ECONOMÍA
El positivismo del ministro Ricardo Bonilla pese a cifras reveladas por el Dane sobre precario crecimiento económico de Colombia
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, señaló que el Banco de la República lo que hizo fue “enfriar la economía”.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, consideró que a pesar de que el producto interno bruto (PIB) de 2023 fue de 0,6 %, más bajo de lo proyectado, la proyección de que la economía del país cierre el año 2024 en 1,5 % se mantiene.
El jefe de la cartera de Hacienda explicó este viernes, en rueda de prensa, que son varios los factores que explican este comportamiento de la economía. En primer lugar, “el Dane revisó a la baja los resultados de los tres primeros trimestres de 2023; si no lo hubiera hecho así, el crecimiento hubiera sido del 1,2 %”, aseguró. Los resultados del PIB de 2023 revelados por el Dane también mostraron que en el cuarto trimestre del año pasado el PIB creció 0,3 % en su serie original respecto al mismo período de 2022.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, el crecimiento económico del año pasado se explica, desde el enfoque de la producción, por el comportamiento de tres sectores: administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria; educación; actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales, que crecieron 3,9 % (contribuyeron con 0,6 puntos porcentuales a la variación anual); actividades financieras y de seguros, 7,9 % (contribuyeron con 0,3 p.p.), y actividades artísticas, de entretenimiento y recreación; actividades de los hogares individuales en calidad de empleadores; actividades no diferenciadas de los hogares, crecen 7,0 % (contribuye 0,2 p.p.). Y los tres sectores que más cayeron en 2023 fueron: construcción (-4,2 %); industrias manufactureras (-3,5 %), y comercio (-2,8 %).
El ministro explicó que la variación más importante se dio en el inventario de existencias, particularmente en el caso de la vivienda. “Las estadísticas de PIB de años anteriores indican que había aumentado fuertemente el inventario de existencias en 2021 y 2022, y que en 2023 las empresas resolvieron su problema de exceso de inventarios. Se vendieron las viviendas construidas entre 2021 y 2022″, sostuvo. “Cuando la economía subió al 10 % y al 7 % no se vendieron viviendas, por eso el Banco de la República enfrió la economía, por exceso de demanda y acumulación de inventarios, que se redujeron en 2023″, agregó.
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Conocidas estas cifras, el ministro Bonilla González expresó que, si bien el crecimiento del PIB en 2023 del 0,6 % frente a 2022 está por debajo de las expectativas, “es claro que se aleja el fantasma de la recesión”.
“El cuarto trimestre de 2023 terminó con un crecimiento del 0,3 %, que significa que comenzó la reactivación de la economía, que se debe reflejar en 2024″, aseguró. Respecto de las tasas de interés del Banco de la República, el ministro recordó que con el incremento del 1,75 % a 13,25 % en 18 meses, el Emisor lo que hizo fue “enfriar la economía”.
“Ese objetivo ya se cumplió. El resultado es: bajó la demanda, bajaron los créditos, las tasas de interés subieron, esa es la situación que tenemos para el final de 2023. Recuperar la economía quiere decir recuperar las condiciones de crecimiento”. Bonilla González explicó que para este año es espera la reactivación de la economía con la construcción de obras civiles y vivienda nueva. También reiteró la necesidad de hacer un “revolcón” en la Dian frente al tema de contrabando, especialmente de textiles y confecciones.
“Aspiramos en 2024 un crecimiento de la economía del 1,5 % y para ello necesitamos poner en sintonía la inversión pública y privada, y que el Banco de la República siga enviando un mensaje positivo al país en términos de reducción de tasas de interés. La caída de la inflación está colaborando para que eso sea posible”, concluyó el jefe de la cartera de Hacienda.
Cuatro hechos dejan en evidencia una grave crisis económica manifiesta por organismos nacionales e internacionales. Esto, además de la renuncia de funcionarios técnicos económicos que decidieron no seguir en el gobierno del presidente Gustavo Petro.
En primer lugar, y de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el producto interno bruto (PIB) del país creció únicamente el 0,6 %. Hay que destacar que la entidad de las estadísticas hizo revisiones de las cifras del año anterior a esta medición (2022), con la cual se compara el resultado de este año. La cifra oficializada no cambió para el año pasado: 7,3 %. Desde allí, se ve el freno que tuvo la economía en 2023, con un precario 0,3 %.
Según expresó Piedad Urdinola, directora del Dane, parte del comportamiento se explica porque en 2020 veníamos de una pandemia, en 2021 empezó una recuperación, que se extendió hasta 2022, y en 2023 se ha dado una estabilización en manos del gobierno del presidente Gustavo Petro. De otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó este miércoles a Colombia que reduzca “con anticipación” los planes de gasto y alertó que los aumentos previstos del déficit y de la deuda “representan riesgos fiscales”.
“La economía colombiana ha avanzado mucho para alcanzar un nivel de actividad económica más sostenible”, afirmaron los expertos del Fondo en la evaluación periódica que realizan a sus países miembros, conocida como Artículo IV. La institución económica prevé un crecimiento del 1,3 % este año y una caída de la inflación del 13,3 % interanual en marzo a 8,4 % en enero de este año “a pesar de los efectos del aumento significativo, pero necesario de los precios regulados”.
A estos informes se sumaron dos renuncias. Claudia Marcela Numa, directora de Presupuesto en MinHacienda, presentó su renuncia tras líos por decreto de destinación de fondos para 2024. Numa llegó al puesto de directora cuando el ministro de Hacienda era Alberto Carrasquilla, quien la referenció como una profesional de altísimo nivel que conocía el tema presupuestal de principio a fin. Había sido también funcionaria del Departamento de Planeación Nacional (DNP), entidad de la que recientemente salió el director, Jorge Iván González, por diferencias con el presidente Gustavo Petro. El DNP –al igual que la dependencia que lideraba Numa– es una entidad eminentemente técnica y se encarga de que el rubro del presupuesto destinado a inversión sea distribuido en los territorios, justamente el punto álgido en el decreto de liquidación presupuestal, con las partidas globales, que se dejaron abiertas (no desagregadas en el anexo previsto para el caso) y podrían ser asignadas en los entes territoriales, a discreción del presidente de la República.