macroeconomía
EE. UU. busca frenar la volatilidad de los precios del petróleo originada desde Oriente Medio
El presidente Biden dijo durante la cumbre de países árabes que su nación no se alejará de esta región.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este sábado 16 de julio durante una cumbre en Arabia Saudita que su país seguirá plenamente comprometido con Oriente Medio y no cederá su influencia a otras potencias.
“No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”, afirmó Biden en Yedá, Arabia Saudita.
El encuentro, última parada de la gira de Biden por Oriente Medio, congregó en esta ciudad de la costa del mar Rojo a los seis gobernantes del Consejo de Cooperación del Golfo, junto a los de Egipto, Jordania e Irak.
En su primer viaje a Oriente Medio como presidente, Biden pretendía esbozar su visión del papel de Washington en la región para no ceder influencia a Rusia y China.
Lo más leído
El viernes se reunió con el rey Salmán de Arabia Saudita y con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, el gobernante de facto que, según las agencias de inteligencia estadounidenses, “aprobó” la operación de 2018 que acabó con la vida del periodista Jamal Khashoggi.
En declaraciones del viernes, Biden calificó de “indignante” la muerte de Khashoggi y dijo que había advertido al príncipe Mohamed contra nuevos ataques a los disidentes, sin especificar qué medidas podría tomar.
El príncipe Mohamed presidió la sesión inaugural de la cumbre este sábado, a la que no asistió el rey Salmán. El príncipe heredero niega estar implicado en la muerte de Khashoggi, que fue asesinado en el consulado del reino en Estambul y cuyos restos nunca fueron encontrados.
Este sábado, Biden dijo a los líderes árabes allí reunidos que “el futuro lo ganarán los países que liberen todo el potencial de sus poblaciones (...), donde los ciudadanos puedan cuestionar y criticar a los líderes sin temor a represalias”.
Biden abandonó Arabia Saudita, tras una visita de menos de 24 horas, a bordo del Air Force One.
Tensiones por Ucrania
Biden prometió un paquete de 1.000 millones de dólares para la seguridad alimentaria en Oriente Medio y el norte de África, amenazada desde la invasión rusa de Ucrania.
La invasión rusa de Ucrania ha puesto de manifiesto una divergencia antes impensable entre Washington y los principales aliados de Oriente Medio, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, gigantes petroleros cada vez más independientes en la escena internacional.
Los ricos países del Golfo, que acogen las tropas estadounidenses y han apoyado a Washington durante décadas, se han abstenido de apoyar a la administración Biden en su intento de aislar a Moscú.
Los analistas afirman que esta nueva postura revela un punto de inflexión en las relaciones del Golfo con Estados Unidos. En un gesto de acercamiento, Biden invitó el sábado a su homólogo emiratí, el jeque Mohamed bin Zayed Al-Nahyan, a ir Washington antes de que acabe el año.
En su discurso de apertura de la cumbre, el príncipe saudita Mohamed dijo que esperaba que esta “estableciera una nueva era de cooperación conjunta (...) para servir nuestros intereses comunes y mejorar la seguridad y el desarrollo en esta región vital para todo el mundo”.
Cooperación estratégica
Arabia Saudita y Estados Unidos firmaron el viernes 18 acuerdos en energía, espacio, salud e inversión, según un comunicado saudita.
Los dos países hicieron hincapié en “la importancia de su cooperación estratégica, económica y de inversión, especialmente a la luz de la actual crisis en Ucrania y sus repercusiones, reiterando su compromiso con la estabilidad de los mercados mundiales de energía”, de acuerdo con una declaración conjunta.
Arabia Saudita acordó conectar las redes eléctricas del Consejo de Cooperación del Golfo con Irak, que depende en gran medida de la energía procedente de Irán, “para proporcionar a Irak y a su pueblo fuentes de electricidad nuevas y diversificadas”, dijo la Casa Blanca.
Washington quiere que el mayor exportador mundial de crudo abra los grifos para bajar los precios de los combustibles y reducir así las tasas inflacionarias en su país. Pero Biden rebajó el viernes las expectativas de que su viaje vaya a tener beneficios inmediatos.
“Estoy haciendo todo lo que puedo para aumentar el suministro a Estados Unidos”, dijo, pero añadió que los resultados concretos no se verán “hasta dentro de un par de semanas”.
Relaciones con Israel
La Casa Blanca aprovechó el viaje para impulsar la integración entre Israel y los países árabes. Arabia Saudita se ha negado a unirse a los Acuerdos de Abraham, auspiciados por Estados Unidos, que en 2020 propiciaron los vínculos de Israel con Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
Riad ha dicho que mantendría la tradicional postura de la Liga Árabe de no tener relaciones con Israel mientras persista el conflicto con los palestinos.
Sin embargo, ha mostrado señales de apertura hacia ese país. El viernes anunció el levantamiento de restricciones de sobrevuelo para aviones que viajan hacia y desde Israel, lo cual Biden calificó como “histórico”.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, fue más allá al afirmar que se trata del “primer paso oficial en la normalización con Arabia Saudita”.
*Con información de la AFP.