Economía
Economía en Colombia creció solo 0,6% durante 2023; Dane reveló el comportamiento del PIB del año. ¿Qué puede venir en 2024?
Se descacharon los analistas. En el cuarto trimestre el crecimiento de la economía fue tan pobre, solo de 0,3 %. Estos fueron los sectores que más jalonaron y los que restaron.
El esperado resultado de la economía en 2023 fue revelado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y causó sorpresa. El producto interno bruto (PIB) del país creció solo en 0,6 %, es decir, ningún analista le pegó con su pronóstico, pues había diversidad de apuestas, pero fluctuaban entre 0,9 y 1,4 %, según lo reveló el mismo Dane.
La proyección más cercana a la cifra real que se oficializó este 15 de febrero fue la de la Cepal: 0,9 % y aun así estuvo lejos. El Banco de la República, que en Colombia suele ser austero en sus pronósticos, estimaba un crecimiento de 1 %.
En todo caso, se trata de una cifra que evidencia la debilidad de la economía en este año, con expectativa de que 2024 sea mejor.
El tercer trimestre había sido peor
Hay que destacar que la entidad de las estadísticas hizo revisiones de las cifras del año anterior a esta medición(2022), con la cual se compara el resultado de este año. La cifra oficializada no cambió para el año pasado: 7,3 %. Desde allí, se ve el freno que tuvo la economía en 2023, con un precario 0,3 %.
Según expresó Piedad Urdinola, directora del Dane, parte del comportamiento se explica porque en 2020 veníamos de una pandemia, 2021 empezó una recuperación, que se extendió hasta 2022, y en 2023 se ha dado una estabilización.
Solo diciembre
De manera aislada, solo en diciembre, de acuerdo con el ISE (Índice de Seguimiento a la Economía), que es el primer dato que entrega la entidad de las estadísticas, la producción se expandió en 0,1 % real y con la depuración que se hace, por el llamado efecto estacional, la cifra fue de 0,2 %.
Cuarto trimestre
En cuanto a la estadística trimestral (de octubre a diciembre), la producción creció en 0,3 %, en comparación con el 2,1 % que se registró en igual trimestre de 2022. Se destaca que también hubo revisión y, en realidad, la economía no había caído en -0,3 sino más, en -0,6 %.
Con el PIB del año, se trata de un resultado tibio, que le faltará mucho fragos para que pueda encender los motores en 2024.
¿Qué jalonó el resultado?
Dentro de las actividades que impulsaron el resultado anual, según las estadísticas, están: administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria; educación; actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales, que crecieron en 3,9 %.
Hay que señalar que ese fuerte impulso por cuenta del gasto público se debe en parte a las presiones sobre la ejecución presupuestal, principalmente en los componentes de inversión que irrigan recursos en la etapa final de los gobiernos territoriales, por ejemplo.
En terreno negativo se ubicaron construcción (-4,2 %), industria manufacturera (-3,5 %), comercio y transporte (-2,8 %). Entre los tres representan el 30 % del PIB y son los que más demandan empleos.
En los bancos se movieron las cifras
Las actividades financieras y de seguros volvieron a tener cifras visibles en términos de variación, con un 7,9 %, pero pesan menos en el resultado total, en comparación con el primer grupo. Aunque el Banco de la República empezó a bajar las tasas de interés en diciembre, es una medida que tiene su efecto retardado, sin embargo, los bancos comerciales empezaron con mucha anticipación a ofrecer créditos con menos costo, en parte, para contrarrestar esa posición de los usuarios de no embarcarse en préstamos caros.
Otro crecimiento destacado dentro de las ramas de la economía, es el registrado por las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, al igual que las actividades de los hogares individuales en calidad de empleadores. Este segmento se impulsó en 7 %.
¿Y qué viene?
Aunque en el país se está viendo una corrección de la inflación y, por consiguiente, el Banco de la República empieza a destorcer las tasas de interés, con las cuales apretó clavijas para que los hogares disminuyeran el consumo que se disparó después de la pandemia y aportó para que subieran los precios (no había tanta demanda para la avidez del consumo), las cosas en 2024 no parecen pintar bien.
Principalmente, por la fuerte caída que tuvo la llamada formación bruta de capital, que no es otra cosa que la inversión que se hace en maquinaria para producir. Esta circunstancia podría convertirse en una ola que arrastre el empleo y, de paso, por menor consumo de los hogares, también mantenga a la economía con la cabeza gacha.