Pobreza
¿Cómo se mide el nivel de pobreza en Colombia?
El problema es tratado con especial atención por el Gobierno. Las cifras son las más altas de la región.
La pobreza es uno de los principales problemas que afronta Colombia desde hace décadas. Si bien muchos gobiernos han prometido que reducirán los índices y han presentado muchos proyectos e iniciativas para bajar las cifras, actualmente el país destaca como una de las naciones de Latinoamérica con la mayor cantidad de personas en estas condiciones.
Comprender cómo se manejan estas cifras es clave, no solo para entender cuántas personas son pobres, sino para planificar los proyectos para que los ciudadanos mejoren las condiciones de vida, ya que al reducir los índices trae grandes beneficios para la economía, además de disminuir muchas otras problemáticas sociales.
Según el último anuario estadístico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, Colombia es la cuarta nación con mayor porcentaje de personas en situación de pobreza extrema. Con el 15 %, está detrás de Honduras con el 20 %, Nicaragua el 18,3 % y Guatemala el 15,4 %.
Pero analizando las cifras de Colombia, el país tiene dos clasificaciones de pobreza. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, hay pobreza multidimensional y pobreza monetaria, que tiene otro subtipo que es la extrema.
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“En 2022, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en Colombia fue del 12,9 % en el total nacional; en las cabeceras del 8,7 % y en los centros poblados y rural disperso del 27,3 %, es decir, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en centros poblados y rural disperso fue 3,1 veces el de las cabeceras”, reveló la entidad estadística en su más reciente informe.
Para entender cuál es la diferencia entre la pobreza multidimensional y la monetaria, hay que resaltar que la primera se refiere a todas las carencias y dificultades que enfrenta una persona, o familia, las cuales van más allá del factor económico; por ejemplo, carecen de accesos a servicios públicos, no tienen cómo gozar de atención médica, no tienen cómo vincularse a la educación e incluso problemas como la falta de infraestructura en la comunidad entran en juego para determinar dicho índice.
El segundo sí se refiere a un tema netamente económico y de recursos monetarios, como lo indica su nombre, y ese mismo se fija a través del ingreso per cápita y las posibilidades que tienen estas personas para acceder a productos o servicios básicos como, por ejemplo, los de la canasta familiar.
“La línea de pobreza es el costo per cápita mínimo de una canasta básica de bienes y servicios (alimentarios y no alimentarios) en un área geográfica determinada (...) La incidencia de la pobreza monetaria mide el porcentaje de la población que tiene un ingreso per cápita de la unidad de gasto por debajo de la línea de pobreza según el área geográfica”, señala un informe de la Secretaría de Salud de Bogotá.
Desde 2021, el Dane estableció que el ingreso mensual que necesita una persona en Colombia para satisfacer sus necesidades básicas es de 354.031 pesos. Quiere decir que si alguien gana más que ese monto, no es pobre. De hecho, la pobreza extrema se considera si devenga menos de $161.099. Esos montos se fijaron en 2021 y hasta la fecha no se han modificado.
Por parte de la pobreza multidimensional se toman en cuenta cinco dimensiones: condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y la juventud, salud, trabajo y condiciones de vivienda. De esto se desprenden varios indicadores, los cuales entran a considerarse estadísticamente, y dependiendo de su calidad y acceso se determina el porcentaje de vulnerabilidad.
Expertos internacionales han afirmado que las cifras se mejoran con un mayor acceso a la educación, además de mejorar la situación del mercado laboral. Adicionalmente, en materia de políticas públicas, se deben tratar temas como la desigualdad, infraestructura, entre otros puntos específicos para cada país.