Petróleo
EE. UU. toma acciones para frenar el alza en los precios del petróleo
La gasolina es uno de los productos que más está impactando la inflación en este país.
El gobierno del demócrata Joe Biden, que acusa a los refinadores estadounidenses de obtener jugosas ganancias a expensas de los automovilistas que pagan precios altos por la gasolina, convocó este jueves a los dirigentes del sector para discutir caminos que permitan reducir el elevado precio del carburante.
La subida de tarifas en las gasolineras, símbolo de la generalizada alza de precios en Estados Unidos, erosiona la popularidad del mandatario, quien desde hace semanas se muestra activo tratando de buscar soluciones para bajar el costo del galón de nafta (3,78 litros). Biden exhortó varias veces a los refinadores a aumentar su capacidad de producción, en momentos que el galón está en 5 dólares, una cota histórica.
“Tendremos una conversación seria con ellos para ver qué podemos lograr”, indicó el miércoles la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, quien añadió que “sabemos que seis refinerías cerraron desde 2020 (...) y queremos preguntarles si es posible poner a trabajar a algunas, aumentar la producción” de combustible.
Estos grupos “obtienen grandes ganancias. No es por ende una cuestión de financiamiento” de inversiones, destacó Granholm. “¿Tal vez necesitan otra cosa?”, se preguntó.
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Chevron, Phillips66, BP y la poderosa federación del sector petrolero API confirmaron su presencia en esta reunión.
Joe Biden también había incluido la semana pasada a ExxonMobil, Marathon, Valero y Shell en una carta en la que pedía a las refinerías que tomaran medidas “inmediatas” para aumentar la producción de gasolina, gasoil y carburante de avión.
Obtener márgenes de ganancias “históricamente altos” haciendo pagar a los estadounidenses “no es aceptable”, lanzó entonces el mandatario. Las refinerías estadounidenses funcionan a 94 % de su capacidad, un nivel muy alto, retrucaron la API y la asociación que reúne a los refinadores, la AFPM.
Los precios se fijan a nivel mundial, argumentaron las empresas. Y algunos sitios fueron cerrados para transformarlos en usinas de producción de biocombustibles. El presidente de Chevron, Michael Wirth, reprochó el martes al mandatario por “vilipendiar” al sector. Joe Biden respondió horas más tarde diciéndole que era “ligeramente susceptible”.
¿Cómo avanzan los precios del crudo?
Ayer miércoles, 22 de junio, El barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto terminó así en baja de 2,53 % a 111,74 dólares, tras llegar a perder más de 4 % durante la sesión en Londres. El barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en agosto cayó por su parte 3,04 % a 106,19 dólares, luego de caer más de 7 % durante la jornada en Nueva York.
Unos márgenes “increíbles”
La reunión “probablemente no arrojará nada significativo”, opinó Andrew Lebow, especialista del sector energético en la consultora especialista Commodity Research Group.
“Si los refinadores pudieran producir más actualmente, lo harían, viendo los márgenes increíbles que pueden obtener”, sostuvo. Tal vez la producción aumentará un poco en las próximas semanas, una vez que se resuelvan algunos problemas operativos en sus instalaciones, sostuvo.
Para Kevin Book, de ClearView, es más bien “el tono de la reunión” que podría tener algún efecto. “Dialogar tranquilamente con el sector permitirá desbloquear barriles más fácilmente que atacarlo sin cesar en público”, sostuvo.
El gobierno podría ayudar facilitando, por ejemplo, la contratación de camioneros y el abastecimiento de arena para explotar el petróleo de esquisto, consideró; sin embargo, sostuvo que “si la reunión termina de mala manera, el punto muerto podría agravarse”.
Los precios del petróleo se vieron impulsados inicialmente por un fuerte aumento de la demanda tras la pandemia de covid-19, y luego por las sanciones impuestas por potencias occidentales a Rusia tras su invasión de la vecina Ucrania, el 24 de febrero.
Para que los precios en las gasolineras bajen, Joe Biden pidió el miércoles al Congreso que suspenda por tres meses un impuesto federal sobre la gasolina, de 18 centavos por galón, un pedido que generó escepticismo de muchos expertos, pues sostienen que esta medida solamente aumentará la demanda al reducir el precio durante la temporada de mayor consumo.
Con información de AFP.