiscal. Colombia no lo ha vivido aún, porque ha sido responsable, pero las consecuencias que sufren los países que no pagan sus deudas son inmensas”, dijo.
La reforma deberá ser aprobada, en primera medida, por las comisiones económicas del Congreso y posteriormente deberá ver el visto bueno en la Plenaria del Senado y en la Plenaria de la Cámara de Representantes.
En principio, la reforma tiene previsto aumentar el recaudo en más de $30 billones, pero las modificaciones que realice el Congreso pueden hacer que esta cifra sea menor.