Macroeconomía
¿Cuál es el escándalo bancario que puso contra las cuerdas al presidente de China, Xi Jinping?
Varios días de protestas llevaron al Gobierno de este país a actuar con urgencia.
Lo que comenzó como un anuncio de congelamiento de recursos por parte de cuatro bancos en la provincia rural de Henan, China, tras varias investigaciones por presunta participación de organizaciones criminales en la dirección de las mismas, desató fuertes protestas en este país, las cuales pusieron en jaque al gobierno del presidente de China, Xi Jinping.
Todo comenzó a mediados de abril, cuando las cuatro instituciones congelaron el retiro de fondos, lo que dio lugar a manifestaciones de clientes, que terminaron con la detención de una “banda criminal” acusada de estar detrás de prácticas dudosas en bancos locales.
Según la policía, la banda controlaba desde 2011 varios bancos locales y realizaba giros “ilegales” disimulados en préstamos ficticios. Cabe resaltar que el comunicado publicado en su momento no precisa cuántas personas fueron detenidas, mientras que ciudadanos denuncian que fueron intimidados y golpeados por personas de civil.
🚨🚨🚨🚨Breaking news🚨🚨🚨🚨
— Wall Street Silver (@WallStreetSilv) July 20, 2022
Tanks are being put on the streets in China to protect the banks.
This is because the Henan branch of the Bank of China declaring that people's savings in their branch are now 'investment products' and can't be withdrawn.
🔊sound pic.twitter.com/cwTPjGz84K
Pese a que inicialmente se esperaba que estas detenciones calmaran los ánimos, al parecer no fue suficiente, puesto que la gente sigue preguntando por su dinero. En varias fotos publicadas en las redes sociales se pueden ver pancartas que denuncian “la corrupción y la violencia de las autoridades de Henan”.
Así mismo, el pasado domingo varios cientos de personas protestaron frente a una sucursal del Banco Central de China, en Zhengzhu, la capital provincial de Henan, de acuerdo a varios participantes que pidieron el anonimato.
En este contexto hay que tener presente que las protestas son relativamente inusuales en China, un país en el que mantener la estabilidad social es una obsesión y en el que el gobierno suele cortar de raíz cualquier protesta. Pero últimamente se han visto varias, a pesar del riesgo de ser detenido.
Tal fue el nivel de las protestas que se desataron en este país, las cuales fueron reprimidas con violencia, que el gobierno de Xin Jinping tuvo que ceder momentáneamente y buscar alternativas para responder por los ahorros que se perdieron en estos cuatro bancos que quedaron en el ojo del huracán por sus conexiones con organizaciones criminales.
Poco después de las protestas, el regulador bancario de la provincia dijo que los reembolsos comenzarían el viernes. Sin embargo, la AFP conoció mensajes en grupos de WeChat con cientos de cuentahabientes, donde se reportó que solo un puñado había recibido depósitos.
Los reguladores dijeron que los clientes serían reembolsados en tandas, pero no anunciaron un cronograma de pagos para quienes tenían fondos de más de 50.000 yuanes.
A comienzos de esta semana, los reguladores chinos prometieron reembolsar a las víctimas de este escándalo bancario, uno de los mayores en la historia del país, con el que cientos de miles de clientes quedaron sin acceso a sus fondos.
“Henan New Fortune Group manipuló cinco bancos regionales en Henan y Anhui para absorber y ocupar ilegalmente fondos públicos (...) y encubrir actividades ilegales”, dijo un representante sin identificar de la Comisión Regulatoria de Seguros y Bancos a un medio estatal, citando una primera investigación policial de tres meses.
Pese a que inicialmente se habló de llegar únicamente a cierto grupo de los afectados, la presión de la gente y la creciente desconfianza de la gente en las autoridades locales incidieron en que se ampliara la base de las personas a resarcir tras este escándalo.
“El siguiente paso será comenzar a trabajar en el pago a clientes con más de 50.000 yuanes (depositados, unos 7.500 dólares)”, agregaron los reguladores chinos.
Pese a que no escaló del nivel local, esta situación llevó a muchos analistas a pensar en que el escándalo pudo convertirse en la primera prueba seria para el gobierno de Xin Jinping, quien ha velado por mantener la estabilidad, haciendo gala de su capacidad por controlar cualquier amenaza, en medio un ambiente bastante caldeado por las restricciones anticovid.
*Con información de AFP.