Macroeconomía

Colombia: una de las economías con mejores pronósticos en América Latina

Su balance de crecimiento es de los más altos en la región, pese a la crisis mundial por la guerra en Ucrania.

29 de abril de 2022
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Organismos internacionales ubican a Colombia como una de las economías con mejor crecimiento para 2022. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La guerra en Ucrania, el confinamiento en China por la covid-19 y la expectativa por lo que está pasando con el costo de vida son tres factores claves que han puesto en jaque durante los últimos meses la economía de los países considerados las potencias económicas del mundo.

Estos sucesos han incidido directamente en aspectos como el costo de los alimentos, que viene subiendo y no da señal de detenerse en esta escalada, así como los precios del petróleo y por consiguiente de los combustibles, el valor de las importaciones y exportaciones, y la inestabilidad de resultados en los mercados de las acciones.

Recientemente, el Banco Mundial señaló que los precios de energía y alimentos se mantendrán en niveles “históricamente altos” hasta finales de 2024 debido a las perturbaciones provocadas por la guerra en Ucrania.

Según las últimas “perspectivas de los mercados de productos básicos” (Commodity Markets Outlook), los precios de la energía se incrementarán más del 50 % en 2022 antes de moderarse en 2023 y 2024, en tanto los precios de los productos no energéticos, incluidos los agrícolas y metales, aumentarán casi 20 % en 2022.

En medio de esta tormenta de inestabilidades, expertos han recomendado mirar hacia América Latina como una de las opciones más rentables, teniendo en cuenta su gran cantidad de economías emergentes que podrían representar un alivio frente al endurecimiento de medidas en países de la Unión Europea y en los Estados Unidos.

Así mismo, las características geográficas de la región crean un escenario para que se impulse el reemplazo de Ucrania como despensa agrícola y principal productor de fertilizantes, ya que tardará varias décadas en recuperarse, una vez termine la guerra que enfrenta con Rusia.

Precisamente, en este mercado de oportunidades que se abre para Latinoamérica, Colombia se posiciona como una de las economías más sólidas, por lo menos este año, teniendo en cuenta las proyecciones de crecimiento económico de los organismos internacionales que tienen sus ojos puestos sobre lo que está pasando en el mundo.

Una de ellas es la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que indicó que estima el crecimiento económico anual de Colombia cerca del 4,8 %, por encima de naciones como Brasil, que se proyecta sobre el 0,4 %, México con el 1,7 %, Argentina con el 3 %, Venezuela con 5 %, Chile con 1,5 %, Perú con 2,5 % y Costa Rica con 3,7 %.

No obstante, en lo que respecta a la región como tal, la nueva estimación es menor al 2,1 % que la Cepal había anunciado en enero pasado en México. Por subregiones, las economías de América del Sur crecerán 1,5 %, las de América Central más México un 2,3 %, mientras que el Caribe crecería un 4,7 % (excluyendo Guyana).

Este organismo advirtió que la guerra en Ucrania también provocó un aumento de precios de los productos básicos (commodities), principalmente de hidrocarburos, algunos metales, alimentos y fertilizantes. Además, advierte sobre alzas de costos observadas por disrupciones en las cadenas de suministros y las interrupciones del transporte marítimo que han redundado en un impulso de la inflación a nivel mundial.

Otro de los organismos internacionales que se pronunció recientemente al respecto fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su informe de abril indicó que su previsión de crecimiento económico de Colombia será de 5,8 % para 2022, destacando que será uno de los países que más crecerá en la región.

Cabe destacar que en octubre de 2021 el pronóstico del FMI era del 3,8 %; luego, en enero de 2022, se ubicó en 4,5 % y para abril volvió a subir al porcentaje.

No obstante, expertos señalan que América Latina, y en especial Colombia, no pueden desaprovechar la oportunidad de desarrollo que se abrió en el mercado internacional con la guerra en Ucrania, la cual no será eterna y requiere acciones urgentes para ir un paso adelante en la apertura de oportunidades comerciales.