MinHacienda estuvo presente en una nueva edición del Congreso de Confecámaras 2024
MinHacienda estuvo presente en una nueva edición del Congreso de Confecámaras 2024 | Foto: Suminstrada Confecámaras

Economía

“El Gobierno no está incumpliendo la regla fiscal ni va a dejar de pagar la deuda”: ministro de Hacienda tras críticas por reforma

Ricardo Bonilla aseguró que el escenario de incumplimiento de la regla no es cercano al país.

Redacción Economía
13 de septiembre de 2024

El incumplimiento de la regla fiscal es una de las preocupaciones de diferentes sectores económicos y políticos del país, que se ha exacerbado durante los últimos días tras la presentación de la segunda ley de financiamiento o reforma tributaria del Gobierno, que fue radicada en el Congreso de la República hace poco.

El centro de investigación económica Fedesarrollo fue uno de los que alertó sobre la posibilidad de que se pudiera incumplir esta norma, que está vigente hace más de una década en el país. Dicha advertencia se dio luego de que se evidenciara una modificación a la regla fiscal dentro de la ley de financiamiento.

Dichos cambios provocarían que las nuevas deudas no se logren contabilizar dentro de los límites establecidos para el déficit fiscal, lo que sería interpretado por acreedores como una señal de mayor relajamiento en la reducción al déficit. También ven inconveniente la creación de un espacio adicional para lo que ha llamado el Gobierno una Regla Fiscal Verde.

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MinHacienda estuvo presente en una nueva edición del Congreso de Confecámaras 2024. | Foto: Suminstrada Confecámaras

Ante ese panorama, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, despejó algunas de las dudas frente a este tema, que genera incertidumbre para la economía. El directivo lo realizó durante el congreso de Confecámaras que se realizó en Cartagena.

Al inicio de su intervención, el ministro aseguró que el Gobierno no está incumpliendo la regla fiscal, pues para incumplirla se tendría que dejar de pagar la deuda financiera, hecho que no ha sucedido. Además, destacó que actualmente los esfuerzos del Gobierno están concentrados en reducir los efectos generados por la pandemia, que aumentaron la deuda financiera.

De acuerdo con los cálculos del ministro, la deuda aumentó entre 2019 y 2020 cerca de 200 billones de pesos, que sería una cifra similar a la de 10 reformas tributarias.

Dicho dinero no se utilizó en inversión, sino que fue empleado para hacerle frente a la crisis que se desencadenó por la pandemia. Destacó además que hubo un crecimiento considerable en 2021 y 2022, que se dio tras la recuperación y reactivación luego de la pandemia.

Bonilla también mencionó que actualmente el país tiene un cupo de endeudamiento de 87.000 millones de dólares. Dicho cupo habría llegado al tope en 2021. Además, en ese año el Gobierno realizó operaciones de cupo de endeudamiento internacional, tema que nunca fue discutido, según precisa el ministro.

CARF envió nueva recomendación al Gobierno, para lograr cumplir la regla fiscal.
CARF envió nueva recomendación al Gobierno, para lograr cumplir la regla fiscal. | Foto: Fotomontaje (SEMANA/GETTY)

Frente a los números que están comprometidos, Bonilla destacó que en 2025 se deberán comprometer 112 billones para pagar, por lo que este proceso será mucho más difícil, teniendo en cuenta que el país perdió un grado de calificación en 2021 y está costeando intereses más altos en sus obligaciones.

Entre algunos de los puntos que tocó el ministro de Hacienda también se encuentra el pago de deudas no financieras. Una de ellas es el déficit que tiene el FEPC (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), al que el Gobierno le ha hecho frente desde 2022 a través de alzas progresivas en los combustibles del país, más exactamente de gasolina y diésel.

Además, mencionó que actualmente Colombia no cuenta con la producción suficiente de combustible para cubrir la demanda, pues las refinerías del país, Reficar y la Refinería de Barrancabermeja, no tienen la capacidad para ello.

Es por esa razón que Colombia necesita importar cerca del 40 % de la gasolina que se consume y el 10 % del diésel. Esto se debe, entre otras cosas, a la calidad del petróleo que se obtiene del país, que es petróleo pesado y que cuenta con una mayor dificultad para su procesamiento, por lo que el país debe optar por importar ese petróleo ligero.

Con esta ampliación se garantiza la producción de gasolina y diésel con bajo contenido de azufre.
Con esta ampliación se garantiza la producción de gasolina y diésel con bajo contenido de azufre.