CRISIS ECONÓMICA
Economista que predijo la crisis de 2008 pronostica otra crisis económica mundial por los altos niveles de deuda
Nouriel Roubini dijo que las condiciones económicas actuales pueden hacer que se presente una nueva crisis en los próximos años, caracterizada por la estanflación.
El economista de origen turco y nacionalidad estadounidense Nouriel Rubini es conocido por haber pronosticado el colapso financiero y la crisis económica que sacudió al mundo entero en 2008.
Ahora, Rubini está proyectando que hay factores que dan señales de que el mundo puede entrar próximamente en una nueva crisis debido a los altos niveles de deuda de los gobiernos y a la presencia de lo que él denominó “burbujas de activos.
“Las mismas políticas flexibles que están alimentando las burbujas de activos continuarán impulsando la inflación de los precios al consumidor. Las condiciones son adecuadas para un doble golpe del estancamiento de la década de 1970 y la implosión del mercado de valores de 2008”, escribió en The Guardian el economista de la NYU Stern School of Business.
Cuando Rubini habla de “políticas flexibles” se refiere, principalmente, a las bajas tasas de interés que tienen en la actualidad los bancos centrales del mundo. Es de recordar que en 2020, los bancos decidieron disminuir hasta mínimos históricos sus tasas de interés con el fin de impulsar la economía que estaba viéndose afectada por la pandemia del coronavirus.
De hecho, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) fue la pionera en emprender el camino de reducción de tasas de política monetaria, la cual se ubica hoy en día en el rango entre 0 % y 0,25 %. La Fed ha dicho que la normalización de las tasas se empezaría a dar a partir de 2023.
“Las señales de advertencia están ahí para la economía global, y los bancos centrales se quedarán en una posición imposible ... Las políticas monetarias y fiscales extremadamente flexibles de hoy, cuando se combinan con una serie de choques de oferta negativos, podrían resultar en una estanflación al estilo de la década de 1970 (alta inflación junto con una recesión) “, dijo Roubini.
Ahora bien, el término de estanflación se adoptó por primera vez durante la década de 1970 y corresponde a un periodo en el que la economía de un país no crece, pero registra un incremento continuo en la inflación.
La crisis económica que ha causado la pandemia del coronavirus hizo que en 2020 la inflación alcanzara mínimos históricos en varios países del mundo, incluido Colombia. Sin embargo, en 2021 el bajo crecimiento económico sigue latente y las expectativas de inflación ya empezaron a aumentar.
“Los índices de endeudamiento actuales son mucho más altos que en la década de 1970, y una combinación de políticas económicas flexibles y choques negativos de oferta amenaza con impulsar la inflación en lugar de la deflación, preparando el escenario para la madre de las crisis de deuda estanflacionarias en los próximos años”, escribió Roubini.
Para el economista, la próxima crisis económica que se presente va a ser peor a la causada por la pandemia el año pasado, debido a que el nivel de endeudamiento actual de los países está mucho más alto.
“Por ahora, las políticas monetarias y fiscales laxas continuarán alimentando burbujas de activos y crédito, lo que provocará un choque de trenes en cámara lenta. Las señales de advertencia ya son evidentes en las altas relaciones precio / ganancias de hoy, las primas de riesgo de acciones bajas, los activos inmobiliarios y tecnológicos inflados, y la exuberancia irracional que rodea a las empresas de adquisición con fines especiales, el sector de las criptomonedas, la deuda corporativa de alto rendimiento, los préstamos garantizados obligaciones, capital privado, acciones de memes y comercio minorista descontrolado”, dijo.
Teniendo en cuenta el contexto descrito con anterioridad, Roubini proyecta que en algún momento habrá una pérdida repentina de confianza que va a generar una quiebra de la economía en general.
“Con las deudas públicas y privadas que se han disparado, los bancos centrales están en una trampa de deuda. A medida que aumente la inflación en los próximos años, los bancos centrales se enfrentarán a un dilema. Si comienzan a eliminar gradualmente las políticas no convencionales y aumentan las tasas de interés para combatir la inflación, se arriesgarán a desencadenar una crisis de deuda masiva y una recesión severa; pero si mantienen una política monetaria laxa, se arriesgarán a una inflación de dos dígitos y una profunda estanflación cuando surjan los próximos choques negativos de oferta”, dijo.
Todo lo anterior culminaría en que haya gobiernos insolventes que no puedan ayudar ni rescatar a los bancos, empresas y hogares.
“Tal como están las cosas, este choque de trenes en cámara lenta parece inevitable... La estanflación de la década de 1970 pronto se encontrará con la crisis de la deuda del período posterior a 2008. La pregunta no es si, sino cuándo”, concluyó.