El sector industrial en Colombia la sigue pasando mal; se volvió a resentir en agosto

Las condiciones del sector industrial de Colombia se han visto afectadas de manera significativa durante el mes de agosto y experimentaron un deterioro notable en varios aspectos clave, puesto que la disminución de las ventas ha acelerado la reducción de la producción, lo que ha llevado a la pérdida de puestos de trabajo y una disminución en las compras de insumos por parte de las empresas.

Además, la demanda de materias primas ha retrocedido, lo que ha tenido un impacto en los plazos de entrega de los proveedores y en los precios de los insumos.

Esto se aprecia en el Índice de Gestión de Compras del sector industrial colombiano, ajustado por factores estacionales y elaborado por Davivienda, que cayó desde los 48,4 puntos en julio hasta los 46,8 puntos en agosto. Esta cifra marca el deterioro más pronunciado de las condiciones de negocios desde mayo de 2021 y se mantiene por debajo de los 50,0 puntos por cuarto mes consecutivo. El sector industrial enfrenta una contracción en los nuevos pedidos, que ha sido la más acelerada desde mediados de 2021.

Los industriales colombianos han relacionado esta disminución en los nuevos pedidos con varios factores, incluyendo los altos tipos de interés, la débil demanda subyacente y un entorno económico desafiante. A pesar de aplicar descuentos a la producción, las empresas no han logrado contrarrestar la caída de los nuevos pedidos.

Esto ha llevado a una caída récord de los precios de la producción, ya que las empresas han trasladado el ahorro de costos a los clientes y han enfrentado la fuerte competencia por nuevos proyectos.

Respecto a la encuesta del PMI Manufacturero colombiano, Andrés Langebaek Rueda, Director Ejecutivo de Estudios Económicos, Grupo Bolívar, de Davivienda, afirmó que “los resultados dados a conocer por la oficina de estadísticas (DANE) correspondientes al segundo trimestre del año son claros en señalar que el proceso de desaceleración de la economía colombiana continúa. El crecimiento anual del PIB fue de tan solo 0.3 % en tanto que la variación secuencial (frente al trimestre anterior) fue negativa (-1 %)”.

En agosto, también se observó una disminución récord en los costos de los insumos, impulsada por la apreciación del peso colombiano frente al dólar, la recuperación de los niveles de inventario de los proveedores y la reducción de los precios internacionales de diversos productos. Esta disminución de costos no ha sido suficiente para compensar la caída de la producción industrial, que ha experimentado su cuarto mes consecutivo de contracción, siendo este último mes el más acelerado desde noviembre de 2022.

“El sector de la actividad económica más afectado fue el de la industria. La caída de la actividad industrial estuvo asociada a la excesiva acumulación de inventarios en los primeros meses del año (hecho que se ha venido revirtiendo en los últimos dos meses). Los resultados del PMI para julio y agosto sugieren que la industria continuará presentando un crecimiento negativo en el tercer trimestre del año”, agregó este experto.

La falta de nuevos proyectos y la caída en la demanda de productos industriales también han resultado en despidos adicionales en el sector, aunque de manera marginal. Además, el exceso de capacidad ha contribuido a estos recortes de empleo. En cuanto a los negocios pendientes, se ha registrado una disminución por tercer mes consecutivo, aunque a un ritmo menos pronunciado en comparación con el mes anterior.

“Como hemos mencionado con anterioridad, la desaceleración de la economía colombiana en este año es inevitable dada el alza de la tasa de interés destinada a corregir los excesos de demanda que se observaron el año anterior. Recordemos que durante 2022 América Latina creció a una tasa del 3.9% en tanto que Colombia lo hizo al 7.3%”, concluyó Andrés Langebaek Rueda, Director Ejecutivo de Estudios Económicos, Grupo Bolívar, de Davivienda.

En términos de capacidad operativa de los proveedores del sector industrial colombiano, la falta de presión ha permitido agilizar los plazos de entrega, marcando la mayor mejora en más de una década. Sin embargo, en el frente de los productos finales, se ha observado un descenso continuo en los volúmenes, con un ritmo de agotamiento significativo. Los inventarios de materias primas también han disminuido, acelerando su ritmo de reducción en comparación con julio.

Por último, las expectativas de una moderación de la inflación oficial y una posible reducción de los tipos de interés han generado cierto optimismo en cuanto a las previsiones de producción para el próximo año. Los nuevos pedidos pendientes de aprobación, las oportunidades de exportación y las actividades de publicidad también han contribuido a estimular la confianza en el sector industrial colombiano.