Economía
Atentos: así funcionará la restricción para vehículos particulares en las horas pico. Esta es la explicación del MinTransporte
Para William Camargo, jefe de esta cartera, no se trata de prohibir, sino de modificar horarios y priorizar el transporte público. La evidencia, para él, es el día sin carro. “La ciudad se mueve sin ningún problema, los tiempos de viaje mejoran, la ocupación de los sistemas aumenta”, señala.
Hace unas semanas, el ministro de Transporte, William Camargo, lanzó una polémica propuesta: restringir el uso de vehículos particulares en las horas pico para mejorar la movilidad en las ciudades y priorizar el servicio público.
Advierte que el parque automotor de transporte público -taxis e, inclusive, buses- está prácticamente congelado y no crece con la misma velocidad con la que lo hacen los vehículos particulares –carros y motos-, que no tienen restricciones diferentes a los pico y placa que funcionan en algunas ciudades.
“La congestión no disminuye nuestros sistemas estratégicos de transporte público cada vez son deficitarios; es decir, no cubren los costos de operación y en algunos casos no alcanzan a cubrir los de implementación y renovación de flota”, dijo el ministro Camargo a SEMANA.
Señaló que el Estado ha hecho una inversión importante, de casi 100 billones de pesos en los sistemas integrados de transporte masivo, pero son sistemas que cada vez pierden más usuarios ¿Por qué? “Porque la malla vial es la misma y cada vez llegan más vehículos particulares, llegan más motos, y en la medida que hay más vehículos particulares utilizando el mismo espacio, los tiempos de ciclo de estas flotas son más largos, el tiempo de espera de los usuarios es mayor y la calidad que perciben es menor. Y eso genera un efecto de traslado hacia sistemas más autónomos, vehículos particulares y motos, pero que se suman a la congestión”, explicó.
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Dijo que es una competencia de los municipios que varios de ellos, han incorporado en sus textos de los planes de ordenamiento, pero no las han concretado en políticas públicas. Camargo agregó que están invitando a los municipios a que planteen alternativas de utilización más eficiente de ese espacio vial escaso y las pongan a consideración de los ciudadanos, y en los planes de desarrollo que están ad portas de formularse las incorporen.
“Nosotros, desde el Ministerio, con los mecanismos de incentivos que tenemos de recursos, acompañamiento técnico y recursos de banca multilateral apoyaríamos a aquellos municipios que estén más alineados con estas iniciativas que tienen varias vertientes, por ejemplo, disminución de siniestralidad, mejora de los tiempos de viaje, contención o aumento del reparto modal, es decir, que más usuarios utilicen transporte público, aplazamiento o adelantamiento de las horas de utilización de vehículos particulares en la malla vial, modificaciones de horarios, fortalecimiento de propuestas de integración, de redes de bicicletas en las redes urbanas, mejoramiento de espacios públicos, componentes asociados a logística urbana, es decir que los temas de carga y descarga se organicen”, agregó el ministro.
Se trata de un ejercicio de incentivos que tiene un marco normativo porque los alcaldes en sus periodos tienen la competencia para incidir sobre la forma cómo se administran los bienes públicos, y la infraestructura vial es uno de ellos.
“Ese bien público tiene un deber constitucional: beneficio general sobre el particular y la pregunta que tendríamos que hacernos es en la malla vial cotidiana ¿quiénes son los usuarios que más utilizan la malla vial? ¿Cuáles son la mayor cantidad de viajes que debemos desplazar en las horas pico? Yo creería que la de la mayoría de ciudadanos que no son propietarios de vehículo particular”, dijo Camargo.
Explicó que desde hace tiempo se ha venido interviniendo, con lo que se denomina los impuestos pigouvianos ¿Qué es eso? “Es, por ejemplo, pagar por contaminar, pagar por usar el espacio, pagar por utilizar espacios públicos de manera privilegiada. Esos son cobros por congestión”.
¿Qué es lo que busca esta iniciativa? “Que efectivamente la prioridad que las entidades territoriales, los municipios, las áreas metropolitanas le den al transporte público sea la que corresponda al porcentaje de usuarios que están usando esa infraestructura y no se trata de prohibir, es simplemente modificar horarios”, señaló el jefe de la cartera de Transporte.
La propuesta llega en un momento clave para los sistemas de transporte masivo por dos problemas que los aquejan: uno, los usuarios se lamentan de la calidad del servicio y el otro es que muchos de los sistemas tienen problemas financieros y su sostenibilidad está en riesgo.
“Son dos vertientes que en últimas terminan en lo mismo. La crítica a la calidad del transporte público está asociada a la eficiencia a los tiempos de viaje, a las esperas y a los transbordos. Y adicionalmente, en ingresos porque con eso se disuade al usuario de que utilice esa alternativa porque lo estoy mandando o a que utilice un vehículo particular o una moto. La discusión tiene que ver con que la capacidad de esa infraestructura vial liberada le va a permitir al sistema aumentar frecuencia; es decir, más vehículos y sillas disponibles en la hora pico y eso induce un mayor uso de la infraestructura porque habrá una mayor eficiencia en el traslado de los usuarios, los tiempos de espera van a disminuir”, dijo el ministro.
Y puso como ejemplo las jornadas del día sin carro que se realizan en distintas ciudades del país. “El liberar de capacidad en esa hora pico es como tener la operación en el día sin carro y la evidencia es que, durante ese día, la ciudad se mueve sin ningún problema, los tiempos de viaje mejoran, la ocupación de los sistemas aumenta”, puntualiza Camargo.
El ministro señaló que hay ciudades con más taxis per cápita que, por ejemplo, Bogotá, y eso generó otro tipo de incentivos porque al congelar el parque de taxis se abrió el espacio para que otras alternativas que no están atadas a sistemas de utilización de espacio entraran: plataformas, mototaxismo, vehículos particulares prestando servicio colectivo e inclusive taxis prestando servicio colectivo.
“Si nosotros somos eficientes en el uso del espacio en estas ciudades ganamos tiempo y liberamos tres variables claves que a veces nos cuesta entender: espacio, tiempo y energía, haciendo un uso eficiente de esos tres elementos seguramente mejoramos la movilidad”, señaló.
De acuerdo con su posición, lo afortunado de esta discusión es que el país está ad portas de iniciar campañas de elección popular y los alcaldes plantearán sus estrategias de movilidad para sus ciudades.
“Tenemos que consumir mejor la movilidad, tenemos que generar menos emisiones, tenemos que usar más transporte público. Y eso no es algo que se ha inventado este ministerio, ni este presidente. Hace mucho tiempo nos lo están diciendo y no somos conscientes”, agregó.
Frente a los incentivos y al apoyo financiero, Camargo dijo que ya el ministerio está tocando las puertas de las multilaterales. “Históricamente el ministerio ha hecho unas inversiones y el Plan de Desarrollo nos deja unos recursos. Estamos acotando esas cifras porque en últimas de qué tan atractivo puede ser el programa depende de los recursos que tengamos para eso. Y los recursos están, lo que pasa es que los vamos a asignar de manera diferente. ¿Cómo? Pues con los incentivos. Esto no es un ejercicio dictatorial, lejos de nosotros. Esto es una discusión con el país con los municipios y con los ciudadanos porque es que el problema de la movilidad es un problema de todos”, puntualizó.