Economía
EE. UU. teme por una catástrofe económica y hace duras advertencias financieras para el futuro
Estados Unidos alcanzó en enero su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares.
Un incumplimiento del pago de la deuda de Estados Unidos desencadenaría una “catástrofe económica y financiera”, alertó el martes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La funcionaria del gobierno de Joe Biden enfatizó en declaraciones preparadas para un evento en Washington que un aumento o la suspensión del límite de endeudamiento de Estados Unidos —un paso necesario para evitar un default—, debería darse “sin condiciones” por parte del Congreso.
Sin embargo, hace tan solo 5 días atrás de este anuncio, Estados Unidos quiere tener una relación económica “constructiva y equitativa” con China, aunque sin comprometer los asuntos de seguridad nacional.
“Buscamos una relación económica sana con China: una que favorezca el crecimiento y la innovación en ambos países. Una China en crecimiento que respete las reglas internacionales es buena para Estados Unidos y el mundo”, afirmó Yellen en un discurso en la Universidad Johns Hopkins en Washington.
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Aseguró que Estados Unidos no se comprometerá en cuestiones de seguridad nacional, “incluso cuando requieran compromisos con nuestros intereses económicos”.
Las tensiones entre las dos potencias económicas han sido intensas durante años. La guerra comercial iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2019 no terminó con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, aunque ahora muestra un rostro más diplomático.
La batalla económica se está librando, en particular, en el campo de la fabricación de semiconductores, esos componentes electrónicos esenciales para el funcionamiento de los teléfonos inteligentes, los vehículos conectados pero también los equipos militares.
De otro lado de la orilla, la oposición republicana exige un drástico recorte del gasto público para proceder a aumentar este techo de emisión de deuda. Los republicanos pretenden impulsar una votación esta semana sobre este asunto.
Estados Unidos alcanzó en enero su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, lo cual llevó al Departamento del Tesoro a tomar medidas extraordinarias que le permitan continuar financiando las actividades del gobierno.
Pero si el Congreso no eleva o suspende el techo de la deuda antes de que se agoten las herramientas actuales, el gobierno de Biden corre el riesgo de incumplir las obligaciones de pago a partir de julio, con profundos efectos para la economía estadounidense y mundial.
“En mi evaluación, y la de los economistas en general, un incumplimiento de pago de nuestra deuda produciría una catástrofe económica y financiera”, señaló Yellen
Yellen advierte que de ocurrir un default, aumentarían los pagos de las cuotas de hipotecas, de préstamos para compra de automóviles y por tarjetas de crédito, mientras que las empresas podrían ver empeorar las condiciones crediticias.
El gobierno federal también podría volverse incapaz de realizar pagos a millones de estadounidenses, incluidos aquellos que dependen del Seguro Social.
“Seguridad nacional”
“Estas acciones de seguridad nacional no están diseñadas para permitirnos obtener una ventaja económica competitiva o para sofocar la modernización económica y tecnológica de China”, dijo Yellen.
“Aunque estas políticas pueden tener repercusiones económicas, están motivadas por simples consideraciones de seguridad nacional”, agregó.
Para el economista Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE), “una estrategia estadounidense que reconozca el derecho de China a modernizarse y reconozca que perseguir objetivos loables de seguridad nacional tiene costos económicos es un punto de partida sostenible y basado en la realidad para una estrategia que no es ni una cruzada ni una fantasía”.
El mes pasado, Pekín acusó a Washington de avivar las tensiones entre ambas potencias y advirtió del riesgo de “conflicto”.
En febrero, las relaciones se complicaron tras la destrucción por parte de Estados Unidos de un globo chino que, según la administración Biden, espiaba su territorio, acusación que China niega rotundamente.
Más recientemente, el estatus de Taiwán ha estado en el centro de las tensiones.
“No vamos a comprometer la protección de los derechos humanos”, advirtió Yellen, “hemos actuado y seguiremos actuando”.
La secretaria del Tesoro, que volvió a mencionar su intención de visitar China “en el momento apropiado”, también indicó que Estados Unidos seguirá “asociándose con (sus) aliados para responder a las prácticas económicas desleales de China”.
Este comentario llega después de recientes declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, que habían suscitado dudas entre los aliados de París, incluido Estados Unidos.
A su regreso de China, llamó a los europeos a no ser “seguidores” de Pekín o Washington en cuanto a Taiwán y a “depender menos de los estadounidenses” en materia de defensa. Unos días después, abogó por una mayor autonomía económica para Europa.
“Macron, que es un amigo, está con China besándole el culo” al dirigente chino Xi Jinping, había comentado el expresidente Donald Trump, que lanzó una guerra comercial contra el gigante asiático en 2019 cuando estaba en la Casa Blanca.
Con información de la agencia AFP.