Comercio
Comerciantes piden acciones urgentes del Gobierno tras derrumbe en vía Panamericana; hay desabastecimiento de productos básicos
Son más de 700 metros de vías obstruidos por un derrumbe en la vía Panamericana.
Más de ocho días lleva cerrada la vía que comunica al centro y el sur del país por el departamento de Nariño, luego del derrumbe registrado el pasado 9 de enero, el cual afectó a más de 160 familias del área rural del municipio de Rosas (Cauca).
Los organismos de socorro trabajan desde la semana pasada para atender a los damnificados y cuantificar los daños de esta emergencia generada por las fuertes lluvias que se sienten en todo el país desde el año pasado, en medio de la temporada invernal.
Además de la destrucción de viviendas y la pérdida de enseres para los campesinos de las veredas Alto de las Yerbas, La Soledad, Párraga Viejo, Santa Clara y Chontaduro -que recibieron la mayor afectación-, este deslizamiento de tierra ha generado un fuerte desabastecimiento de productos básicos y combustibles en ciudades como Pasto, donde se aprecian largas filas en las gasolineras para poder tanquear los vehículos; muchas de ellas, incluso, anuncian que ya no tienen suministro.
En este momento, la situación es tan delicada que la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) hizo un llamado urgente al Gobierno nacional, no solo para mitigar el impacto por el cierre de la vía Panamericana, sino para que se tomen medidas de fondo que solucionen definitivamente la conectividad de este importante corredor vial, el cual abastece a gran parte del país, teniendo en cuenta que es uno de los más importantes actualmente.
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De acuerdo con este gremio, es importante que se garantice el suministro de combustible y de los productos de la canasta familiar, sin afectar el bolsillo de los habitantes del sur del país, quienes ya están viendo encarecer su costo de vida. Así mismo, pidió fortalecer la seguridad en las vías alternas que se están utilizando, para así evitar que los delincuentes o estafadores se aprovechen de las personas que están atrapadas en los represamientos.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, aseguró que las pérdidas para el comercio y la economía son incalculables y difícilmente recuperables en el tiempo, aunque resaltó que “es esperanzador el mensaje del presidente Gustavo Petro, sobre la construcción de la doble calzada entre Popayán y Chachagüí en Nariño, pero esperamos que se le dé máxima prioridad”.
“Sabemos que el Gobierno nacional tiene amplio interés en solucionar esta problemática, sin embargo, insistimos en la necesidad de que se empiece el proyecto rápidamente con compromisos concretos y realizables”, concluyó el vocero de los comerciantes, quien resaltó que una pronta atención de esta contingencia ayudará a mitigar los efectos negativos que podría tener, especialmente en el sur del país.
Por último, el dirigente gremial envió un mensaje de solidaridad a los comerciantes, quienes han tenido que sortear de nuevo esta difícil situación, pero que están haciendo lo necesario para seguir abasteciendo a la región, pese a la contingencia vial que tiene incomunicado al sur del país y que amenaza con extenderse por varias semanas más.
¿Qué está pasando en la vía Panamericana?
Los habitantes de Rosas, Cauca, coinciden en una conclusión compleja y temerosa: la tierra crujió el día en que las montañas aledañas al cerro El Broncazo se vinieron abajo. Cinco veredas desaparecieron por completo y la vía Panamericana, principal paso vehicular hacia el suroccidente del país, se partió en dos. La escena, un tanto devastadora, no dejó víctimas fatales, pero sí el desconsuelo de quienes lo perdieron todo.
Los derrumbes fueron ocasionados por una falla presente en la cordillera central que se habría activado agresivamente con las incesantes lluvias, de acuerdo con geólogos consultados por SEMANA.
Hoy en día, sobre esa zona no hay vía, ni casas y mucho menos montaña. El lodo y la tierra han hecho de lo que antes era pavimento un relieve peligroso. Más de 50 hectáreas, conformadas por nueve millones de metros cúbicos de tierra, quedaron comprometidas por los deslizamientos y dejaron inhabitable la zona. Hay más de 700 personas damnificadas por la emergencia.
La vía Panamericana pasó de ser el eje por el que se movían toneladas de alimentos y pasajeros entre Valle del Cauca, Cauca y Nariño, a ser una carretera fantasma a la altura del kilómetro 75, donde la tierra, las piedras y el agua se extienden por aproximadamente 100 metros, impidiendo el tránsito.
Ahí no se ha movido ni un centímetro de ese lodo para intentar dar paso, pues las montañas se siguen cayendo, aumentando la afectación en la carretera, mientras que ciudades como Cali, Popayán y Pasto, sienten los mayores coletazos de esta emergencia invernal. La crisis ha llegado a tal punto que los empresarios de esta región han pedido que se declare el estado de emergencia económica para acelerar la atención de sus necesidades.