Macroeconomía
Dura advertencia: reforma tributaria de Gustavo Petro aumentaría el hambre de 1 millón de personas
Los Bancos de Alimentos piden mantener el beneficio tributario para la donación de alimentos y eliminar el impuesto a los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas.
En Colombia se tiran a la basura la tercera parte de los alimentos que se producen. Con estos alimentos que se desperdician, se podría dar las tres comidas a toda la población que existe en Panamá, Uruguay y Luxemburgo durante todo un año.
En el 2021, los Bancos de Alimentos rescataron 29.000 toneladas de productos aptos para el consumo humano y recibieron en donación recursos para comprar otras 10.000 toneladas de alimentos saludables, con los que mejoraron las condiciones nutricionales de 1,2 millones de personas en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, este trabajo estaría siendo amenazado por la reforma tributaria del gobierno del presidente Gustavo Petro, ya que se propone disminuir el beneficio tributario por la donación de dinero o alimentos y gravar alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas.
De acuerdo con el equipo científico de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia, estas propuestas disminuirían las donaciones de recursos para comprar alimentos, las donaciones de alimentos y aumentaría el desperdicio en más de 23.000 toneladas anuales.
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“Esto obligaría a los Bancos de Alimentos a desatender a un millón de personas en situación de vulnerabilidad, personas a las que les empeoraría su estado nutricional”, advirtió la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco).
El director de Abaco, Juan Carlos Buitrago, manifestó que el beneficio tributario por la donación de alimentos ha significado una importante herramienta en la evolución de la política contra el hambre y el desperdicio de alimentos en el país.
“Disminuir este beneficio tributario y, además, grabar de impuesto a las donaciones de algunos alimentos y bebidas, significa retroceder más de una década en la política contra el desperdicio, motivando a que productores y comerciantes tomen la decisión de vender sus excedentes de alimentos para consumo animal en vez de donarlos para consumo humano”, agregó.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo está atravesando la peor crisis alimentaria de la última década, pues actualmente 828 millones de personas pasan hambre. Fenómenos como el desplazamiento generado por la violencia, los desastres naturales, la pobreza aumentada por la covid-19 y la crisis por la invasión de Rusia a Ucrania han aumentado gravemente la producción, distribución y los precios de los alimentos.
Y en Colombia la situación no es muy diferente. De acuerdo con los datos publicados por el Dane, 19,6 millones de personas se encuentran en pobreza monetaria, con ingresos per cápita promedio de $354.000 mensuales; de estos, 6,1 millones de personas viven en pobreza extrema, con ingresos promedio mensuales de $161.000, con lo que no pueden comprar una canasta mínima de alimentos.
Además, la encuesta Pulso Social indica que 12 millones de colombianos comen apenas dos veces al día, 670.000 personas tienen una sola comida y 51.000 personas comen menos de una vez al día.
Las consecuencias de esta situación se ven reflejadas en la población menor de cinco años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, este año se han reportado 15.237 casos de desnutrición aguda moderada o severa en niños menores de cinco años y han muerto 208 niños menores de 5 años por desnutrición o por causas asociadas. Esto equivale a 5,4 niños muertos semanalmente por desnutrición en Colombia.
“Todos queremos una alimentación sana y saludable para la población colombiana, pero no podemos desconocer la grave crisis alimentaria por la que estamos pasando. Todos los alimentos y todas las bebidas son importantes para aliviar esta crisis que va a durar años”, dijo Buitrago.
Por eso, el gremio hizo un llamado “respetuoso y fraterno” al Gobierno nacional y al Congreso de la República para que revisen el actual proyecto de la reforma tributaria y de ser posible, eliminen el impuesto a las donaciones y mantengan el beneficio tributario para la donación de alimentos.