Comercio
El 85 % de los juegos pirotécnicos que se venden en Colombia son ilegales: Fenalpi
La Federación Nacional de Pirotécnicos informó que el gremio formal espera ventas por 35.000 millones de pesos en esta temporada; eso sí, para el uso responsable.
Por más que parezca obvio o repetitivo, las autoridades de salud, ‘ad portas’ de comenzar la temporada de fin de año, recuerdan a los adultos el uso responsable de la pólvora y que esta no sea vendida a menores de edad, para evitar los casos de quemados que tradicionalmente aumentan en diciembre y dejan un sinsabor para finalizar el año.
Nada más este año, sin empezar la época de Navidad, ya decomisaron más de 3.000 unidades de pólvora en Caldas. Desde la Federación Nacional de Pirotécnicos piden la reglamentación y la formalización de la venta de los juegos pirotécnicos, asegurando que la comercialización ilegal de pólvora representa un 85 % en el mercado colombiano, lo que tiene estigmatizados a las más de 25 mil familias que se dedican a la actividad formal de la pirotecnia con uso responsable.
“En Colombia, la venta de artículos pirotécnicos está prohibida para menores de edad y personas en estado de embriaguez. El llamado a toda la ciudadanía es a no comprar estos productos en lugares clandestinos. Los pirotécnicos formales estamos en función de la vida y seguridad de todos los colombianos”, dijo Carlos Carvajal, presidente de Fenalpi.
El gremio, que reúne a productores y comercializadores formales del país, trabaja de la mano con las autoridades locales, regionales y nacionales para promover la venta responsable en expendios autorizados únicamente a mayores de edad y evitar así las ventas clandestinas, que ponen en riesgo la seguridad de los usuarios.
Desde la época colonial, la pirotecnia es una cultura arraigada en las celebraciones colombianas, por lo que Fenalpi aboga por la protección y salvaguardia del valor artístico de este oficio, que recoge innovaciones importantes en la ciencia química, promoviendo también su modernización y armonización.
Fenalpi reitera la importancia de la entrada en vigencia de la Ley 2224 de 2022 y su reglamentación técnica, que busca implementar iniciativas que regulen la actividad pirotécnica y la ayuden a profesionalizarse y modernizarse, con el objetivo de proteger los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes al prohibir productos obsoletos, antiguos y riesgosos.
El incumplimiento de la reglamentación técnica generará sanciones económicas de entre uno y 300 salarios mínimos legales vigentes (SMLV), recursos que serán destinados a la financiación de planes y programas de prevención y sensibilización sobre la responsabilidad que implica el uso irresponsable de artículos pirotécnicos, así como para la atención especializada a lesionados. La regulación y formalización mejorará la calidad de vida de cerca de 25.000 familias colombianas que viven de esta actividad, de las cuales 5.000 están ubicadas en Bogotá, en su gran mayoría de estratos medio-bajos.
En Colombia, la tradicional pólvora ha generado un uso indiscriminado e irresponsable de productos artesanales, de baja calidad y riesgosos, que han llevado un alto indicie de accidentes en niños y personas alicoradas, fomentando prácticas peligrosas y una proliferación de un mercado informal e ilegal. La nueva Ley 2224 de 2022 busca hacerles frente a estas problemáticas, fomentando una transición para que en Colombia la pólvora se transforme en pirotecnia.
La Ley 2224 de 2022 representa un antes y un después para esta actividad:
- Formaliza y profesionaliza a productores y comerciantes artesanales, que por su condición de subsistencia ejercen la actividad de carácter informal.
- Crea una mesa técnica de carácter nacional para regular el comercio de productos seguros y, así mismo, prohibir y perseguir solo los más inseguros.
- Crear un fondo cuenta para la rehabilitación de personas afectadas por pirotecnia en condiciones responsables de uso.
- Castigar el uso irresponsable a través de elevar las multas por utilización de productos ilegales, de entre 100 a 300 salarios mínimos legales.
- Educar al consumidor sobre uso responsable de estos productos y características de los productos legales.