IMPUESTOS
¿El director de la Dian ha contratado a sus amigos? Luis Carlos Reyes habló de sus primeros 10 meses en el cargo
En entrevista con SEMANA, habló del balance del recaudo tributario, de las políticas contra el contrabando y la evasión, al tiempo que les respondió a algunos críticos.
SEMANA: Han pasado 10 meses desde que usted asumió el cargo y los ciudadanos reclaman resultados. El recaudo tributario es una señal de cómo va la economía. En el marco fiscal de mediano plazo se hicieron modificaciones a las expectativas con las cifras que se tenían el año pasado. Cuando subió el nuevo gobierno, se hablaba de que iba a tener plata de sobra, por más ingresos por impuestos. ¿Cuál es la realidad ahora?
L.C.R.: La realidad del recaudo es que ha aumentado de manera sustancial, en comparación con el año pasado. Con datos de finales de mayo de 2023, hay un aumento del 13 % real (sin contar la inflación). Entonces, va bien.
SEMANA: Si va bien el recaudo, ¿por qué se redujo tanto la cifra de la adición presupuestal que fue aprobada en 16,9 billones de pesos y originalmente era de 23 billones?
L.C.R.: El gasto del Presupuesto General de la Nación se financia de distintas fuentes: de ingresos tributarios, de deuda, de ingresos del petróleo que le llegan al Estado, y una cosa es en qué se gasta y otra cómo fluctúan esas fuentes de ingresos. Uno puede pensar en escenarios como el que tenemos, en los cuales el recaudo está aumentando frente al año pasado, y sin embargo se busca ser muy cuidadoso con los rubros en los que se gasta y ahorrar donde se puede ahorrar. Digamos que no son cosas que estén en contradicción, sino simplemente es un manejo prudente de las finanzas públicas.
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SEMANA: ¿Ese 13 % de aumento en el recaudo ya incluye la mayor tasa de renta que las personas jurídicas van a aportar, según fue aprobado en la reforma tributaria de la anterior administración del país?
L.C.R: Incluye el recaudo por autorretenciones de las personas jurídicas.
SEMANA. En términos de ingresos, ¿qué se ve reflejado ya de la reforma tributaria?, porque hay que recordar que se habló de que, hasta los asalariados, los de altos ingresos, pagarán más.
L.C.R.: Es verdad, la reforma tributaria tiene incrementos para los asalariados de altos ingresos. Sin embargo, esos incrementos, como esas nuevas reglas aprobadas, aplican a los ingresos de 2023. Los ingresos de 2022 son gravados bajo el sistema tributario anterior. La totalidad del aumento en el recaudo solo se va a ver hasta el 2024, cuando se esté recaudando lo correspondiente a los ingresos que tuvieron las personas naturales y jurídicas en 2023.
Contrabando
SEMANA: ¿Cómo va el control al contrabando y la evasión, cuyo combate fue señalado en varios estudios como fuente de ingreso público y equidad para los contribuyentes?
L.C.R.: Hay dos cosas que necesita una administración tributaria: metas claras y medios para llegar a ellas. Cuando llegamos a la Dian, nos dimos cuenta de que hacía falta trabajar en ambos frentes. En términos de metas, sorprendentemente, la reducción de la evasión no era la principal meta operativa de la Dian, no era parte de sus objetivos claves de desempeño. Lo primero que estamos haciendo es transformar la medición de la brecha tributaria, que es la diferencia entre lo que la gente debería pagar y lo que en realidad paga, para tener una meta clara a la cual apuntar.
Esa meta es reducir esa evasión, que está en 7 % del PIB (producto interno bruto), a un porcentaje mucho más pequeño. Por ejemplo, esa cifra es algo a lo que no se le hacía seguimiento año a año, otra vez -muy sorprendentemente- en la entidad que está a cargo de luchar contra la evasión. Por lo tanto, no solo le vamos a hacer seguimiento a esa estadística, sino que vamos a implementar nuevos métodos de calcularla, alineándonos con lo que se ha impuesto en países de la OCDE como Estados Unidos, Dinamarca, Australia, que en vez de utilizar una metodología que llaman de arriba hacia abajo, usan una al contrario (de abajo hacia arriba), y consiste en aprovechar las auditorías aleatorias que se hacen para extrapolar a una medida mucho más rigurosa de lo que es la evasión. Y segundo, una vez que uno tiene clara la utilización de los métodos de mediciones -también del contrabando-, hay que contar con los recursos para luchar contra estos problemas. Si hay algo que está sobrediagnosticado en la Dian es que, además de necesitar actualizaciones tecnológicas, se requiere el personal suficiente para esa lucha contra la evasión.
Una de las primeras tareas que llegamos a hacer en la entidad fue incorporar en la ley de la reforma tributaria esta ampliación de planta, que se concretó ya en un decreto del presidente de la República. El aumento en 10.200 personas en la planta de la Dian, la lleva a más de 21.000 funcionarios, cifra que puede sonar a mucha gente, pero si nos comparamos con administraciones tributarias de países que tienen, por ejemplo, el mismo número de habitantes, es coherente. Pensamos en Canadá, donde hay fácilmente 60.000, 70.000 trabajadores. Y eso que no son administraciones tributarias y aduaneras como nosotros, sino sólo tributarias. En el marco de una administración tributaria moderna no se necesitarían 60.000, 70.000 personas, sino lo que hay en Australia, donde con más o menos 20.000 personas en la administración tributaria han logrado una reducción importante en esta brecha tributaria que le menciono.
SEMANA: ¿Es más eficiente para una administración tributaria y aduanera tener más personal, o sería mejor tener más tecnología?
L.C.R: No es lo uno o lo otro: el uno necesita lo otro. Hay mucha ciencia ficción acerca de que uno puede reemplazar a las personas completamente con robots.
SEMANA: Pero, pensando en el ciudadano, para que sea menos invasiva la vigilancia.
L.C.R.: La vigilancia requiere que la administración tributaria tenga acceso a información que, en general, es privada y eso no va a cambiar. Pero el diagnóstico, al cual se llegó con financiación del BID, es esa: aparte de una modernización tecnológica, que ya está en curso, se necesita una ampliación sustancial de planta.
De hecho, había sido uno de los compromisos de Colombia al ingresar a la OCDE en el 2018. Era un compromiso que el país no había cumplido. Lo vamos a hacer ahora. Esperamos que estas nuevas personas entren a la entidad entre finales de este año y principios del próximo.
No le aprobaron plata en ley de adición presupuestal
SEMANA: El hecho de que no le aprobaran la plata en la adición presupuestal para esa ampliación de la planta ¿retrasaría ese proceso?
L.C.R.: Como lo manifestó el ministro de Hacienda, ellos se han comprometido a financiar esta ampliación de planta a través de otros medios, de traslados presupuestales. Y así, teniendo en cuenta ese compromiso, ya estamos preparando esa solicitud al Ministerio de Hacienda, la cual nos va a permitir empezar a contratar. Esperamos que en las próximas semanas podamos tener la primera tanda de nuevas personas.
SEMANA. ¿Cómo se sintió usted cuando el Congreso no le aprobó los recursos para ampliar la planta de personal? Algunos dicen que fue un golpe a la Dian.
L.C.R.: En el Congreso hay mucha gente que entiende esta necesidad. La senadora Clara López, del Pacto Histórico, fue muy clara al respecto, pero también, esta es una necesidad que es percibida en distintas partes del espectro político. Hubo congresistas del Centro Democrático que manifestaron su respaldo a la ampliación de planta, como el representante Óscar Darío Pérez, como el senador Miguel Uribe, porque esto es una causa de país, es una causa de Estado, no es una causa partidista.
SEMANA: Es lo que uno esperaría como ciudadano que suceda en el Congreso, que se trabaje por la gente sin meterle política a los asuntos.
L.C.R.: Es lo que uno esperaría y sobre todo que no se trata de la planta del director de la Dian. Es la planta de la administración tributaria de Colombia. Precisamente, para asegurar eso de que esta no es la planta ni del director de la Dian ni de nadie, es muy útil el decreto de carrera administrativa, en el cual se garantiza que no haya nuevos funcionarios en la entidad a menos que ingresen por concurso y por lista de elegibles de esos mismos concursos. Así que no existirá la posibilidad de que sean ni los amigos del director ni los amigos de un partido político, sino únicamente servidores del Estado.
¿Trajo a sus amigos a la Dian?
SEMANA: Pero no falta el que dice que usted ha traído a sus amigos a la Dian...
L.C.S.: Hay gente que dice e inventa muchas cosas, pero, lo que puede ver cualquier persona es el decreto ley de carrera administrativa de la Dian, que nosotros mismos escribimos y que precisamente le impide al director de la entidad, más que a ningún otro funcionario público del país, la posibilidad de contratar gente que no entre por concurso. La planta se acaba de aumentar en 10 mil personas y esos son cargos que, por primera vez en una entidad del Estado, tienen que ser provistos, primero por concurso, después por lista de elegibles y, únicamente después de esos dos peldaños, a través de la provisionalidad, que es lo que da la posibilidad quizá de que haya más discrecionalidad. Pero, de todas formas, al exigir que haya concursos anuales de méritos, implica que -incluso- si una persona llegara a entrar por un nombramiento de este tipo, al año entrante tendría que salir porque la van a reemplazar las personas que concursen al año siguiente.
SEMANA. ¿Se siente cómodo en la Dian, cree que tiene libertad de hacer lo que sugería a la entidad cuando la veía desde fuera, o ha encontrado muchos tropiezos para realizar la tarea que todo el mundo espera que haga?
L.C.R.: Pues me siento cómodo en la medida en que cuento con el respaldo del presidente para implementar unos cambios en la entidad que son parte de la visión expresada en el programa de gobierno de Gustavo Petro y que, obviamente, coinciden con una visión que yo tenía desde antes. Es por eso que el presidente tomó la decisión de nombrarme en este cargo, por esa afinidad de visiones. Eso hace que me sienta muy cómodo en lo que estamos haciendo.
Con dos ministros
SEMANA: Su labor es cercana a la del Ministerio de Hacienda y ya usted ha estado con dos ministros. ¿Cómo ha sido la relación con el saliente y el actual?
L.C.R.: Aquí todos estamos siguiendo la línea del presidente de la República. Entonces, en esa medida, hay una coherencia con respecto a lo que se quiere en el sector Hacienda que es, desde la Dian, avanzar en un sistema tributario eficaz, progresivo. Y por el lado del manejo de los recursos del país, un uso que lleve al crecimiento económico, y no a cualquier crecimiento económico, sino a uno que respalde y que promueva el ejercicio de los derechos fundamentales de los colombianos: derecho a la educación, a la justicia... Esa es la visión del Gobierno nacional y hay una coherencia natural en ello.
SEMANA: Cárcel para evasores fue una de las banderas que alzó usted durante la aprobación de la reforma tributaria, ¿cómo ha evolucionado el tema?
L.C.S.: El fortalecimiento de los tipos penales contra la evasión que se logró en la reforma tributaria es algo que ahora nos toca implementar. Una de las modificaciones que se hicieron en las comisiones terceras del Congreso -cuando se debatía el proyecto de ley- fue que, aunque la visión inicial del Gobierno era que quienes evadieran un monto importante, con dolo, desde la primera fueran a la cárcel. La modificación a la que se llegó en el Congreso fue que la medida se aplicara hasta la segunda reincidencia. Entonces, los resultados van a empezar a verse conforme estos evasores reincidan.
Pero esa no es la única herramienta para llevar ante la Fiscalía a los evasores. Hay dos tipos penales alrededor del tema, que son la omisión de activos y la declaración de pasivos inexistentes; y, por otro lado, la defraudación tributaria. Pero, una herramienta con la que también cuenta la Dian, en términos de llevar a la justicia a los evasores, es la omisión del agente retenedor, que es un delito en el cual incurren muchos de esos evasores.
Así que estamos trabajando, tanto con las herramientas que ya existían, como con las que se fortalecieron en la Reforma Tributaria, para poder llevar esos casos ejemplarizantes ante la justicia y enviar claramente ese mensaje de que no se le puede hacer ‘conejo’ al país.
SEMANA: Se ha visto a la Dian realizando visitas en negocios de distintos sectores para verificar si están entregando la factura electrónica. ¿Cuál es el balance?
L.C.R.: La factura electrónica se ha fortalecido. Precisamente, estas visitas de control que hemos hecho a distintos comercios los ha llevado a ponerse las pilas con la factura electrónica. Un decreto que también firmó ya el presidente nos va a permitir que los 12 documentos que hoy se pueden presentar como equivalentes de la factura electrónica sean reemplazados por documentos electrónicos para que podamos hacerle seguimiento en vivo y en directo a todas las transacciones que se llevan a cabo en el país.
La Dian está trabajando actualmente en la reglamentación de ese decreto y pensamos que nos va a cuadruplicar el número de operaciones que son reportadas a la entidad.
SEMANA: Es decir, en medio de tantos cambios de personal en el Gobierno ¿Usted va a seguir firme en la Dian?
L.C.R. La firmeza que uno tiene en estos cargos siempre viene de las políticas del presidente de la República. Por el momento, estamos trabajando para hacer realidad ese programa de gobierno por el que votaron 11 millones de colombianos.