Congresistas le piden al Gobierno que presente la reforma tributaria después de junio

El retiro de la reforma tributaria que había presentado el exministro Alberto Carrasquilla fue un campanazo para el Gobierno, el cual está buscando los apoyos necesarios para que el nuevo proyecto no tenga el mismo destino que su predecesor.

Dinero conoció que, si bien el Ministerio de Hacienda tiene el interés de presentar la reforma antes de que acabe la legislatura el 20 de junio, los congresistas quieren que el proyecto sea radicado desde julio.

“La fecha de la presentación es otro consenso. Mi planteamiento siempre ha sido aprovechar al máximo esta legislatura, pero allí también se necesita un consenso entre todos los actores”, dijo en las últimas horas el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.

Sin embargo, fuentes del Ministerio de Hacienda y del Congreso de la República le confirmaron a este medio que, la principal propuesta de los legisladores y lo más probable, es que la reforma sea demorada, por lo menos, hasta julio.

“Los partidos políticos han condicionado el apoyo a que la reforma se presente en julio, en la siguiente legislatura, cuando haya más ambiente”, dijo una fuente del Ministerio de Hacienda.

Y es que una de las principales causas por la cual se cayó la pasada reforma tributaria fue la falta de apoyo por parte de la totalidad de los partidos políticos.

“Lo que está ya confirmado es que no habrá reforma tributaria aprobada en el primer semestre. La aprobación sería necesariamente en la próxima legislatura”, dijo la fuente.

El ministro Restrepo, quien reemplazó a Carrasquilla, ha reiterado en repetidas ocasiones que se está trabajando en un consenso para sacar adelante una reforma fiscal que ayude a incrementar los ingresos de la nación.

“Estamos trabajando en los procesos y en la construcción de consensos. Esta semana tenemos audiencias públicas para seguir construyendo consensos con sectores sociales, empresariales, actores de finanzas públicas y Congreso. A partir de allí, la idea es poder plantear una iniciativa”, dijo Restrepo.

Lo que buscan los congresistas es que la reforma no sea presentada sino hasta que el ambiente social esté un poco más calmado, pues se cree que hacer un anuncio ahora de una reforma tributaria puede empeorar las movilizaciones que está viviendo el país desde hace casi un mes.

El paro nacional ya ha tumbado dos reformas, la fiscal de Carrasquilla y la de la salud, y el Gobierno no quiere que el proyecto tributario vuelva a ser rechazado por la opinión pública.

El problema que podría traer el retraso de la presentación de la reforma está relacionado con la incertidumbre que genera si el país va a ser capaz de estabilizar sus cuentas fiscales y reducir el endeudamiento. Es de mencionar que, luego del retiro de la pasada reforma tributaria, la calificadora S&P Global Ratings rebajó la calificación de Colombia y le quitó el grado de inversión.

Si bien hay incertidumbre sobre lo que hagan Fitch Ratings y Moody’s Investors Services, ambas firmas han repetido en varias ocasiones que Colombia necesita incrementar sus ingresos de manera constante y sostenible en el tiempo para poder disminuir el endeudamiento y sanear las cuentas fiscales.

La nueva reforma, que no tendrá cambios estructurales en temas de renta e IVA, busca recaudar unos $14 billones, cuando el anterior proyecto aportaba más de $20 billones a las arcas de la nación.

”Una reforma que pueda recoger algo así como $14 billones puede ser conveniente para responder a las necesidades sociales del país”, dijo el ministro Restrepo semanas atrás.

Se prevé que venga un aumento importante del gasto en la nueva reforma, pues se piensa dar continuidad y volver permanentes distintos programas como el Ingreso Solidario. Además, en los últimos días el Gobierno ha anunciado medidas (que eran propuestas de la anterior reforma) para ayudar a la población como el subsidio para contratar empleados jóvenes y la gratuidad en la educación superior pública.

Aún se desconoce el momento en el que la nueva reforma vaya ser presentada al Congreso, pero la mayoría de analistas y actores económicos están atentos al contenido del proyecto.