CALIFICACIÓN
El otro punto de vista sobre la rebaja de calificación de Standard & Poor’s a Colombia
Aunque muchos apuestan por una caída crediticia del país a la categoría ‘especulativa’, Barclays dice que la decisión de la calificadora fue prematura.
Aunque la decisión de Standard & Poor’s, de rebajar la calificación de Colombia a BB + (perspectiva estable), no tomó por sorpresa a la generalidad de los expertos, alguien se salió del redil: el banco de inversión Barclays, que estima que fue algo prematuro, pues la nota se le puso al país antes de discutir la reforma fiscal propuesta, la cual está en construcción. “Consideramos que la decisión es prematura y no refleja los fundamentos de Colombia. El gobierno no se rinde e insiste en aprobar la reforma tributaria”, señala el informe.
J.P.Morgan, otro banco de inversión, mete la mano al fuego por la idea de que Fitch, otra agencia calificadora internacional, seguirá la línea de reducir la calificación, pues el rosario lo abrió nada menos que S&P, una de las agencias que se preveía iba a dar un compás de espera a Colombia.
Para los economistas del J.P. Morgan, la rebaja en la calificación implica perder el estatus de Grado de Inversión, mientras que desde Barclays tienen otra visión: “a pesar de la rebaja en la calificación de S&P, Colombia aún no ha perdido su estado IG (grado de inversión). Creemos que aún existe una posibilidad no despreciable de que Colombia pueda preservar su estatus, considerando que los actores clave y los grupos políticos de todo el espectro ideológico están de acuerdo en la necesidad de sacar adelante la reforma, en busca de la estabilidad fiscal”.
Entre tanto, el comentario de J.P. Morgan apunta a que la decisión de S&P se produjo, debido a que después del retiro de la tributaria, el Gobierno “solo siguió con un paquete tibio, en el contexto de mayores presiones de gasto y un calendario electoral congestionado”.
No obstante, los expertos de J.P. Morgan, al igual que los de Barclays, destacaron que la rebaja en la nota para Colombia, por parte de S&P, “fue una sorpresa”, dado que solo había pasado un mes desde que esa calificadora había reafirmado la nota de Colombia.
En J.P. Morgan estiman que las probabilidades de que el país logre capotear los efectos de la rebaja en la calificación, por parte de S&P, son altas. “Ahora es probable que dos agencias calificadoras más rebajen la nota de Colombia por debajo de la categoría de grado de inversión, antes de lo que esperábamos”.
Los expertos de J.P. Morgan estiman que “es probable que esto sea manejable para las tasas locales”, puesto que los bonos que saldrían de esa categoría, serían solo el 6% de las emisiones en circulación.
Barclays, más optimista
Desde la perspectiva de Barclays, otro sería el camino para Colombia. Estiman que la decisión de S&P puede llevar a reforzar la posición del gobierno en sus negociaciones con el Congreso, para sacar adelante la reforma tributaria.
La expectativa de estos analistas es que, en términos de política monetaria, la rebaja en la calificación podría aumentar el riesgo de un “inicio temprano del ciclo alcista de las tasas de interés, pese a que la inflación aún se encuentra por debajo del objetivo del 3,0%, lo que le da un espacio al Banco de la República para permanecer quieto, a la espera del resultado final de la reforma tributaria.
Lo cierto es que, para el banco de inversión Barklays, la nueva calificación contradice los fundamentos expresados hace menos de un mes. “S&P cambió repentinamente de opinión con respecto a la última declaración pública (del 22 de abril)”. En ese momento, la visión que la agencia tenía de Colombia era “relativamente equilibrada; consideraba la dinámica fiscal, así como el sector externo, el crecimiento y otros factores, y ya contemplaba la posibilidad de una dilución de la reforma fiscal”.
Para los analistas de Barklays, los ingresos esperados a través de la reforma tributaria, entrarían en vigencia en 2022, con o sin el ajuste al proyecto de ley. Por lo tanto, el retiro y retraso del proceso de reforma tributaria no tendría ninguna implicación fiscal mientras se surte el proceso.
Estiman que Colombia se destaca entre sus pares
Los economistas del banco de inversión señalan que, si bien Colombia, así como la mayoría de sus pares, había registrado un deterioro en su posición fiscal, como consecuencia de la pandemia, reconocen que las acciones tomadas por las autoridades, mitigar el daño, son exitosas. “Colombia se destaca entre sus pares, por haber implementado un estímulo fiscal relativamente modesto y evitado el uso de políticas con implicaciones negativas duraderas, como el retiro de recursos de su sistema de pensiones”.
Además, agregan que el país “está a la vanguardia en el proceso de recuperación en América Latina”. Inclusive, los últimos datos de la actividad productiva, publicados durante la semana pasada, mostraron una dinámica de crecimiento mucho más fuerte de lo esperado. “En el primer trimestre la economía se expandió un 11,9% intertrimestral. Incluso, asumiendo 0% trimestre a trimestre, durante el resto del año, Colombia podría registrar una alta expansión interanual en 2021″.
Otro punto a favor que visualiza Barclays es que “los niveles de deuda, con relación al PIB están por debajo del promedio de los créditos BBB. Por ejemplo, en relación con Uruguay, Colombia tiene un nivel de deuda más bajo, menos concentración en la deuda en moneda extranjera e históricamente ha tenido un mayor crecimiento potencial”.
Por todas esas razones, los analistas de este banco de inversión enfatizan en que “nos resulta difícil justificar una rebaja de la calificación de Colombia, mientras se mantiene el estatus de grado de inversión de Uruguay”.
Punto de vista técnico
Para Barclays, “técnicamente, a pesar de la rebaja de S&P, el país no ha perdido su estatus de Grado de Inversión. Para ello, seguiría siendo necesaria una rebaja de una segunda agencia de calificación”.
Por esa razón, el foco de atención ahora se dirigirá a Fitch, que también tiene a Colombia con calificación BBB- y perspectiva negativa.
Hay que recordar que Fitch había sido el más crítico con Colombia, particularmente con su dinámica fiscal, y se había considerado que era más probable que rebajara la calificación del país. Sin embargo, Fitch ha dicho que esperará hasta que haya un resultado en el Congreso, sobre la reforma tributaria 2021.
Fitch, normalmente, tiene dos revisiones anuales del comité de crédito. En el caso de Colombia, estos son en marzo y noviembre. “En la práctica, esto significa que, en el peor de los casos, la fecha límite real para una rebaja de Fitch sería noviembre”. De aquí allá, el país ya tendría aprobada su reforma tributaria.