Alimentos
El precio de los alimentos en el mundo no ceden. Hubo un repunte, según la FAO
Una caída esperada en la producción en India, China y Tailandia, vinculada en particular a la sequía.
Por primera vez en un año, los precios mundiales de los alimentos repuntaron levemente en abril, debido a un incremento en los precios del azúcar, dijo el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que rastrea los precios internacionales de una canasta de productos básicos, subió un 0,6 % con respecto a su nivel de marzo. Se sitúa muy por debajo de su nivel de hace un año (-19,7 %), pero se mantiene en un nivel alto.
En particular, el índice de precios del azúcar de la FAO aumentó un 17,6 % en comparación con marzo, alcanzando un nivel récord desde octubre de 2011. La razón: una caída esperada en la producción en India, China y Tailandia, vinculada en particular a la sequía.
Además, el “comienzo lento” de la cosecha de caña de azúcar en Brasil y el aumento de los precios internacionales del crudo, que está impulsando la demanda de etanol elaborado a partir de caña de azúcar, están impulsando los precios al alza.
Salvo los precios de la carne y del arroz, que también repuntaron ligeramente, todos los demás índices y en particular los de cereales (-1,7 %) y aceites vegetales (-1,3 %) continuaron su descenso en abril.
“Es importante seguir monitoreando muy de cerca la evolución de los precios y los factores de aumentos: a medida que las economías se recuperan de una recesión significativa, la demanda aumentará y ejercerá una presión al alza sobre los precios de los alimentos”, subrayó Máximo Torero, economista jefe de la FAO, en un comunicado.
El hambre en el mundo sigue aumentando, según informe de la ONU
El número de personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria grave y requieren ayuda urgente aumentó por cuarto año consecutivo en 2022, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias (GRFC) divulgado este miércoles en Roma.
El informe anual, producido por la red de agencias de Naciones Unidas, la Unión Europea, agencias gubernamentales y no gubernamentales, las cuales trabajan juntas para abordar las crisis alimentarias, revela que el fenómeno del hambre se ha agravado en todo los rincones del mundo.
Alrededor de 258 millones de personas en 58 países y territorios padecieron en 2022 inseguridad alimentaria debido a los conflictos, el cambio climático, los efectos de la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania, según el reporte.
“Se trata del número más alto registrado en los siete años de historia del informe”, recalcaron los investigadores.
“La violencia (...) pero también la crisis climática se está convirtiendo en uno de los principales factores”, dijo a AFP Rein Paulsen, director de la oficina de emergencias y resiliencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“Nos preocupa la situación en Afganistán, Yemen, Haití o el Sahel. También en Sudán… la lista es larga, y la cantidad de personas que sufren de inseguridad alimentaria es inaceptable, porque conocemos las soluciones para remediarla”, añadió el experto.
Siete países se enfrentaron a la inanición y a la indigencia, es decir a niveles catastróficos de hambre, entre ellos Haití, el único país del continente americano que figura por primera vez en esa lista.
Aportar medios para producir
Para luchar contra el aumento desenfrenado del hambre, los expertos consideran que es clave “cambiar de paradigma” y abordar las causas profundas y aportar medios a los agricultores y no tanto ayuda alimentaria.
“Si se observan los flujos de financiación durante una crisis alimentaria, vemos que la mayoría de ellos se utilizan para proporcionar ayuda alimentaria, y solo el 4 % apoya la agricultura”, de la que depende el 70 % de las personas afectadas, explicó el experto.
En 30 de los 42 contextos de crisis alimentaria analizados en el informe, más de 35 millones de niños menores de cinco años sufrían de inanición o malnutrición aguda, y 9,2 millones de ellos la desnutrición más peligrosa casi mortal.
La comunidad internacional pide mayor prevención, anticipar y focalizar el fenómeno en lugar de responder después de que los efectos se producen.
“Esta crisis exige un cambio fundamental y sistémico. El informe deja claro que es posible avanzar. Tenemos los datos y los conocimientos para construir un mundo más resiliente, inclusivo y sostenible donde el hambre no tenga hogar”, sostiene en el informe Antonio Guterres, secretario general de la ONU.
Con información de la agencia AFP.