MINERALES
Polémica: ahora Gustavo Petro propone comprar 5 millones de toneladas de carbón “para guardar”, ¿para qué?
A los trabajadores de la gran minería los hará transitar a ser ellos propietarios de energías limpias. El coque seguiría sin problema y el carbón térmico lo compraría el Estado.
En una conversación con los mineros de Boyacá, que preguntaron a Gustavo Petro sobre sus propuestas alrededor de productos como el carbón, el candidato del Pacto Histórico lanzó nuevas ideas que volvieron a causar preocupación entre analistas y empresarios, principalmente los del sector minero.
Al ser interrogado sobre un posible cierre de la pequeña minería, en caso de que gane las elecciones, Petro indicó que habría tres planes, el primero sería hacer transitar a los trabajadores de la gran minería, hacia un escenario en el que sean ellos propietarios de energías limpias.
En segundo lugar, Petro señaló que el coque (combustible obtenido de la calcinación o destilación seca de carbón mineral) continuaría sin problemas. Mientras que el carbón térmico, “en caso de que se vayan agotando las demandas”, habría dos alternativas. “Las actividades complementarias, que pongan paneles solares o que cultiven maíz, las sostiene el gobierno mientras dichas actividades se fortalecen”, sostuvo el candidato.
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- ¿es verdad lo que dice la otra campaña que si gana Petro se acaba la pequeña minería?#Escuchen a Petro contestando a los mineros de Boyacá. pic.twitter.com/AfFvYcR8nI
— César Pachón (@CesarPachonAgro) June 6, 2022
Los efectos
Según explicaciones de Aurelio Suárez, columnista de temas económicos, en Colombia se extraen dos tipos de carbón, el común, que es el que sale del Cerrejón, de zonas como el Cesar y áreas aledañas, y es el carbón térmico, el cual se utiliza en las fábricas o para poner a andar plantas térmicas.
Y también está el carbón metalúrgico, que se produce más al interior del país, en departamentos como Norte de Santander y Boyacá, entre otras.
En el lugar en el que estuvo Petro, en el interior del país, hay minas de carbón térmico, pero la producción nacional de estos mineros es básicamente para carbón metalúrgico, explicó Suárez. Una característica de este mineral es que calienta mucho y se usa principalmente en las siderúrgicas (técnica para fundir el hierro y obtener otros productos como el acero).
Con ese preámbulo, hay que señalar que Colombia tiene dos tipos de exportación de este producto, la del carbón térmico del Cerrejón, Prodeco y la Drummond, y el otro carbón que es más del interior del país.
Al año, en Colombia se producen de 4 a 5 millones de toneladas. Si el carbón térmico tiene un precio de entre 90 o 100 dólares por tonelada, el metalúrgico tiene un valor agregado, por lo tanto, su precio asciende a un rango que va de 250 a 400 dólares la tonelada. Si se promedia el precio en 300 dólares, contando con la cantidad mencionada: de 4 a 5 millones de toneladas, implicaría hablar de, entre 1.200 y 1.500 millones de dólares. Suponiendo que el dólar se cotice a 4.000 pesos en el día de la venta del carbón, serían 6 billones de pesos.
La pregunta que se hace Suárez, en medio de esas cuentas, es: ¿Colombia encuentra factible gastar 6 billones de pesos para guardar un carbón?”.
Golpe a la balanza del comercio exterior
Los efectos de seguir ese camino estarían dados en distintos frentes. Además de tener un producto guardado, improductivo, restando recursos a la bolsa pública, porque en condiciones normales genera regalías y rentas al país, se convertiría en un costo, pues para almacenar una cantidad semejante de carbón, se requiere disponer de una logística. A ello se le agrega el efecto sobre la balanza comercial (el equilibrio entre importaciones y exportaciones), algo que requiere estabilizar el país y cualquier nación que maneje bien su economía.
Para mostrar la dimensión de la propuesta, hay que tener en el visor que las exportaciones de Colombia durante 2021, sumaron 41.224 millones de dólares. Las ventas externas de Colombia, pertenecientes al grupo de combustibles y productos de las industrias extractivas, sumaron 19.685,5 millones de dólares, es decir, una cifra cercana a la mitad. En consecuencia, restar 1.500 millones de dólares sería otro “porrazo” a la economía colombiana.