Especial colegios
Educadores para el cambio social
La mayoría de quienes hoy estudian para ser maestros tienen resultados bajos en el módulo de competencias ciudadanas. Urge trabajar con ese grupo para que puedan enseñar correctamente dichos conocimientos.
La educación podría ser la herramienta para transformar la realidad social, política y económica de Colombia. Sería el impulso para superar la pobreza, la exclusión y consolidar la paz. Para alcanzar este ideal, los docentes deben contar con los recursos necesarios que les permitan formar ciudadanos capaces de relacionarse con otros, resolver sus problemas de convivencia y construir una sociedad que valore y defienda la democracia. Frente a esto, hay una realidad: los resultados académicos reflejan que los futuros docentes del país aún necesitan apropiarse de competencias esenciales para la construcción de sociedades democráticas, pacíficas e incluyentes, durante su formación inicial. Así lo comprueban los resultados más recientes de las Pruebas Saber Pro (2022), en los que un 71 por ciento de los estudiantes de Licenciatura se clasificó en los niveles más bajos (1 y 2) en el módulo de Competencias Ciudadanas; 37 por ciento se ubicó en el nivel 1 y el 34 por ciento en el nivel 2.
En efecto, la evaluación del conocimiento y la comprensión de conceptos básicos de la Constitución Política y del análisis de diferentes perspectivas en situaciones donde interactúan distintas partes tuvo más del 50 por ciento de respuestas incorrectas.
Aun cuando existen departamentos del país que necesitan docentes con el más alto nivel de competencias ciudadanas, al haber sido afectados por el conflicto armado y concentrar población excluida por razones étnicas o socioeconómicas, como Chocó, Casanare, La Guajira y Magdalena, son aquellos que presentan un mayor porcentaje de licenciados en el nivel 1 y 2 en esta competencia.
Si bien no es posible establecer relaciones de causa y efecto, estos datos podrían estar indicando que, al graduarse y probablemente en su labor como maestros, estos licenciados no contarán con las bases sólidas que les permitan reconocer y valorar el contexto, la diversidad cultural, los derechos individuales y colectivos, así como entender las problemáticas sociales contemporáneas, y, en consecuencia, podrían tener dificultades para lograr que sus educandos desarrollen su máximo potencial de pensamiento y actuar ciudadano.
Estos indicadores confirman la urgencia de lograr una formación inicial de maestros que puedan tener bases sólidas y herramientas que les permitan comprender la realidad social, convivir y ejercer la ciudadanía desde una perspectiva incluyente.
Desde el Estado, las organizaciones y todo el sistema educativo colombiano, tenemos el gran compromiso de trabajar en el diseño de estrategias que logren formar educadores no solo competentes, sino también que puedan contribuir al cambio social. De lo contrario, se seguirá viendo amenazada la estabilidad de nuestra democracia.