Economía

Crecimiento económico: ¿desaceleración o freno de mano? Análisis de las perspectivas y tendencias actuales

Las expectativas frente a la dinámica económica global indican que este será un año de ajuste con resultados menos favorables de los esperados. ¿Qué viene para Colombia?

5 de julio de 2023
Según Langebaek, el PIB de Colombia en 2020 será de cerca de $815 billones (en pesos de 2015), cifra inferior a los $881 billones registrados en 2019.
El aumento en las tasas de interés, la inflación -que si bien cede, está lejos del rango meta-, la volatilidad del dólar y la incertidumbre afectan la dinámica del comportamiento económico. Imagen de referencia. | Foto: Getty Images

Las proyecciones de crecimiento en el mundo siguen marcadas por la incertidumbre, pero con una tendencia a la baja. Según los cálculos del Banco Mundial, la economía global pasará de crecer 3,1 % en 2022 a 2,1 % este año.

En su más reciente informe de Perspectivas Económicas, esta entidad asegura que el crecimiento mundial se ha desacelerado marcadamente y el riesgo de que surjan tensiones financieras en los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED) se está intensificando, en un contexto de altas tasas de interés mundiales.

Crisis económica, empresario que utiliza un teléfono inteligente móvil analizando datos de ventas y gráfico económico que está cayendo debido a la crisis del virus corona, Covid-19, caída del mercado de valores causada.
La desaceleración de la economía se reflejó en el más reciente ISE de abril, cuando llegó a -0,8 %, cayendo en terreno negativo por primera vez desde 2021. | Foto: Getty Images/iStockphoto

De hecho, en los MEED, salvo China, se prevé que este año el crecimiento se desacelerará del 4,1 % registrado el año pasado al 2,9 %.

Según el informe, el crecimiento de las economías avanzadas se desacelerará del 2,6 % en 2022 al 0,7 % este año y continuará siendo débil en 2024. Tras crecer un 1,1 % en 2023, se prevé que la economía de Estados Unidos se desacelerará al 0,8 % en 2024, debido, principalmente, al impacto persistente del marcado aumento de las tasas de interés que se registró durante el último año y medio. En la zona del euro, las previsiones indican que el crecimiento disminuirá del 3,5 % en 2022 al 0,4 % en 2023, como resultado del efecto dilatado del endurecimiento de la política monetaria y el aumento de los precios de la energía.

Un informe de Anif advierte que en Estados Unidos y Reino Unido aún se plantea la posibilidad de continuar con aumentos en las tasas de interés de política monetaria. En primer lugar, la inflación de los Estados Unidos ha mostrado un descenso paulatino desde junio del año pasado. Sin embargo, la velocidad del descenso es menor a la esperada, por lo que la FED anunció la posibilidad de nuevos aumentos antes del cierre de 2023, para lograr llegar al valor objetivo de 2 %.

Incluso, algunos analistas señalan un riesgo de que estos aumentos de tasa provengan de una lectura muy optimista de las cifras del mercado laboral y acerquen a los Estados Unidos a una recesión leve, dice el centro de pensamiento colombiano. “Por otra parte, el Banco de Inglaterra se enfrenta a un dilema: la inflación núcleo ha presentado resultados desalentadores pues reporta una tendencia creciente durante los últimos meses a pesar de los esfuerzos de política monetaria. Lo anterior, se combina con señales de repercusiones negativas sobre el empleo que anunciarían la llegada de una recesión. Por estos motivos las decisiones deberán ponderar qué tanta importancia se da al control de la inflación frente al crecimiento económico y la estabilidad del empleo”, agrega el estudio.

“La economía mundial se encuentra en una situación precaria”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.

Para él, excepto en Asia oriental y meridional, aún se está muy lejos de alcanzar el dinamismo necesario para poner fin a la pobreza, contrarrestar el cambio climático y reponer el capital humano.

En 2023, el ritmo de crecimiento del comercio descenderá a menos de un tercio del que se registraba en los años anteriores a la pandemia. En los mercados emergentes y economías en desarrollo, la presión de la deuda está aumentando debido al aumento de las tasas de interés. A raíz de deficiencias fiscales, muchos países de ingreso bajo ya han caído en un sobreendeudamiento. Mientras tanto, las necesidades de financiamiento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible son mucho mayores que, incluso, las proyecciones más optimistas en materia de inversión privada”, añadió Gill.

Especial Bancos, Tasas Bajas
Los incrementos en las tasas de interés de los bancos centrales buscan poner en cintura a la inflación. | Foto: Getty Images

Por su parte, Ajay Banga, presidente del Grupo Banco Mundial, advierte que la manera más segura de reducir la pobreza y ampliar la prosperidad es a través del empleo. “Sin embargo, el crecimiento más lento hace que la creación de puestos de trabajo sea mucho más difícil”, afirmó.

Y agregó: “Es importante tener presente que las previsiones del crecimiento no representan un destino inexorable. Tenemos la oportunidad de invertir la tendencia, pero todos debemos trabajar juntos para lograrlo”.

Por el momento, según el Banco Mundial, las tensiones bancarias en las economías avanzadas solo han tenido efectos negativos limitados en los MEED, ahora estos países están navegando en aguas turbulentas. “A raíz de que las condiciones crediticias mundiales son cada vez más restrictivas, uno de cada cuatro MEED ha perdido acceso a los mercados internacionales de bonos. La presión es especialmente grave en el caso de los MEED con vulnerabilidades subyacentes, como una baja capacidad crediticia. Las proyecciones de crecimiento de estas economías para 2023 son menos de la mitad de las previstas hace un año, lo que las hace sumamente vulnerables a conmociones adicionales”, dice el análisis.

Las cicatrices de la pandemia, los efectos de la invasión rusa en Ucrania y la desaceleración se dan en un contexto de condiciones financieras restrictivas a nivel mundial. Este hecho ha constituido un duro revés para el desarrollo de los MEED que no terminará pronto.

Para fines de 2024, el Banco Mundial prevé que la actividad económica de estas economías será alrededor de un 5 % menor que los niveles proyectados en vísperas de la pandemia. En los países de ingreso bajo, en particular los más pobres, los daños son enormes, dice la entidad: “En más de un tercio de estos países, los ingresos per cápita en 2024 seguirán siendo inferiores a los niveles de 2019. Debido al lento ritmo de crecimiento de los ingresos, la pobreza extrema se arraigará en muchos países de ingreso bajo”.

¿Podría empeorar la situación? “Muchas economías en desarrollo están haciendo grandes esfuerzos para hacer frente al escaso crecimiento, la inflación persistentemente alta y los niveles de deuda sin precedentes. Sin embargo, su situación podría empeorar si surgen otros peligros, como la posibilidad de que nuevas tensiones financieras en las economías avanzadas generen efectos secundarios más generalizados”, afirmó Ayhan Kose, economista en jefe adjunto del Grupo Banco Mundial. “Los responsables de la formulación de políticas de estas economías –agrega- deben actuar con prontitud para evitar el contagio financiero y reducir las vulnerabilidades internas a corto plazo”.

¿Y Colombia?

Para el caso colombiano, las expectativas de los analistas –al contrario de lo que está pasando en el mundo- han ido en aumento. Por ejemplo, Colombia crecería este año 1,7 %, una cifra mejor al 1,1 % que había estimado meses antes.

En esa misma tendencia se ha pronunciado el Banco de la República, que alcanzó a tener el crecimiento del país este año en 0,5 %, pero ya lo ha elevado a 1 %.

    Esta semana la Junta Directiva del Banco de la República definirá el aumento de sus tasas. Los analistas creen que podría pasar de 9 a 10,5 por ciento.
En su más reciente reunión, la Junta Directiva del Banco de la República mantuvo inalteradas las tasas de interés. | Foto: Guillermo Torres

Precisamente, en la reunión de la más reciente Junta Directiva del Emisor uno de los puntos para mantener inalteradas las tasas de interés, en 13,25 %, fue el comportamiento de la economía: “El PIB registró un crecimiento anual de 3,0 % en el primer trimestre de 2023. La pérdida de dinamismo de la actividad económica continuó en abril según lo mostró el indicador de seguimiento a la economía (ISE). La moderación del dinamismo de la demanda interna ha inducido un ajuste importante en el desbalance externo del país, cuyo déficit de cuenta corriente se redujo a 4,2 % del PIB en el primer trimestre de 2023, frente a un déficit de 6,2 % en 2022″.

Las actividades primarias, que comprenden agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, y explotación de minas y canteras, cayeron 2,91 % anual y 2,45 % mensual.

Las terciarias tuvieron resultados combinados: crecieron 0,79 % anual, pero con un decrecimiento de 0,14 % en el mes. En este grupo, entre las que más crecieron están las actividades financieras y de seguros con 5 %, seguida de las actividades inmobiliarias con 1,9 %.

Para BBVA Research, la economía colombiana continúa su proceso de desaceleración ordenada. No obstante, los mejores indicadores de empleo, consumo privado y exportaciones han llevado a que las proyecciones de crecimiento para este año aumenten. Así lo confirma el más reciente estudio de Situación Colombia, elaborado por el equipo de BBVA Research, que estima que el crecimiento del PIB de 2023 será de 1,2 %, revisándolo al alza desde el 0,7 % previsto en marzo. Para 2024, el equipo de economistas proyecta un 1,5 %.

Según el informe Situación Colombia, citado por el BBVA Research, los sectores económicos que mejor resultado tuvieron al inicio del año fueron los relacionados con servicios, entre ellos, hotelería y restaurantes, eventos y apuestas en línea. Al contrario, los sectores relacionados con la producción, el comercio, el transporte y el almacenamiento de bienes se desaceleraron con fuerza y se ubicaron en terreno negativo, tanto en producción como en decisiones de inversión.

“El desempeño esperado para la economía colombiana en 2023 y 2024 estará determinado por una extensión del comportamiento ya observado, la senda de reducción esperada para la inflación, los efectos de la política monetaria restrictiva que se mantendrá por un buen tiempo en el país y el impacto de la desaceleración de los países desarrollados”, explica el estudio de los economistas.

El BBVA advierte que el comportamiento económico está ligado a la evolución del dato de inflación. Según los analistas, la inflación total, que ya inició un retroceso progresivo desde el segundo trimestre de 2023, seguirá reduciéndose gradualmente, ubicándose en 9,2 % al cierre de este año y en 5,2 % en diciembre de 2023. “Por su parte, la inflación básica, que aún no presenta un quiebre a la baja, empezará a reducirse desde el segundo semestre de este año y continuará en 2024. No obstante, la elevada inflación que ya se logró seguirá pesando sobre las decisiones de inversión y consumo de las empresas y los hogares, explicando parte de la desaceleración de la economía este año”, explicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.

A su turno, para Anif todo parece indicar que la política monetaria del Banco de la República empieza a golpear las condiciones de crecimiento, incrementando el costo del dinero y limitando el dinamismo del consumo, de tal manera que queda abierta la posibilidad de modestos crecimientos en el futuro cercano. Teniendo en cuenta esa dinámica, Anif considera que la economía crecerá en el rango de 1,2 a 1,6 % en 2023, lo que implica una leve mejoría en su perspectiva de crecimiento inicial, en la cual incorporó la menor dinámica esperada en lo que resta del año y también valoró la mejora relativa del primer dato trimestral del año que se ubicó en 3 %.