Economía
De no creer: este es el número de personas mayores de edad que no tienen documento de identidad, según el Banco Mundial
Sin identidad, las personas tienen menos oportunidades, dice el organismo de la banca multilateral.
En un mundo lleno de avances tecnológicos, en los que se puede mostrar la identidad con solo acercar el rostro a un lector, o poner la huella en un dispositivo, o sacar el celular y abrir la aplicación donde está la cédula digital, parece imposible que un número tan alto de seres humanos no tengan ningún documento de identidad oficial.
Un informe publicado por el Banco Mundial, para promover la iniciativa denominada ‘identidad para el desarrollo’, muestra que 850 millones de personas en el mundo, aunque las llaman con un nombre, están en condición de indocumentados, sin nada para mostrar quiénes son.
Técnicamente, estas personas no están contadas en una nación y esa situación les limita el acceso a cualquier beneficio ciudadano, pues para todo se necesita probar la identidad.
La cifra estimada incluye la no tenencia de certificado de nacimiento, pasaporte, licencia de conducir o documento nacional de identidad, según el Banco Mundial.
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Según el informe, la tenencia de documentos probatorios de la identidad jurídica no es solo un derecho básico, sino un asunto de derechos equitativos y sostenibles.
La ausencia de un documento limita el acceso a los servicios y oportunidades, como las de conseguir un empleo, abrir una cuenta bancaria o recibir asistencia social, dice el artículo del Banco Mundial.
Muchos niños
De acuerdo con los análisis realizados por el Banco Mundial, a través de esta iniciativa, “las personas más afectadas por la falta de acceso a sistemas de identificación y registro civil viven principalmente en economías de ingreso bajo y mediano bajo de África subsahariana y Asia meridional”, pero no faltan casos en países emergentes.
La falta de identidad jurídica termina siendo un sello de pobreza, desigualdad y abandono del Estado. De hecho, dentro de los no contados que estimó el Banco Mundial, “muchos hacen parte de grupos marginados y más de la mitad de quienes no poseen documentos de identidad son niños cuyos nacimientos no se han registrado”.
Otra de las estadísticas que incluye el documento del Banco Mundial indica que las mujeres son las más afectadas con la falta de una identidad jurídica. Es más, “las que viven en países de ingreso bajo, aún tienen un 8 por ciento menos probabilidades de poseer un documento de identidad en comparación con los hombres”.
Una mayor desventaja también tienen los adultos con más de 25 años, habitantes de los mismos países (de ingresos bajos). Como no se registraron a temprana edad en notaría, ni obtuvieron la cédula o el documento correspondiente, según el país, a medida que avanza en edad hay menor probabilidad de que obtengan el documento de identidad.
La dificultad para tener una identidad jurídica es mayor si la persona solo tiene estudios primarios o menos; o vive en la zona rural.
Las consecuencias de no tener una identidad son visibles. Estas personas tienen menor posibilidad de acceder a un empleo con un ingreso suficiente para la manutención.
¿Qué obstáculos existen?
Las personas que no tienen identidad jurídica, al ser indagados por las razones, señalan que los requisitos para obtener los documentos son muchos. En un 44 % alegan que es la distancia para llegar a los sitios donde se hace el trámite es mucha. Un 40 % manifiesta que los costos para obtener una cédula son demasiado altos para sus posibilidades.
En el estudio realizado por el Banco Mundial se muestra que 1 de cada 3 adultos sin documento no tienen ningún producto financiero ni le llega ningún subsidio del gobierno. Por su puesto, no puede acceder a un empleo ni votar, lo que restringe sus derechos ciudadanos.
Otros lo tienen pero no es efectivo
El informe del Banco Mundial detalló también que, si bien 850 millones de personas no tienen un documento oficial de identidad, no implica que los restantes 7.000 millones de habitantes tengan uno efectivo.
El organismo internacional hizo un llamado a los gobernantes de cada nación, a buscar soluciones para reducir o eliminar las barreras que están impidiendo que las personas accedan a su identidad jurídica. “Esto implica eliminar las desigualdades, los requisitos onerosos y las tarifas, reformando las leyes y regulaciones pertinentes y mejorando los procesos y las normas de atención al público”, concluye el informe.